Trump da marcha atrás en los aranceles contra México y Canadá

Trump, presidente republicano de 78 años, habló por teléfono este jueves con su homóloga mexicana, Claudia Sheinbaum, a quien calificó en la Casa Blanca de «mujer maravillosa»
El presidente estadounidense, Donald Trump, reconsideró este jueves 6 de marzo su ofensiva comercial contra México y Canadá al anunciar que exime de aranceles del 25% a buena parte de los productos de ambos países hasta el 2 de abril.
Lo ha hecho «para proteger a los fabricantes de automóviles y a los agricultores estadounidenses», explicó en el despacho oval de la Casa Blanca donde firmó dos decretos que modifican los gravámenes.
Básicamente, «excluirá de los aranceles existentes a los productos» contemplados en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (T-MEC).
Según un funcionario estadounidense, más del 50% de los productos mexicanos y el 38% de los canadienses entraron en 2024 en Estados Unidos bajo ese tratado, difundió AFP.
La exención se aplicará, dijo, «hasta el 2 de abril», cuando entran en vigor los llamados aranceles «recíprocos», que consisten en imponer a cada país el mismo nivel de tarifas aduaneras que estos aplican a los productos estadounidenses.
Trump, presidente republicano de 78 años, habló por teléfono este jueves con su homóloga mexicana, Claudia Sheinbaum, a quien calificó en la Casa Blanca de «mujer maravillosa».
«Nuestra relación ha sido muy buena y estamos trabajando duro, juntos, en la frontera, tanto en términos de impedir que los migrantes ilegales entren a Estados Unidos como, asimismo, de detener el fentanilo», dijo antes Trump su red Truth Social.
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Sheinbaum confirmó que la colaboración con Estados Unidos «ha dado resultados sin precedentes» y que seguirán trabajando juntos «particularmente en temas de migración y seguridad, que incluyen reducción del cruce ilegal de fentanilo hacia los Estados Unidos, así como de armas hacia México».
Además, el presidente reducirá del 25% al 10% los aranceles impuestos a la potasa canadiense, un mineral utilizado como fertilizante.
El miércoles Washington ya concedió una exención de un mes al sector automovilístico, a petición de los fabricantes estadounidenses, preocupados por el impacto en sus cadenas de suministro.
Pero Trump aseguró que los aranceles sobre el acero y el aluminio a nivel mundial entrarán en vigor según lo previsto la próxima semana, incluidos los metales de Canadá y México.
Los últimos dos días han sido agitados entre los tres vecinos. Después de una pausa de un mes, Trump aplicó el martes el 25% de aranceles contra México y otro tanto a Canadá, salvo los hidrocarburos canadienses, gravados a un 10%.
El recargo del 25%, que el republicano justificó por la necesidad de combatir la inmigración irregular y la llegada de fentanilo a Estados Unidos, afecta por ejemplo a los aguacates y tomates procedentes de México o a la madera para construcción y las aves de corral de Canadá.
Tensión de Trump con Canadá
Sin embargo, la tensión entre Ottawa y Washington continúa. Antes del anuncio de las exenciones, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, afirmó que su país «seguirá en guerra comercial desencadenada por Estados Unidos durante el futuro previsible».
«Nuestro objetivo sigue siendo la eliminación de estos aranceles, de todos los aranceles», añadió Trudeau, considerándolos una vez más «injustificados». Dejó abierta, no obstante, la puerta a la negociación.
Ottawa anunció gravámenes de represalia sobre ciertos productos estadounidenses y aseguró que la lista crecería con el tiempo.
Pero México se tomó su tiempo para contratacar. La presidenta había dicho que, a falta de acuerdo, anunciaría medidas el domingo. Una estrategia que parece haber dado resultado.
Las tarifas aduaneras causaron nerviosismo en los mercados, las empresas y los consumidores. Los estadounidenses tampoco parecen convencidos, según las encuestas.
«Ni siquiera miro los mercados», replicó Trump.
Varios indicadores de confianza han caído en Estados Unidos desde principios de año y muchos analistas ven riesgos de estanflación, la combinación de crecimiento débil y alta inflación.
El secretario del Tesoro, Scott Bessent, dijo el jueves que no está «preocupado por la inflación» a largo plazo porque, según él, el impacto de las nuevas tarifas aduaneras será «puntual».
El déficit comercial alcanzó en enero su nivel más alto desde 1992, bajo el efecto combinado de las grandes compras de oro y la anticipación de los aranceles promovidos por Trump.
El impacto potencial de los gravámenes sobre Canadá y México comienza a preocupar al Fondo Monetario Internacional (FMI), que estima que «de mantenerse, cabe esperar que (…) tengan un impacto económico adverso significativo en esos países».