“Un dolor de cabeza llamado Bachelet”, por Reinaldo J. Aguilera R. .
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Verónica Michelle Bachelet Jeria, médico, expresidenta de Chile y para el Chavismo Venezolano una ficha importante (según ellos), al ser hija de un ex General de la Fuerza Aérea Chilena que sirvió en el gobierno de Salvador Allende y además con el punto a favor de que ella, Verónica Michelle había incluso militado en el partido Socialista Chileno por allá en los años setenta, qué más se podría pedir dirán algunos.
Pero resulta que el tiro les salió por la culata a los Socialistas del Siglo XXI, y la señora Bachelet desde su actual cargo como Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, les dio justo donde más les duele, los ha dejado expuestos ante el planeta entero como lo que son, unos vulgares delincuentes violadores de derechos humanos fundamentales y unos completos sinvergüenzas por decir lo menos.
El llamado “Informe Bachelet 2020”, expone la más reciente actualización del informe anterior, sobre el seguimiento que hace su oficina a la situación que atraviesa Venezuela, con el agravante de que en el más reciente informe se aseguró, que han registrado desde enero de este año «más de 2.000 muertes» en nuestro país envuelta en una severa crisis en todos los órdenes, sin dejar por fuera los crímenes anteriores.
Al margen de lo relacionado con muertes causadas por los propios servicios de seguridad del régimen chavista de Maduro, también se refirió a que: “en Venezuela continúan las restricciones a la libertad de expresión, se continúa con la aplicación de la Ley del Odio y se promueven ataques a defensores y periodistas”, todo desde la cúpula gubernamental.
Como era de esperarse, Nicolás y sus compinches se burlaron y hasta la fecha han negado todo el contenido del informe de la ONU que lo vinculaba con posibles “crímenes de lesa humanidad”, y aseguró que enviaría un reporte paralelo de derechos humanos al secretario general de la organización, con seguridad su pana Jorge Rodríguez le ayudará en la redacción, creando una atmósfera estilo realismo mágico de García Márquez.
Se le olvida a Nicolás, que, aunque invente cualquier clase de patraña, Venezuela como miembro fundador u originario de la ONU, está metida de pies y cabeza igualmente en todo lo que encierra el marco de la Convención sobre la imprescriptibilidad de los crímenes de guerra y los crímenes de lesa humanidad, de la cual es firmante y cuyos extremos legales está obligado a cumplir, por lo que se podrá salvar de una gripe, pero no de responder por lo que ha hecho y aún hace, no se salvará nunca.
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Mientras tanto, llevando plomo en el ala como dicen en mí llano venezolano, el régimen trata de controlar los focos de protestas que se han activado en varios sitios del país y que comenzó con las molestias exteriorizadas por los habitantes de las localidades de Bruzual, Peña, Aroa, Cocorote, Independencia y Yaritagua, Nirgua y Sabana de Parra en el estado Yaracuy, que salieron a las calles para reclamar mejores servicios entre ellos los de agua potable y gas doméstico, a ellos se han sumado otras localidades de diferentes estados, lo que los carga locos.
Lo más grave, es que, en esta época de las comunicaciones digitales en tiempo real, todo lo que los cuerpos represores de seguridad del régimen hagan, está quedando registrado y pasará a engrosar un nuevo capítulo de una futura actualización del informe, que los hundirá más en el pantano en el cual ya se encuentran.
Finalmente, y en razón de su condición de médico, la alta comisionada se hizo eco de informaciones confirmadas, que revelan que el 33% de las muertes por covid-19 en Venezuela se han producido entre personal sanitario o médico asistencial, «debido sobre todo a la carencia de equipos de bioseguridad y de agua en los hospitales», entre otras cosas y resulta que la preocupación está muy presente cuando se anuncia que para la fecha existen ya un Millón de muertes en el mundo, a causa del letal virus.
No quiero dejar de mencionar, un aspecto que señala el documento de la ONU respecto a los responsables de tantas atrocidades y no es más que el hecho de que según el Informe, Maduro y los Ministros del Interior y de Defensa tenían conocimiento de los crímenes, dieron órdenes, coordinaron actividades y suministraron recursos en apoyo de los planes y políticas en virtud de los cuales se cometieron los crímenes, así reza el documento y con seguridad servirá para juzgarlos llegado el momento, así de simple y sencillo.
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