Un drama silencioso
Autor: Emily Placencia
Pablo vive su propia tragedia. Aunque jamás ha probado una bebida alcohólica y en las fiestas pasa apuros porque no prueba ni siquiera un sorbo de cerveza, el alcoholismo forma parte de su vida.
De manera indirecta, el joven se ve afectado por la mala bebida que tiene su madre, una enfermedad, como la cataloga la Organización Mundial de la Salud, que desde hace años ha consumido la vida de ella, y también la de Pablo.
El alcoholismo es una de los grandes males sociales de hoy, no distingue nivel social ni económico, además provoca un trauma en los familiares de las personas que lo padecen.
La Asociación Médica Americana señaló recientemente que un alcohólico es alguien que padece una enfermedad sobre la cual no tiene control, y no como se pensaba antes, que era un problema del carácter y debilidad en la persona.
El alcoholismo no solo daña al individuo que lo sufre sino que su drama afecta también a sus parejas, hijos, hermanos y padres, quienes con frecuencia desarrollan una variedad de desórdenes que van desde la depresión a la obesidad y la migraña, como ocurrió con Pablo.
Debido al sufrimiento que soporta en silencio, la familia del alcohólico suele negar que uno de los suyos tenga problemas con la bebida.
La negación y la preocupación son las reacciones más comunes que se presentan y son alargadas indefinidamente hasta que alguien con autoridad y objetividad, identifica el problema y le ofrece ayuda.
Al-Anon es una hermandad de parientes y amigos de personas que padecen de ese problema. No brindan ayuda profesional, sino espiritual, ya que comparten sus dramas personales e intercambian fortalezas y experiencias. En este caso, cada familia se fija como propósito ayudar a los familiares y amigos de alcohólicos.
A nivel mundial, desde 1951 operan los grupos de familia Al-Anon y existen más de 30 mil en 115 países. En Venezuela funcionan en todo el país.
UN PROBLEMA DE TODOS
María y Elisa forman parte de los grupos que acuden a Al-Anon. Ambas aseguran que han aprendido a sobrellevar las dificultades de sus familiares.
Diez años de experiencia las llevaron a convertirse en voceras de Al-Anon y reiterar que una vez aceptada la idea de que el alcoholismo es una enfermedad, el familiar asume una actitud que puede influir en el alcohólico para que busque la ayuda que necesita.
En su caso, María asegura que el alcoholismo que padecía su esposo deterioró progresivamente su núcleo familiar. Por su parte, Elisa se crió en un entorno familiar de alcohólicos.
AYUDA PARA ADOLESCENTES
Pero como la adicción a la bebida toca también a los adolescentes bien sea como actores o como parte del entorno familiar de un alcohólico, se creó Alateen.
Muchos hijos de alcohólicos tienen problemas de aprendizaje y por lo general desarrollan una conducta que no es aceptable socialmente. Al igual que Al-Anon cada grupo se reúne por zonas para compartir sus experiencias.
Los grupos de Alateen son apadrinados por miembros de Al-Anon. El programa que se maneja en los encuentros consiste en aprender acerca de la enfermedad del alcoholismo y a desprenderse de ella, pero no del alcohólico.
COMO CONTACTARLOS
Av. Universidad, esquina de Coliseo a Corazón de Jesús, Edf. J.A., piso 4, Oficina 41, Caracas. (Al lado de operaciones Metro de La Hoyada) Teléfonos: 0212-640 39 97 / 542 22 01 / 637 84 25 Email: [email protected]
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