Un Maduro sin recursos obligado a aceptar la ayuda que consiga Guaidó
El economista Francisco Rodríguez calcula que Venezuela puede disponer de unos $6.700 millones para atender la emergencia. Representantes del gobierno interino de Guaidó ya han hecho contacto con organismos multilaterales para solicitar recursos
La solicitud de recursos ante el Fondo Monetario Internacional (FMI) por parte de la administración de Nicolás Maduro reveló las dificultades financieras del país.
A la drástica caída de los ingresos en divisas debido a la merma de la producción de Pdvsa y a las sanciones financieras y petroleras de EEUU, se suma que Venezuela no cuenta con reservas internacionales ni mucho menos con un fondo de ahorro que contribuya a aliviar los efectos y costos de la pandemia del coronavirus.
«Esta situación es bastante crítica para el Gobierno, tiene un déficit de casi 6.000 millones de dólares por la caída tan brutal del precio del petróleo y las fuentes de financiamiento son mínimas, están limitadas», sostuvo el economista y director de la consultora Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros.
El FMI rechazó entregar los 5.000 millones de dólares solicitados por Maduro para atender la emergencia, al señalar que «no hay condiciones para considerar esta petición» y debido a que más de 60 países (miembros del fondo) no lo reconocen como presidente de Venezuela.
De hecho, los 10 países miembros con el mayor poder de voto -Alemania, Brasil, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña e Italia- lo desconocen y aceptan a Guaidó como presidente interino.
El préstamo que Maduro solicitó provendría de unos recursos de desembolso rápido (Rapid Financing Instrument) que el organismo multilateral pone a disposición de sus integrantes para atender necesidades vinculadas a la crisis del coronavirus. Sin embargo, esto no pudo ser posible porque tal y como lo señalaron desde el mismo FMI, el compromiso con los países miembros se basa en el reconocimiento oficial del gobierno por parte de la comunidad internacional.
«Aún en un marco de excelentes relaciones y cumplimiento con el organismo (que no lo tenemos), el desembolso requeriría no mostrar insolvencia en materia de deuda. Una condición que Venezuela tampoco posee, pues está en default con múltiples acreedores externos», apuntó el economista y profesor de la Universidad Central de Venezuela, Leonardo Vera.
Acotó el economista que los beneficios que ofrecen las agencias de ayuda (es decir, todo el sistema ONU), los organismos multilaterales y los mecanismos de cooperación internacional, nunca deben ser desestimados por los gobiernos, porque en algún momento «podemos necesitarlos, cuidemos esas relaciones».
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) -por su parte- reconoció a Juan Guaidó como presidente interino desde 2019, mientras que el Banco de Desarrollo CAF mantiene relaciones con el régimen, pero no puede entregarle más préstamos debido a la deuda que el país mantiene con este organismo.
Ante el BID, ya varios representantes del equipo de Guaidó han hecho contacto para acordar planes para contrarrestar la emergencia y para dotar de recursos al país. El diputado Miguel Pizarro, representante de la AN ante los organismos multilaterales, remarcó que están en contacto con organismos internacionales para movilizar ayuda humanitaria.
«Desde la Asamblea Nacional, y desde el gobierno interino de Guaidó, existe toda la disposición no solo de llamar a la comunidad de donantes y a los organismos de cooperación internacional, sino también promover la movilización de recursos para la respuesta inmediata», dijo recientemente.
También establecieron acuerdos específicos con organismos como la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Cruz Roja. El objetivo es obtener recursos y donaciones.
Al respecto, Guaidó afirmó este jueves que es vital un financiamiento del FMI para luchar contra la pandemia del Covid-19. «Es necesario acudir a préstamos al FMI (…) Hoy más que nunca es imperativo la ayuda humanitaria«, agregó.
Sin recursos
El acceso a financiamiento externo por parte de la actual administración es cuesta arriba ya que China y Rusia decidieron no entregarle más préstamos. Mientras que los mercados internacionales de deuda están prácticamente cerrados desde que Maduro decidió no honrar los compromisos de pago a finales de 2017. Luego llegaron las sanciones de EEUU.
«La enfermedad es el hecho inesperado de 2020 que pone en aprietos a Maduro, esta crítica situación hace que se lo piense dos veces a la hora de tomar un decisión. Lo importante es controlar la velocidad de expansión del virus», afirmó una fuente cercana al régimen que pidió no ser identificada.
Destacó que el país carece de los elementos científicos necesarios para detectar los enfermos y las personas que se contagian. Sostuvo que países mejor preparados como los europeos tienen enormes dificultades para realizar pruebas y test porque necesitan reactivos que se fabrican en Asia, por lo que la necesidad masiva no puede cubrirse de manera inmediata.
«Lamentablemente se han tomado medidas desordenadas y sin coordinación, y lo que les queda es tener a la población en cuarentena», dijo.
Resaltó además que las multinacionales europeas y americanas que están asociadas con las asiáticas van a proporcionar los reactivos para las pruebas de laboratorio pero requiere de un largo proceso de elaboración y distribución.
«El FMI es clave al respecto, Maduro carece de recursos y los chinos podrán ayudar dando apoyo técnico y material medico y sanitario. La situación se le complica aún más al tener un precio del petróleo por el piso», señaló la fuente consultada.
¿Con qué se cuenta?
Analistas consideran -sin embargo- que Venezuela aún cuenta con alternativas para lograr obtener ayuda y recursos de los organismos internacionales, pero tendrá que ser de la mano del gobierno interino. Todo pasa -afirmaron- porque ambos sectores políticos logren un acuerdo.
«Estamos frente a la amenaza más grave a la vida de los venezolanos en más de un siglo. Es tiempo de poner pausa al conflicto y unirnos para combatirla. Pongamos al lado las diferencias y enfrentemos la emergencia unidos», sostuvo el economista Francisco Rodríguez.
Por su parte, el director de la consultora Datanálisis, Luis Vicente León, coincidió en la necesidad de llegar a un acuerdo en este sentido. «Por primera vez, el Gobierno se enfrenta a un riesgo de colapso económico real (nada que ver con contracción y recesión, me refiero a destrucción) y la única posibilidad es obtener recursos externos, para los que tendrá que negociar con la oposición y ceder mucho más», apuntó.
A su juicio, Venezuela es hoy equivalente a un paciente vulnerable con inmunodeficiencia ante la pandemia, por lo que requerirá cuidados especiales y financiamiento externo, para la enfermedad y posterior planes de contención. «No se trata del gobierno sino del país. Es vital un acuerdo nacional».
León resaltó que el financiamiento externo no solo se refiere a organismos internacionales. «También países aliados (de uno u otro) pero en medio de una crisis de esa magnitud, con el mundo también afectado, lo usual son multilaterales no países individuales».
De acuerdo a cálculos presentados por Rodríguez, Venezuela podría acceder a 6.700 millones de dólares para atender la emergencia del coronavirus. «Para ello, es necesario un acuerdo entre las partes del conflicto político. Salvar vidas venezolanas debe ser la única prioridad».
De esta estimación en recursos internacionales disponibles para el país, resalta un monto de $2.554 millones por parte del FMI, $2.190 millones en ingresos petroleros que hoy no llegan debido al descuento que hace Pdvsa en el mercado internacional para lograr vender el barril de crudo, y $1.941 millones de las empresas mixtas.
Asdrúbal Oliveros resaltó que Venezuela puede aún comercializar algo del oro monetario de sus reservas internacionales del Banco Central de Venezuela (BCV) o renegociar la deuda externa (puede negociar buscando evitar sanciones). Indicó que Ecoanalítica calcula que fuera de reservas, a la administración de Maduro no le quedan más de 1.000 millones de dólares, cantidad que no le da capacidad para sostenerse en las actuales circunstancias.
El Gobierno está en una situación de flujo de caja que se va a deteriorar con el paso de las semanas, ya para abril la situación puede ser bastante crítica en términos de la capacidad financiera y de importación del Estado venezolano».
El economista Miguel Angel Santos no está convencido de si la solución sea lograr un «acuerdo nacional» entre Maduro y Guaidó para lograr recursos para Venezuela durante esta emergencia, sino en que haya un cambio en la política económica sobre el que la comunidad internacional y la oposición han venido insistiendo.
«El mundo se prepara para hacerle frente a la crisis, y se están diseñando instrumentos para contener sus efectos en países emergentes. Venezuela, tras 15 años de aislamiento de los organismos financieros internacionales, no está en condiciones de beneficiarse de ninguno de esos mecanismos, cuando más lo necesita«, dijo.