Un necesario golpe de timón (parte I),por Rafael Iribarren Baralt

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A efectos de que la población esté consciente del riesgo que corre, y de las consecuencias del incumplimiento de las normas que procuran minimizar el contagio, es preciso señalar que hay indicios claros que nos indican que la situación es aún más grave que la que el gobierno nos presenta con sus cifras. Al disfraz estadístico del gobierno ya se le están rompiendo las costuras de manera ostensible. Esta horrible verdad se vislumbra cuando caemos en cuenta de la gran cantidad de altos funcionarios, políticos y militares, que han muerto por la enfermedad a pesar de que el sub-grupo poblacional de los “altos funcionarios» representa un porcentaje muy bajo de toda la población venezolana.
No deberíamos de estar como en la actualidad estamos. Lo digo no sólo porque esta cuarentena la empezamos con muy pocos casos, sino porque tenemos varios meses en cuarentena. En el ambiente se respira una especie de resignación, como si la mortandad en la que nos estamos sumergiendo fuese inevitable y en consecuencia sólo la vacuna nos podría salvar; pero lo cierto es que sí podemos evitar muchísimas muertes tomando medidas rápidas, viables, económicas y prácticas. Antes de exponer estas medidas considero necesario resumir lo que el gobierno nacional ha hecho para así mejor ver cuáles son las corregibles debilidades de su manera de enfrentar la pandemia.
La estrategia del gobierno nacional.
La manera como el gobierno ha manejado la pandemia es una clara consecuencia de la perdida de la democracia. Sus declaraciones han sido básicamente un limitado y mecánico recuento de cifras. Al uno investigar en la prensa acerca de las acciones del gobierno con desagradable frecuencia uno se ha topado con el estribillo “No dieron más detalles “ que con impotencia los reporteros se han visto en la necesidad de escribir. Sin embargo estos reportajes nos han permitido a los lectores saber que el gobierno les hace la prueba molecular a algunos, mientras que a otros les hace lo que llaman “ La prueba rápida “, y si ésta da positivo comprueban el resultado mediante la prueba molecular.
La prueba molecular es una prueba de diagnóstico, ya que permite saber si la persona a quien le toman la muestra tiene o no tiene el virus, en el momento de la prueba. La muestra es una secreción de la persona ( el gobierno toma la muestra mediante un hisopo; pero hay otras versiones. Por ejemplo, aquellas que funcionan con una muestra de saliva ). La prueba se hace en un laboratorio y consiste en amplificar la eventual presencia del virus mediante una reacción en cadena hasta hacerlo detectable. Para dar una idea de los costos, un kit de la prueba molecular cuesta aproximadamente, tomando en cuenta el laboratorio y los materiales, 13 dólares ( pero no son pocos los laboratorios en el mundo que la venden, aprovechándose un “poquito” de la necesidad, en 100 dólares ).
La que el gobierno llama “ prueba rápida “ es una prueba de anticuerpos portátil. A la persona se le toma una muestra de sangre, se colocan unas gotas en el dispositivo, y si este cambia de color es señal de que ha desarrollado anticuerpos contra el virus causante de la pandemia. ( Ha habido un enorme hermetismo por parte del gobierno; pero se sabe de al menos cuatro marcas comerciales que el gobierno usa. Una de ellas es «Wondfo», la cual es de las más simples porque no distingue los tipos de anticuerpos que detecta. Esta prueba, para dar una idea, tiene un costo aproximado de 13 dólares ).
Dado que el cuerpo tarda en empezar a generar los anticuerpos entre 7 y 14 días después de haber contraído la infección, y dado que cierto tipo de estos anticuerpos permanecen en el torrente sanguíneo después de que el cuerpo ha vencido la infección, el resultado de una prueba de anticuerpos no nos permite saber si una persona tiene o no tiene la infección. De modo que no debería ser usada para el diagnóstico, es decir, para determinar si la persona tiene o no tiene el virus.
Veamos lo anteriormente dicho mediante dos ejemplos:
Ejemplo 1: Se le realiza la prueba a una persona infectada en el día “4” del desarrollo de la infección, como aún su sistema inmunológico no ha producido los anticuerpos el resultado es negativo.
Ejemplo 2: Se le hace la prueba a una persona y el resultado es positivo. Este resultado no nos permite arribar a una conclusión ya que para el momento de la prueba los anticuerpos bien pudiesen estar luchando contra la infección, o bien pudiesen ya haberla derrotado.
Por esta razón los resultados positivos de las referidas “ pruebas rápidas “, de anticuerpos, que el gobierno utiliza deben ser confirmados mediante una prueba molecular.
( Habida cuenta del mal uso que ocasionalmente se le da a la prueba de anticuerpos y de la pretensión que tuvieron algunos hace semanas al intentar imponer variedades de este tipo de prueba como “pasaportes de inmunidad”, a pesar del mar de incógnitas relativas a la respuesta del sistema inmunológico que para entonces se sabía que no se sabían, considero oportuno destacar que la recomendación de que no se use la prueba de anticuerpos como prueba de diagnóstico es en la actualidad un clara directriz de la “ Administración de medicamentos y alimentos “ en EE.UU, la FDA por sus siglas en inglés. Esta es la agencia del gobierno de EE.UU encargada de regular los alimentos, medicamentos, equipos médicos, etc. Esta dependencia gubernamental es muy profesional y, aparentemente, aún no ha sido politizada por Trump. Haré referencia a esta agencia, la FDA, varias veces a lo largo de este escrito )
Una estrategia muy mejorable:
La estrategia del gobierno tiene las siguientes debilidades:
1 ) Deja de descubrir la infección en aquellas personas a quienes se les hace la prueba de anticuerpos en los primeros días del desarrollo de la misma. Esta debilidad se empeora cuando tomamos en cuenta que la sensibilidad real de las pruebas que se usan bien pudiesen ser menores a las que los fabricantes dicen que tienen ( la sensibilidad de una prueba es la capacidad que tiene ésta para detectar un caso que se sabe positivo ) . Por ejemplo, una de las pruebas usadas es la de la ya mencionada marca “ Wondfo “. El empaque de esta prueba indica que su sensibilidad es de 86,43 %; pero a juzgar por las denuncias de las que ha sido objeto esta compañía, en varios países, la sensibilidad tal vez es mucho menor.
2 ) Por los traslados de la muestra hasta el laboratorio donde se realiza la prueba molecular, y la consecuente espera de los resultados, se pierde mucho tiempo ( Hay pocos sitios en Venezuela donde se hace la prueba molecular, lo que implica que la muestra muchas veces tenga que ser trasladada distancias muy largas. Un ejemplo dramático que leí en la prensa hace varias semanas: Los traslados desde la isla de Margarita se hacían mediante aviones militares cada tres días ).Tiempo este durante el cual bien podría ocurrir que la persona en espera de los resultados contagie a otra. Es importante también tomar en cuenta que el diagnóstico tardío retarda la oportuna acción médica, en perjuicio de la recuperación ( supone uno que los traslados de las muestras se hacen correctamente, a la temperatura adecuada ).
3) Es costosa porque cada resultado positivo de las pruebas “ rápidas “ de anticuerpos implica no sólo la realización de la prueba molecular que sirve para confirmar, sino el muchas veces muy complicado traslado de las muestras hasta el laboratorio para que esta prueba se realice.
De modo que el estribillo publicitario “ pruebas para la detección temprana del coronavirus “ que el gobierno sistemáticamente repite es de una gran falsedad, ya que el gobierno si es que llega a detectar el virus, lo hace tardíamente. Y para colmo despilfarrando recursos.
¿ Cómo se puede contrarrestar esto ?. Una manera mediante la cual el gobierno puede mejorar su esfuerzo para detectar el virus es pertrechándose de buenas pruebas de antígeno, las cuales sí determinan, a diferencia de la prueba de anticuerpos, si una persona tiene o no tiene el virus. Veamos estas pruebas bajo la lupa:
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