Un pasito más, por Simón Boccanegra
Autor: Simón Boccanegra
No podemos saber, a ciencia cierta, si vamos a terminar yendo al Mundial de fútbol del 2006, pero anoche, en Montevideo, la ilusión pareció tomar forma. Uruguay no será el mejor de la región pero es uno de los grandes y la vinotinto le ganó en su casa, en una de las catedrales del fútbol mundial. La victoria no fue agónica sino clara, contundente, categórica, con tres golazos de la mejor factura futbolística, con el balón en juego. Hasta dónde va a llegar el equipo no sabemos, pero ya no es la “sopa” de los demás, el que le aseguraba tres puntos a cada uno de los otros sino un equipo que sale a la cancha a jugar para ganar y no sólo para evitar una goleada. No es verdad el viejo aforismo del barón de Coubertin de que lo importante no es ganar sino competir.
No, lo importante es ganar.Y ya que vamos de citas pues recordemos también una de Churchill: “no hay sustituto para la victoria”. Ganar entona, alegra, estimula, levanta el ánimo. El que gana no tiene que explicar nada, es el perdedor quien se esfuerza por explicar cómo y por qué perdió. Anoche ganó la vinotinto y, sin embargo, todos lo decimos en el entrañable plural de quien es parte del asunto: ganamos. Fue una simple competencia deportiva, nada de vida o muerte, pero qué sabroso se siente uno pudiendo saludar hoy a los amigos preguntando, con orgullo, “¿viste lo de anoche?” Futbolísticamente los venezolanos tenemos un Ph.D en perder.
Disfrutemos, pues, sin complejos, cuando ganamos. Sobre todo, cuando sabemos que esta vez no es por pura leche sino que hay un plan, un propósito, una voluntad detrás de esos muchachos. Es decir, que hay un ejemplo y una inspiración.