«Una reconversión monetaria en medio de una hiperinflación es una pérdida de tiempo»
La nueva reconversión es una pérdida de tiempo y dinero, dijo el diputado Ángel Alvarado, pues solo servirá durante unos meses para dar efectivo en operaciones de menudeo
Diputados de la Asamblea Nacional electa en 2015 rechazaron, este martes 10 de agosto, la nueva reconversión monetaria aplicada por el Banco Central de Venezuela (BCV), al considerar que no resuelve las razones estructurales de la crisis económica del país.
En particular, el parlamentario y economista Ángel Alvarado aseguró que «una reconversión monetaria en medio de una hiperinflación es una pérdida de tiempo», y está condenada al fracaso al no tratar las causas estructurales de dicho problema.
La reconversión anunciada por el BCV es la tercera en 13 años, tras el bolívar «fuerte» y «soberano» durante los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro. «Esto es un reflejo del fracaso del Banco Central en su política monetaria al tratar de cumplir los objetivos trazados en la Constitución como la estabilidad de precios y la estabilidad del tipo de cambio», argumentó el economista.
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Alvarado recordó que la hiperinflación, que se inició en 2017, es producto de desbalances fiscales que han llevado a un BCV «sin autonomía» a servir de caja chica del Ejecutivo nacional, para cubrir el déficit fiscal año tras año, el ocultamiento de información y la falta de transparencia.
«Ese desorden fiscal ha generado un desorden monetario, como decía, el comienzo de una hiperinflación. Justamente, a los diez meses del inicio de la hiperinflación se dio una reconversión monetaria. A partir de allí, los precios se han multiplicado por 800, y la actividad económica se ha perdido en un 60%», detalló Alvarado en su intervención.
La nueva reconversión es una pérdida de tiempo y dinero, insistió Alvarado, pues solo servirá durante unos meses para dar efectivo en operaciones de menudeo, como el pago de transporte público. «La reconversión monetaria es un maquillaje a los precios, pero que no mejora en nada la situación económica de la población».
Además señaló que durante las reconversiones, en medio de la hiperinflación, se han experimentado los momentos más duros, debido al aumento de precios en bienes y servicios. «Típicamente la reconversión monetaria genera un redondeo hacia arriba en los precios, esto seguramente va a pasar en octubre».
También advirtió que de cara al proceso electoral de noviembre, es probable que aumente la persecución a empresarios, vendedores, comerciantes, por el aumento de los precios tras la reconversión. «Advertimos desde ya que seguramente vendrán otros episodios como el dakazo, en medio de un mayor gasto fiscal y de esta reconversión monetaria».
La hiperinflación está lejos de acabarse en Venezuela, sentenció Alvarado, pues no se han atacado los problemas estructurales de la misma. «La solución está en abatir en seco el proceso hiperinflacionario a través de un programa integral que permita la reducción del déficit fiscal».
En su opinión, también debería darse una asistencia integral de organismos multilaterales, en forma de derechos especiales de giro -accesibles a través del Fondo Monetario Internacional-, pues «sería lo más fácil y llevadero para el pueblo venezolano».
Reconversión = maquillaje
Por su parte, el diputado José Ricardo Salazar coincidió con Alvarado en que la nueva reconversión monetaria «no es más que un maquillaje para limpiarle la cara a este proceso destructivo», que se ha desarrollado desde Hugo Chávez hasta la actualidad.
Todo este proceso, a juicio de Salazar, «ha significado la destrucción de la economía, el empobrecimiento masivo de los venezolanos. Ha sido uno de los factores del aumento de la diáspora, que la capacidad productiva esté destruida».
Además señaló que no hay una disciplina fiscal que pueda ponerle coto al Ejecutivo y acabar con la dependencia del Banco Central de Venezuela.
Mientras que Joaquín Aguilar aseveró que en esta nueva reconversión se le dio el apellido al bolívar de digital, «porque saben inteligentemente que no van a tener ni el tiempo ni los dólares para mantener billetes circulando en la calle durante mucho tiempo».
También dijo en su intervención que «el socialismo le ha quitado 14 ceros a la moneda para poder mantenerla. La destrucción de la economía venezolana sigue el plan del modelo cubano», al tiempo que señaló que «los que piden rectificación económica a este régimen están arando en el mar».
Omar González, a nombre de la fracción 16 de julio, dijo habían pasado horas cuando ya bienes y servicios habían multiplicado sus precios, y que tampoco se conoce si la nueva familia de billetes y monedas estará disponible en la calle para octubre.
Coincidió con Salazar y Alvarado al llamar la reconversión como un «maquillaje económico» que no soluciona los problemas estructurales de la crisis, pues «el borrón de ceros aumentó la hiperinflación y terminó por guillotinar los salarios de muchos trabajadores en el país».
También manifestó que la reconversión no es la solución, «es otro producto de la crisis que en poco tiempo se comerá este bolívar que lleva como apellido digital».
Crisis en el sector salud
Los diputados de la AN electa en 2015 también debatieron sobre la crisis del sector salud, agravada por la emergencia humanitaria que vive el país desde 2017. El diputado Virgilio Ferrer inició el debate recordando el aumento de la mortalidad materno infantil, debido a la debacle.
“Anteriormente en la década del 80 y hasta el año 2000, eran muertes que no representaban ni el 3% de la población venezolana. Hoy con gran asombro podemos decir que desde el año 2015 se ha incrementado la muerte materna en los centros públicos”, dijo Ferrer, al tiempo que destacó la falta de cifras epidemiológicas desde hace al menos cuatro años, que deberían ser emitidas por el Ministerio de Salud.
El diputado dijo que hace unos días, una mujer en Zulia tuvo que parir en una plaza frente a un centro de salud debido a que no era aceptada por la falta de cupos y material médico quirúrgico para atenderla. En días pasados también se registró la muerte de una mujer en la Maternidad Concepción Palacios, al no poder ser atendida.
“Esas son las cosas que tenemos que seguir denunciando”, sentenció el parlamentario, quien fue apoyado en este punto por la diputada María Teresa Pérez.
Rafael Veloz recordó durante el debate que estamos frente a una pandemia, donde la población infantil, mujeres e indígenas son los más afectados por la falta de insumos y medicamentos.
También se refirió a la distribución a partir de agosto de las vacunas Sinovac y Sinopharm a través del mecanismo Covax, pero destacó que no hay información sobre la recepción de segundas dosis de la Sputnik V. “Con Covax sí hubo reclamos, pero con Rusia lo que hay es silencio”.
El diputado exigió que se hable claro “y se le diga al país cuándo llegarán las vacunas”, en su primera y segunda dosis, de Sputnik V. Además, indicó que se debe presentar al país un plan de vacunación transparente, con prioridad para personal de salud y población mayor, con centros organizados para evitar las largas colas.
Por su parte, el diputado Williams Dávila mencionó la muerte de la adolescente Niurka Camacho, en espera de un trasplante renal. “En un país con un gasto en armamento, con financiamiento a unas elecciones direccionadas como vimos con el PSUV, ese dinero debería ir a centros de salud”.
No es solamente el tema del coronavirus, dijo Dávila, sino de enfermedades que habían sido erradicadas o controladas como la poliomielitis, el dengue y la malaria. “Esto es un sistema de salud que no funciona, que ni siquiera funcionan las cifras para la atención médica primaria que permita el control de estas enfermedades”.
Por último, la diputada Dinorah Figuera dijo que actualmente se está ante la peor situación de salud pública en Venezuela por la falta de vacunas para inmunizar a los niños de enfermedades infecto contagiosas, jóvenes y adultos que mueren por falta de un trasplante, o el aumento de casos y fallecidos por covid-19 sin verdaderas cifras epidemiológicas de esta enfermedad.
“El recurso humano hospitalario y ambulatorio son los peores pagados del mundo y tienen que trabajar sin las medidas de bioseguridad necesarias poniéndose en riesgo, cuando Venezuela es el país con mayor número de trabajadores fallecidos”, destacó.