Venezolano que ya tenía estatus de refugiado en EEUU también fue deportado a El Salvador

Un joven venezolano fue detenido y deportado a El Salvador tras ser señalado de pertenecer al Tren de Aragua debido a sus tatuajes. A pesar de tener el estatus de refugiado y ningún antecedente penal, fue expulsado a la prisión de máxima seguridad CECOT, denuncian sus familiares aclarando que los tatuajes fueron hechos en su juventud y no son prueba de crimen alguno
A pesar de cumplir con todos los requisitos legales para ingresar a EE.UU. como refugiado, E.M., un joven de 29 años, fue deportado a una prisión en El Salvador tras ser detenido bajo sospechas infundadas por tener tatuajes, publicó el medio estadounidense Miami Herald.
La historia
- E.M. y su pareja, Daniela Palma, huyeron de Venezuela en 2021 para escapar de la persecución del gobierno y colectivos armados. Durante dos años, trabajaron en empleos informales en Colombia mientras solicitaban protección como refugiados en EE.UU.
- En enero de 2025, el sueño de comenzar una nueva vida parecía cumplido cuando obtuvieron el estatus de refugiados y llegaron a Houston. Pero en el aeropuerto, E.M. fue detenido por agentes de inmigración, quienes argumentaron que sus tatuajes eran prueba de una posible afiliación con el Tren de Aragua, una banda criminal venezolana.
- Los tatuajes de E.M. incluyen una corona, un balón de fútbol y una palmera, y fueron hechos hace más de una década, cuando él era aún un joven. Sin embargo, a pesar de no tener antecedentes penales y de haber pasado rigurosas verificaciones de antecedentes, las autoridades de inmigración lo vincularon erróneamente con la banda basándose en los tatuajes, lo que generó su detención y posterior deportación a El Salvador.
- E.M. pasó dos meses en tres centros de detención en Texas antes de ser enviado al Centro de Confinamiento del Terrorismo (CECOT) en El Salvador, una prisión de máxima seguridad conocida por sus condiciones extremas.
El contexto
- Los tatuajes de E.M., que incluyen una corona, un balón de fútbol y una palmera, fueron realizados hace más de una década y no tienen relación con actividades delictivas. Sin embargo, las autoridades de Texas los consideraron sospechosos, basándose en generalizaciones sobre miembros del Tren de Aragua. Expertos han señalado que esta banda no utiliza tatuajes específicos para identificarse.
- E.M. no es el único refugiado venezolano afectado. Jerce Reyes Barrios, un exfutbolista y activista contra el régimen de Nicolás Maduro, también fue deportado a El Salvador bajo acusaciones similares. Ambos casos están vinculados a la aplicación del Acta de Enemigos Extranjeros, una ley del siglo XVIII invocada por la administración Trump que permite la deportación sin debido proceso.
Qué dicen
- «Es injusto criminalizar a todos los venezolanos. Tener un tatuaje o nacer en Aragua no significa ser miembro de una banda,» afirmó Palma, quien fue deportada a Colombia tras la detención de su pareja.
- «Él no es un criminal, es un hombre trabajador y apasionado por el deporte,» dijo Noel Guape, tío de E.M.
- Organizaciones como Catholic Charities of Dallas, que esperaban ayudar al joven a integrarse en EE.UU., han denunciado la falta de transparencia y las arbitrariedades en el proceso migratorio.
El panorama general
- Las deportaciones de refugiados venezolanos a El Salvador han generado críticas de abogados y organizaciones de derechos humanos, quienes alertan sobre los peligros que enfrentan en una prisión conocida por violaciones a los derechos humanos.
- Estas medidas también reflejan un endurecimiento de las políticas migratorias de EE.UU., que parecen priorizar sospechas infundadas sobre los derechos garantizados por tratados internacionales.
Qué sigue
- Familias y abogados han comenzado acciones legales para detener las deportaciones y exigir justicia para los refugiados detenidos.
- Palma, junto con la familia de E.M., busca visibilizar su caso y obtener apoyo para demostrar su inocencia: «Mi novio no es definido por un tatuaje o su lugar de nacimiento. Exigimos justicia.»
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