Venezolano tras fin del parole: Yo aposté todo por estar aquí, no quiero regresar

Los más de 117 mil migrantes venezolanos que llegaron a EEUU por medio del parole humanitario se enfrentan a un futuro incierto tras la revocación de este beneficio por parte del gobierno de Donald Trump. Estos ciudadanos tienen un mes para que se les cancele su permiso de trabajo y cualquier otra protección contra la deportación
Antonio Colmenares* es un migrante venezolano, de 30 años de edad, que llegó con su madre y su padrastro a Estados Unidos en mayo de 2024 a través del programa de parole humanitario. La reciente decisión del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, de revocar este beneficio migratorio deja a su familia en incertidumbre.
«Yo estaba en mi casa revisando X cuando me enteré de la noticia. Cayó mal en la casa porque todos entramos con parole y esto nos pone en una situación de incertidumbre», cuenta Colmenares desde Carolina del Sur a TalCual.
«Estas son medidas autoritarias que prueban hasta dónde puede llegar su poder (de Trump). No es el actuar de un presidente, sino de un dictador en potencia», sentencia este caraqueño.
Esta no es la primera vez que Antonio Colmenares se enfrenta a un proceso migratorio. Hace ocho años salió de Venezuela. «Esta es mi tercera migración. Primero salí con mi mamá a Colombia, luego a Perú, donde conocimos a su esposo, que también es venezolano. Ahora estamos aquí», resume.
Colmenares y su familia son parte de los cientos de miles de venezolanos que llegaron a EEUU de manera regular con parole. Expone que llegaron por un aeropuerto, les tomaron las huellas, sus nombres completos, les tomaron fotografías, entregaron todos sus documentos y pagamos impuestos: «Las autoridades saben dónde vivimos y dónde trabajamos», dice.
La familia de Antonio Colmenares inició un proceso de asilo, pero aún no cuenta con un abogado. El joven explica: «Solo estamos con un paralegal (profesional que presta apoyo a abogados en redacción de documentos) haciendo el proceso del asilo, valiéndonos de que hicimos las cosas bien», comenta. Estos venezolanos tienen la cita para la toma de huellas en la primera semana de abril, «de ahí no sé qué pasaría con nosotros, con los permisos de trabajo, qué pasa con el DNI. No tengo idea».
Más de medio millón de migrantes fueron beneficiados por el parole humanitario, que permitía la entrada legal de unas 30.000 personas al mes. Los más favorecidos fueron los haitianos, con 211.040 migrantes, seguidos de los venezolanos con 117.330, cubanos con 110.240 y los nicaragüenses con 93.070.
El temor y la incertidumbre llegó a esta familia desde que Trump tomó el poder el pasado 20 de enero. Colmenares comenta que tenía idea de que algo podría pasar por las medidas que el mandatario ha tomado en tan solo dos meses de haber llegado a la Casa Blanca: «Ha sido un ataque directo a la población migrante y, en particular, a la venezolana», considera.
Desde su llegada a Estados Unidos, Antonio Colmenares trabaja como mesero. Es comunicador social de profesión y en Perú ejerció como periodista independiente cubriendo temas de migración: «Es un tema que moviliza, pero vivirlo en carne propia es diferente», reflexiona.
Con la eliminación del parole humanitario, esta familia se enfrenta a decisiones difíciles. «Mi mamá y mi padrastro pensaron en regresar a Venezuela en los primeros días de Trump. Para mí, volver a Venezuela es la opción más difícil. No quiero regresar», afirma.
No obstante, si volver a su tierra natal es la única alternativa que se le presenta, le va a tocar aceptarla. «Yo aposté todo para estar aquí. Es difícil que en tan poco tiempo ocurra esto, pero si no queda más opción, tendré que regresar».
Tras las recientes medidas migratorias anunciadas por Trump, la familia de Colmenares ha tomado precauciones: «Estamos en Carolina del Sur, en un pueblo cerca de la capital, y eso nos ha ayudado. No hemos visto redadas, pero hemos limitado nuestras salidas. No viajamos fuera del estado por temor a lo que pueda pasar».
La medida de eliminación del parole humanitario entrará en vigor el 24 de abril, fecha en la que se cumplirán 30 días desde su publicación oficial, prevista para este 25 de marzo, según informó el Departamento de Seguridad Nacional.
La cancelación del parole humanitario implica la pérdida del permiso de trabajo y de las identificaciones. Para este caraqueño ese panorama es sinónimo de «quedar en el aire».
Antonio Colmenares tiene un mensaje para las autoridades estadounidenses: «Les pediría empatía y cordura. Le hablaría al poder judicial para que ponga freno a Trump», añade.
Colmenares no pierde las esperanzas de quedarse a vivir en Estados Unidos, a pesar de la incertidumbre. Dice que su mayor anhelo es hacer su familia allá. Sin embargo, al igual que miles de migrantes, esta familia se enfrenta a la posibilidad de que su sueño americano se desvanezca en cuestión de semanas.
Antonio Colmenares* es un nombre ficticio para proteger la identidad del migrante
*El periodismo en Venezuela se ejerce en un entorno hostil para la prensa con decenas de instrumentos jurídicos dispuestos para el castigo de la palabra, especialmente las leyes «contra el odio», «contra el fascismo» y «contra el bloqueo». Este contenido fue escrito tomando en consideración las amenazas y límites que, en consecuencia, se han impuesto a la divulgación de informaciones desde dentro del país.