Venezuela: primer fundador de CAF en rebajar su participación accionaria
El chavismo ha utilizado en estos 20 años todos los mecanismos posibles para financiarse, incluso en tiempos de altos ingresos petroleros. Pero ese apetito voraz lo lleva ahora a vender sus acciones en un ente multilateral, CAF, dejando indefenso al país de contar con nuevos préstamos
Venezuela, junto a otros países de la comunidad andina, creó en 1968 la Corporación Andina de Fomento (CAF), por lo que además de ser uno de los tres principales accionistas es el que más financiamiento ha recibido del organismo desde que comenzó oficialmente operaciones en 1970. Ello sin contar que es el país donde se encuentra su sede principal. Pero también se convierte en el primer socio fundador en vender parte de su participación accionaria, con el solo propósito de pagar… una deuda.
Varias alertas hubo el pasado tres de marzo sobre la intención de la administración de Nicolás Maduro de vender 20% de las acciones de Venezuela en el ahora Banco de Desarrollo CAF. El diputado de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional, Ángel Alvarado, denunció que en el directorio del organismo se aprobaría la venta de este paquete accionario al multilateral, como una forma de cobrar parte de los 3.600 millones de dólares que el país le adeuda.
Y en efecto ocurrió: Argentina, Colombia, Bolivia, Paraguay y Ecuador aprobaron en una reunión realizada en Buenos Aires, esta operación en pro de la sanidad del balance financiero de la CAF.
El directorio de CAF está compuesto por representantes de los accionistas de las series A, B y C, pero solo 11 países ostentan acciones clase A y B, entre ellos Venezuela; el resto de las ocho naciones que integran el organismo como España, México y República Dominicana cuentan con acciones tipo C.
De acuerdo a la operación aprobada recientemente, Venezuela estaría vendiendo 20% de sus acciones clase B. Según el último reporte trimestral financiero de la CAF a septiembre de 2019, el socio fundador ostenta un total de 844.590 acciones y una participación accionaria de 16% del total, de los cuales 1.200 son acciones clase A y 843.390 clase B.
Un documento dado a conocer por el diputado Alvarado sobre los términos de la operación autorizada por el directorio de la CAF, señala que Venezuela tendrá seis meses para ejecutar la venta de 168.918 de sus acciones clase B, por lo que de llevarse a cabo, el país pasaría a tener una participación accionaria de 12,7% al quedarse con un total de 675.672 acciones.
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Por cierto, la última vez que Venezuela incrementó su participación accionaria en el organismo fue en el año 2010, bajo la tutela del exministro de Economía y Finanzas Alí Rodríguez Araque.
«Una situación excepcional»
Este jueves 5 de marzo a través de una nota de prensa, el Banco de Desarrollo CAF dio a conocer los puntos de la XVIII Asamblea Extraordinaria de Accionistas que se llevó a cabo el pasado 2 de marzo en Buenos Aires, en la que se señala la aprobación de «una Facilidad de Liquidez Temporal para Situaciones Excepcionales». Este mecanismo garantiza la permanencia en el directorio de los países accionistas que accedan al instrumento, así como la continuación de las operaciones de la institución en el país.
Aunque no se informa sobre si este mecanismo fue utilizado por Venezuela, se infiere la posibilidad de que el representante de Maduro en la CAF haya optado por usar el mecanismo de Facilidad de Liquidez Temporal, ya que su objetivo busca «minimizar el impacto de circunstancias de riesgo macroeconómico en sus países miembros».
En el documento del organismo se establece además que el programa se creó para las naciones que hayan perdido más del 15% del Producto Interno Bruto (PIB) en un año, muestren tasas de inflación de más de 100% y cuenten con reservas internacionales menores a seis meses de importación.
Como se recordará, en el año 2018 la CAF aprobó un préstamo por $500 millones al Banco Central de Venezuela (BCV) para que éste lo transfiriera al gobierno venezolano a través del Ministerio de Finanzas para cumplir con una deuda, precisamente con el propio organismo multilateral. Esta negociación también fue criticada en su momento por representantes del Parlamento venezolano, ya que lo recursos no fueron destinados a financiar un proyecto de infraestructura sino para cancelar acreencias.
Con la crisis económica, Venezuela ha dejado de honrar varios de sus compromisos de deuda, especialmente con los tenedores de bonos colocados en el mercado internacional y hasta con organismos multilaterales. Desde hace varios años padece de una merma vertiginosa de sus ingresos petroleros debido a la caída de la producción de crudo y tras las sanciones petroleras y financieras al régimen de Maduro por parte del gobierno de Estados Unidos.
Al chavismo se le agotan todas las alternativas para financiar la operatividad del país, luego de haber utilizado todos los mecanismos posibles, incluso en tiempos de bonanza. A las colocaciones de títulos en los mercados internacionales, a la venta de importantes activos del país en el exterior, a la venta de Derechos Especiales de Giro (DEG) de las reservas internacionales del BCV, al uso de los préstamos otorgados por gobiernos aliados como China y Rusia, se le suma ceder sus acciones en la CAF.
Se desconoce si efectivamente Maduro tomará la decisión de abandonar a este organismo multilateral que Venezuela ayudó a construir. De ser así, se convertiría en una opción menos para un nuevo gobierno que necesite de montos importantes en recursos para la reconstrucción del país.