Venezuela tiene las instituciones más débiles de América, según Cedice Libertad
El Índice de Calidad Institucional 2020 destacó la influencia de la desinformación en la opinión pública y las protestas ocurridas en América Latina, incluida Venezuela para las «reglas de juego» de la sociedad. El país repite en el último puesto de la región
La Red Liberal de América Latina (Relial) de la que forma parte el Centro para la Divulgación del Conocimiento Económico para la Libertad (Cedice Libertad) calificó por tercer año consecutivo a Venezuela como el país con las instituciones más débiles del continente americano, al ubicarlo en el puesto 181 de 188 países evaluados por el Indice de Calidad Institucional (ICI 2020).
El ICI 2020 es una investigación elaborada por el economista Martín Krause que utiliza ocho indicadores de calificación presentados en dos grandes categorías: instituciones políticas (estado de derecho, libertad de prensa, percepción de la corrupción, voz y rendición de cuentas) y área económica (competitividad global, capacidad de hacer negocios y libertad económica).
Krause parte del concepto de instituciones entendidas como «las reglas de juego, formales e informales, que permiten mayor coordinación y cooperación de los individuos en la sociedad».
El estudio data de organizaciones como el Banco Mundial, Transparencia Internacional, Freedom House y el Fraser Institute.
En relación a Venezuela, el país obtuvo un puntaje de 0,024 en instituciones de mercado y 0.0089 en instituciones políticas. El máximo a obtener en cada categoría es de 1. La puntuación más alta obtenida en el continente fue de Chile, que se ubicó en el puesto 23 a nivel mundial.
Freno a las Fake News: reto para las instituciones
Cada año, el ICI analiza la incidencia de temas políticos o socioeconómicos en la calidad institucional. En esta oportunidad, el tema global fue la información y desinformación.
Esta investigación destaca la incidencia de la opinión pública en la calidad institucional y la relación entre ella y la información difundida a través de medios de comunicación y RRSS.
A juicio de Krause, responsable de la investigación, consideró que existe una estrecha vinculación entre las instituciones y el fenómeno calificado como «fake news» al que define como «un término nuevo, pero no es nuevo el concepto». En el mismo orden de ideas, dijo que el análisis tiene como objetivo controlar la desinformación, puesto que esta puede poner en riesgo instituciones como la libertad de prensa y tener como efecto la censura.
«La sociedad está aprovechando las oportunidades de elección que brindan los cambios producidos en la producción y distribución de información. También, se ha preocupado porque en medio de todos esos rápidos cambios han surgido fenómenos como las fak news, que debilitan el rol de control de poder que cumple la prensa», señaló el autor.