Venezuela TV, por Simón Boccanegra
Hay un proyecto anunciado por el gobierno al cual le deseamos éxito de todo corazón, siempre que sea para cumplir con el viejo sueño de una televisión pública de alta calidad y mucha penetración, capaz de operar como una alternativa a la mediocre televisión privada. Es la anunciada Venezuela TV. Pero para que no sea una reproducción del canal 8, confiscado políticamente por el gobierno y con su tradicional baja calidad, ni una mera rocola de enlatados, así sean muy buenos, como Vale TV, habría que dotarlo de una conducción autónoma, cuyo paradigma, para este minicronista, siempre ha sido la BBC británica. ¿Será mucho pedir? ¿Necesitamos los milenios de cultura que están detrás de la sociedad inglesa? NO. Es posible hacer buena televisión estatal siempre que ella pueda ser protegida de los avatares y contingencias políticas. En verdad, de quien más habría que proteger a Venezuela TV es del propio gobierno. Si la posibilidad de una televisión de alta factura cultural naufraga en la intención, utilizar los dineros públicos para un instrumento sectario y bajamente político, al servicio de un partido, el pueblo le pagará con la misma moneda de indiferencia con la cual retribuye hoy al canal 8, y la televisión privada seguirá reinando indisputada en el reino de la mediocridad.
Sería otra oportunidad perdida. Ojalá que no.