Venezuela y la tragedia de valores, por Griselda Reyes
Twitter: @griseldareyesq
De toda la atroz crisis que ha sometido a nuestro país por las últimas dos décadas, el tema social pareciera ser el más difícil de recuperar. Entendemos que en materia económica resarcir los daños estructurales que la corrupción ha socavado es una tarea ardua, pero la gente vale mucho más que nuestra reserva petrolera, la más grande del planeta.
¿Por qué digo esto? Hace semanas dediqué unas importantes líneas de reflexión al tema de la juventud que se estaba perdiendo, muestra de ello fueron varios feminicidios que sucedieron en el país. Hay una tragedia silente que hoy envuelve a mujeres y niños, víctimas de pedofilia.
Los términos paidofilia y pedofilia se usan en las ciencias de la salud para referirse a una parafilia que consiste en la excitación o el placer sexual que obtiene una persona adulta al llevar a cabo actividades o al tener fantasías sexuales con niños
Seré más precisa: Hay un tema de denuncias frecuentes en la prensa nacional de hombres que abusan de menores de edad. ¿Qué hay que tener en el cerebro, qué sentimientos debe tener alguien para llegar a esta desviación sexual?
Se trata de un tema gravísimo que no podemos seguir pasando debajo de la mesa. Padrastros abusando de los hijos de sus parejas, tíos y primos embarazando a niñas que acaban de descubrir la pubertad. Niños violados y abusados por vecinos. Un solo caso ya es una tragedia nacional, aquí –en nuestro país– sucede en mucha mayor cuantía.
En octubre de 2020, la agencia española Efe publicó un reportaje titulado «La pederastia, el otro «brote» que estremece el oeste de Venezuela». En este importante reportaje reseñaba el caso del llamado «Monstruo de Barrio Bolívar», quién confesó haber abusado sexualmente de más de 100 niños en el estado venezolano de Zulia, caso que permitió descubrir un brote de pederastia en esta región fronteriza con Colombia.
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Para el mismo año, el Ministerio Público venezolano contabilizó, en voz del fiscal general de la República, Tarek William Saab, para un período de dos años 8.966 casos de delitos de abusos sexuales contra niños, niñas y adolescentes. Entiendo, según la extensa lectura que desarrollé antes de destacar este tema, que el mismo despacho ha habilitado un centro de denuncias anónimas para atender esta realidad.
Para mí que soy madre a tiempo completo y represento en el país al Comité de Mujeres Líderes de las Américas; es un tema supremo en sensibilidad al que deben abocarse todos los cuerpos del Estado y la sociedad civil para promover la concientización en esta materia.
Punto y aparte, debo hacer especialmente a las madres. El cuidado de nuestros hijos debe ser prioridad para todos nosotros. Entendiendo que cada hogar es una realidad distinta, y que la coyuntura país nos obliga muchas veces a trabajar de sol a sol, nada debe ser más importante que la seguridad e integridad de los pequeños de la casa.
La sobrevivencia de la juventud
No quiero cerrar este artículo sin hacer un llamado a las jóvenes que ven en adultos mayores una esperanza para sobrevivir. A pesar de no tratarse del mismo tema, no podemos negarnos a una realidad que es del tamaño de una catedral. Cada día en nuestro país es más común ver a jovencitas ampararse bajo la asistencia financiera.
A todas ellas, mi consejo honesto y con afecto: El trabajo honesto si da resultados.
Grisela Reyes es empresaria. Miembro verificado de Mujeres Líderes de las Américas.
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