Verde que te quiero verde, por Simón Boccanegra
El 21 de enero se anunció el control de cambios y fue congelado el mercado cambiario. Van ya 45 días sin que se hayan realizado operaciones con dólares en un país que importa el 60% de los alimentos y de los insumos para su industria.
Un control de cambios es siempre un engorro y más un problema que una solución. Pero este minicronista no se va a meter en honduras macroeconómicas sino en algo más profano. En los peligros de colocar fundamentalistas morales al frente de una oficina tan compleja.Ya una vez pasó, con la OTAC de Caldera, que el país fue económicamente paralizado por un cartujo que pretendía otorgar dólares desde una perspectiva moral. Ahora, Cadivi ha sido tomada por Adina Bastidas, que a los reparos moralísticos frente a los solicitantes de dólares une los políticos. Mientras Adina investiga si hay trazas golpistas en los recaudos presentados para la solicitud de los greenbacks, el país comienza a vivir los efectos de un segundo paro. Ahora no son los dos Carlos y los dos Fernández quienes tienen paradas las actividades productivas, sino Doña Adina. El profesor Maza Zavala lanzó un alerta: “Es hora de vender divisas”.