Víctor Salmerón: «Venezuela vive una economía despiadada y contrastante»
El periodista especializado en información económica Víctor Salmerón, señala que la economía venezolana comenzó a caer en 2014 y acumula siete años consecutivos de caída. Es una recesión muy larga. El tamaño de la economía se ha reducido a un tercio de lo que era ese año
“Yo diría que el colapso que ha habido del Socialismo del Siglo XXI ha dado paso a una economía despiadada y contrastante”, afirma el periodista especializado en información económica, Víctor Salmerón, en el espacio Conversaciones de la Asociación Diálogo Ciudadano que conducen Alejandro Martínez Ubieda y Txomin Las Heras Leizaola y que reproduce TalCual.
“Digo despiadada porque Venezuela ha dejado de ser un país petrolero – su producción petrolera cayó a los niveles de 1940-, lo que hace que el Estado antes todopoderoso sea ahora muy pobre y todos los que dependen de él, pensionados y trabajadores públicos, ahora están teniendo unas pensiones simbólicas y unos salarios muy bajos. Sin embargo, eso ha llevado al gobierno a una apertura de facto, a que circule libremente el dólar, a desregular los precios, lo que ha dado impulso a algunos sectores. Por eso hablo de la característica contrastante. Así, vemos sectores que de alguna manera están mejorando su situación y tiendas repletas de productos importados, empresas que empiezan a dar servicios de internet por fibra óptica y la reinauguración del emblemático Hotel Humboldt, en Caracas”, afirma Salmerón.
*Lea también: Luis Carranza renuncia a la presidencia de CAF en medio de polémica sobre su gestión
Pero qué sostiene la economía, le preguntamos al periodista económico “Hay varios factores. Existen unos sectores que exportan, aunque en unas cantidades muy bajas en comparación con las que recibía Venezuela por el petróleo -un promedio de 44.000 millones de dólares anuales contra 4.000 millones ahora-, como por ejemplo el sector agrícola en el caso del frijol chino, el cacao y los camarones, donde se espera que se llegue a este año a 3.000 millones de dólares. Luego hay una franja de la población que tiene ahorros en el exterior -de Venezuela siempre se ha dicho que algunos de sus ciudadanos tienen 150.000 millones de dólares en el exterior- y esos venezolanos están utilizando sus ahorros para gastos dentro de Venezuela. También tenemos remeses que envían desde el exterior y nuevas fuentes de las cuales el gobierno obtiene ingresos, como la extracción de oro que exporta de una manera muy turbia a países como Turquía. Todo eso es lo que trae esos dólares que han ingresado a Venezuela y que han desplazado a la moneda nacional”.
Hay dos realidades. Los venezolanos que están teniendo ingresos en dólares… El colapso del petroestado obligó al Estado a depender de la empresa privada. El gobierno necesita que sea la empresa privada la que produzca, la que importe, la que traiga y eso lo llevó a eliminar el control de cambios y de precios. Era la única manera de que eso sucediera. Entonces el dólar comenzó a circular libremente, lo que explica que las empresas del sector privado están pagándole bonos en dólares a sus trabajadores. También tienes profesionales como los médicos que han ajustado el costo de sus consultas -hace año y medio podías estar en el equivalente a 20 dólares y hoy en un mínimo de 100 dólares-, por lo que esas personas están mejor que hace un año, mientras quienes dependen del Estado tienen una pensiones equivalentes a 2 dólares o unos salarios que no llegan a los 4 dólares como es el caso de los profesores universitarios, por lo que esas personas dependen de las cajas de comida que reparte el gobierno o de dedicarse a otras actividades, como por ejemplo profesores universitarios que están haciendo de taxistas pues de esa manera tienen un mayor ingreso. Ese es el día a día, el que está en dólares puede surfear de mejor manera una hiperinflación que se mantiene y que es galopante y el que está en bolívares sufre mucho más el impacto de esa hiperinflación. El nuevo billete de un millón de bolívares, tomando en cuenta que Hugo Chávez les quitó tres ceros a la moneda y Nicolás Maduro le resto cinco ceros, ese billete de un millón serían 100 billones de bolívares que no compran un kilo de café. Eso nos ilustra el colapso que ha habido en la moneda venezolana.
La economía venezolana comenzó a caer en 2014 y acumula siete años consecutivos de caída. Es una recesión muy larga. El tamaño de la economía se ha reducido a un tercio de lo que era ese año. Ahora depende de un sector privado que también tiene severos problemas, Primero, que el mercado se le hizo muy pequeño y segundo que el estado que antes era un cliente muy importante de esas empresas ya no está. Muchas de esas empresas montadas en los momentos de esplendor de la Venezuela petrolera hoy están trabajando al 10 por ciento de su capacidad. Además, hay una serie de limitaciones como las fallas de los servicios públicos, las caídas del servicio de electricidad, un internet deficiente y déficit de combustible. La economía este año va a dejar de caer, pero no va a crecer de manera importante. Yo diría que va a ser una especie de estabilización en el foso. Sumaría esto un sector financiero muy pequeño que ha quedado pulverizado y que no tiene capacidad de apuntalar con créditos una recuperación importante de la economía.