Vivezas, por Simón Boccanegra
Previendo que Chávez va a perder el referéndum revocatorio, los negociadores del gobierno han dicho que constitucionalmente nada impide a un gobernante revocado participar en la elección subsiguiente. Es verdad que la Constitución no dice nada al respecto, pero es que no es necesario que lo diga. Sería contra toda lógica que un “tumbaíto” en referéndum pudiera aspirar a gobernar inmediatamente al mismo pueblo que ya lo repudió. Sería como establecer que para revocar a un gobernante hay que ganarle dos veces. No fue ese el espíritu del constituyente cuando creó la figura el referendo revocatorio. Este existe para dar al pueblo la posibilidad de destituir sin apelación a un mandatario.
Más adelante podría competir, pero un mes después de su salida sería absurdo que pudiera hacerlo. Un gobernante revocado –lo que implica una decisión de mayoría absoluta – mal puede volver al poder un mes después por una decisión electoral de mayoría relativa. Sería una crisis política de marca mayor. Una cosa distinta es que las partes alcancen en la Mesa de Negociación y Acuerdos, por razones políticas, una salida de esa naturaleza. Eso sería distinto.Pero creer que una interpretación tan ilógica se puede imponer unilateralmente es no querer salir de la crisis.