Vuelvan caras…, por Marisa Iturriza
Usualmente el 9 de diciembre se conmemoraba la Batalla de Ayacucho, ganada por los patriotas en la guerra de independencia contra el dominio español en nuestro continente, pero en este 9-12-18, eso, como se suele decir, “pasó por debajo de la mesa” debido a unas elecciones municipales, de esas que parecen salidas del curioso “sistema de repente”, ante las cuales la oposición -para variar- no pudo ponerse de acuerdo para que todos votáramos o para que todos nos abstuviéramos, dilema si-o-no para el votante convicto y confeso que, cual caricatura del Andrea de Ledezma que enfrentó solitario a los piratas, acude para que sepan que, aunque sea uno solito, hubo alguien que mediante su voto expresó su opinión.
Ya que andamos en una de militarismo rampante, ya se sabe, rodilla en tierra, revolución pacífica pero armada, batallas imaginarias, drones conspiradores y toda esa parafernalia; opositores atención: Como en Queseras del Medio la tropa realista superaba altamente a la de los lanceros, éstos se retiraron como si perdieran. Los realistas se lo creyeron, pero que va, al grito de “Vuelvan Caras” los lanceros se devolvieron y ganaron esa batalla mediante una estrategia digna de ser estudiada, líderes opositores.
Bueno, hay que tomar en cuenta que, en ese entonces, los lanceros de tal episodio comían completo. Sobre todo carne. Pura proteína de la buena.
Si no hubiera sido por esa proteína no expropiada y accesible al pueblo, los llaneros no hubieran resistido el esfuerzo tremendo que significó la Campaña Admirable. Hoy, en busca de ingesta y muchas otras cosas, gran cantidad de ciudadanos huye por los mismos caminos en lo que –lamentablemente– podría denominarse la campaña miserable.
Debemos unirnos en Campañas en pos de la libertad, la justicia y el progreso así no sean tan brillantes como Ayacucho o Queseras del Medio, ni tan Admirables como esa que forma parte de la inspiración del himno que mamá decía que era el más bonito de todos, en el cual, ante la resignación que el Bravo Pueblo expresa a el vil egoísmo que otra vez triunfó, el llanero que cruza libre este suelo que su lanza y valor libertó afirma Y si ayer a la voz de Bolívar/respondieron los bravos centauros/ceñiremos de nuevo mas lauros/si se alzare un tirano ante nos. Señores conductores de la política, para poder decir que el poder colonial sucumbió
¡Vuelvan caras!