¿Y si hacemos un Bukele?, por Omar Pineda
Twitter: @omapin
Muy al estilo del género acción hemos visto la toma militar del centro penitenciario que los venezolanos –quienes viven en el país como los que residen afuera– saben era un exclusivo mall, tan bueno que ríete tú del Sambil de Chacao. Con discotecas, luces de neón, un supermercado, venta de celulares y drogas, y unas jevas montando su Pole Dancing. Digo todos lo sabían, menos Nicolás, Diosdado y el general Padrino López.
Pues bien, de aquellas zonas de paz y los diálogos con el malandraje surgió la impunidad del Tren de Aragua y el mandato de los pranes y sus luceros en las prisiones. Ahora comprueban que la cosa no salió tal y como lo esperaban, y el único pran que se retrató con la ministra Fosforito fue el Conejo, a quien su misma gente lo tiró pal techo.
Pero, ven el calendario y coño: tenemos encima la campaña electoral y no solo bajamos en las encuestas, hasta en las de Luis Vicente León, sino que para más colmo María Corina y los demás candidatos están alborotando el patio.
Para completar ese man de Bukele se pasea en la ONU dándose bomba con la pacificación de El Salvador. ¡Dame letra, Jorge! parecía clamar un Nicolás desesperado.
Ya hicimos el viaje a China y algún patriota subiremos en un cohete a la luna, pero esta vaina no parece ser suficiente.
Es entonces cuando Jorge Rodríguez, apelando a esa sonrisa siniestra, copiada del Joker, con la que suele dar respuestas a las situaciones más acuciantes pronuncia la frase mágica.
–¿Y si inventamos un Bukele?
–¿Cómo? Pana, explícamelo despacio… mira que a mí me cuesta entender esas vainas complejas.
–Facilito, Nicolás… Montamos un operativo porque ¡qué casualidad! se piraron los jefes de Tocorón. Aparecemos con la toma sorpresa y llamamos a los chamos de Telesur y Venezolana de Televisión, más los tres influencers aquellos, para que transmitan en directo, y ¡zúas! recuperamos los puntos en favor de la seguridad ciudadana.
–Coño, Jorge… Eres un crack. Llámate a Padrino y hagamos esa vaina. Pero hay que darle ya y con fuerza.
–Es más, Nicolás, te apuesto los millones que nos tumbó Tarek que en semanas unos ejecutivos de Netflix estarán llamándonos para premaquetear un documental que nos va a servir para la campaña.
–Dale ¡Llámate a Padrino!
Omar Pineda es periodista venezolano. Reside en Barcelona, España