Los disparatados planes de Nicolás, por Xabier Coscojuela
La inmensa mayoría de los venezolanos estamos convencidos desde hace años de la incapacidad de Nicolás Maduro para resolver los graves problemas que vive Venezuela. Ahora no hay dudas de que luego de su intervención de ayer esa mayoría se incrementó, pues algunos compatriotas que todavía le daban una última oportunidad han debido perder todas sus esperanzas cuando le oyeron decir que para enfrentar una inflación de cinco dígitos parte de la solución está en la intervención de los mercados municipales.
A lo anterior Maduro agregó que era también muy importante aumentar la producción, algo que dijo estaban haciendo. Solo le faltó poner como ejemplo de ello lo que ocurre el Petróleos de Venezuela, empresa que hace 20 años extraía 3 millones de barriles de crudo diarios y hoy solo alcanza a sacar la mitad de esa cifra, demostración más que evidente de que se trata de una empresa roja rojita.
Maduro nos confesó ayer haber quedado impresionado de lo que vio en Carora durante su campaña electoral, donde había unos “animalotes” que demostraban que en Venezuela sí se podía producir. No especificó si entre esos animalotes había algún burro.
A su lado, Tareck El Aissami dijo que había siete rubros agrícolas en los cuales se iba a poner énfasis para abastecer el país e, incluso, exportar. Entre ellos estaba el café, grano que Venezuela produce desde hace siglos, que fue su principal producto de exportación en cierta época y del que se autoabastecía hasta que llegó la plaga del chavismo a acabarlo.
Si lo anterior no fuese suficiente para saber que vamos a seguir de mal a peor, Maduro anunció más bonos, más dinero para seguir echándole gasolina a la inflación. No dudamos que con estas medidas el nuevo cono monetario se va hacer viejo antes de que entre totalmente en vigencia. Con un mandatario así, que parece enviado por el enemigo para acabar con el país, se hace cada vez es más urgente salir de este Gobierno.