11. Glosario del interregno, letra L, por Simón García
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Lado
Se llaman lados a las dos partes en las cuales puede separarse el cuerpo de una persona o un animal si se traza una línea de la cabeza a los pies. En medio de una división de pareceres o un conflicto de intereses cada lado defiende las necesidades de su parte, incluso a costa de no recuperar su cuerpo a plenitud. En ese caso, todos los lados pierden.
El concepto de tercer lado está asociado a la teoría de la negociación de la Escuela de Harvard y al aporte de Willian Ulry.
No se refiere a ser neutral ni se limita a la participación de personas influyentes y de mucho poder.
La presencia de un tercer lado es una herramienta de resolución de conflictos inteligente, inclusiva y pacífica. Puede ser usada por cualquier persona en su entorno próximo y sólo requiere sinceridad, buena voluntad y dosis constantes de sentido común.
El tercer lado permite compartir un esfuerzo para explorar un horizonte común satisfactorio para las partes en conflicto y abrir en la muralla de las posiciones polarizadas un pasillo para ir a un nuevo enfoque del problema con énfasis en generar distintas soluciones alternativas posibles.
Parece urgente que las variantes de oposición, la mayoritaria y las minoritarias – que las hay ambas –, inventen un tercer lado para detener una involución de la portentosa victoria del 28 de julio a un fraccionamiento de lo que fue una extraordinaria experiencia de acción conjunta entre gente de a pie y dirigentes.
Lapso
Palabra de origen latino que expresa el movimiento de caer entre dos límites y la duración de ese deslizamiento temporal.
En la expectativa popular la fecha del 10 de enero la han convertido en un lapso que hay que recorrer para clarificar, con actas, quien fue el candidato presidencial ganador o para cerrar la urgencia de ese procedimiento ante la juramentación por parte de la Asamblea Nacional de un presidente.
El juramentado hecho o derecho, pasará a ser el funcionario de mayor nivel en el poder ejecutivo y con atribuciones para conducir la administración pública, la formulación y ejecución del presupuesto, ejercer el monopolio del uso de la fuerza, comandar la Fuerza Armada, decidir la política exterior y ostentar la representación de la nación.
Todas las evidencias indican que si el 10 de enero es resuelto sin el acuerdo de todos los venezolanos se pasará a una nueva fase del conflicto de poder, tan o más complicada que las anteriores. Las peores consecuencias de esta pugna caerán sobre la población, con un más grave desmejoramiento de su situación de ingresos, poder de compra, acceso a los servicios públicos básicos y ejercicio real de derechos constitucionales. Habrá mayores empobrecimientos en distintos órdenes.
Lateral
Las élites políticas venezolanas ya no mantienen el papel de orientar al país en un camino de bienestar social y desarrollo democrático. Parece ser así tanto en las instituciones del gobierno como en los partidos políticos.
Hay una mengua en la formación y misión de las élites.
Es probable que este debilitamiento se deba a la competitividad creciente de otras élites distintas al ámbito gubernamental. Por otra parte los celulares y tablets ponen en manos de la mayoría de la población formas de comunicación que crean la sensación que se puede prescindir de los políticos y decidir la conducta según la información aparentemente abierta y espontánea que proporciona el ágora digital.
La anulación del papel de políticos y partidos, en la relación sociedad/Estado siempre ha sido un sueño de los autócratas y dictadores. Más viable y real mientras los partidos más se cierren a las innovaciones, a confiar en la gente, rescatar algunas modalidades de relación próxima, afectiva y propositiva con los ciudadanos.
Para emprender estas renovaciones se necesita mucho pensamiento lateral, concepto que apareció en la década del sesenta, atribuido a Edward de Bono, para referirse a ideas formuladas imaginativamente fuera del marco lógico convencional.
Es una especie de salto del impuso nervioso que coloca a una idea en una ruta paralela a la de su transmisión tradicional. Es una especie de irrupción de una nueva idea que interrumpe momentáneamente ese circuito neuronal de pensamiento recto y abre, a su lado, una vía alterna, que podemos llamar, pensamiento eureka.
Legado
Es lo que se deja a los sucesores en término de ideas, obras, aportes al país o también en errores, fracasos y conductas lesivas al interés general. Hay legados políticos democráticos, constructivos, cohesionadores y legados negativos.
Los legados nacen del conocimiento y reconocimiento de la gente, si los impone el poder, no son duraderos.
Legitimidad
La voz refiere por su etimología latina, a lo que existe y se hace de conformidad con la ley.
Pero en democracia la legitimidad de origen requiere legitimidad de desempeño y la legal necesita surgir y apoyarse en el consentimiento de la mayoría de la población a efecto de alcanzar funciones públicas como la de gobernar el país.
También legitima la calidad de la democracia el margen de respeto a derechos de las minorías políticas, como el de luchar por transformarse en mayoría, por vías pacíficas y constitucionales.
La salud y fortaleza de un país se aprecia examinando los grados de disidencia que se le permite a los individuos y a las minorías frente al poder del Estado.
Ley
Proporciona la diferencia entre barbarie y civilización. Y la igualdad de los hombres ante la ley, también distingue a la democracia de la tiranía.
El imperio de la Ley no solo requiere que ella sea establecida en un cuerpo estable de normas, sino que sean observadas y practicadas en la conducta de gobernantes y gobernados.
Lenguaje
Dice Rafael Cadenas que «el venezolano de hoy conoce muy poco su propia lengua. No tiene conciencia del instrumento que utiliza para expresarse. En su lenguaje, admitámoslo sin muchas vueltas, se advierte una pobreza alarmante…por lo general no lee ni redacta bien».
En torno al lenguaje, julio de 1986.
Liberalismo
Puede ser entendido como movimiento de ideas, como doctrina económica, escuela filosófica o corriente política que promueve la autonomía y libertad individual en una sociedad con la menor ingerencia posible del gobierno.
El liberalismo clásico centrado en la libertad es diferente a la versión neoliberal que surgió en respuesta a las teorías de Keynes y que tuvo como representantes a pensadores de la conocida Sociedad de San Pelegrín, creada por Hayek en 1947 con la participación de Friedman, Von Mises, Lippman. Polanyi y Poper.
Las características principales del neoliberalismo, guía de los gobiernos de Thatcher y Reagan en Inglaterra y EEUU, fueron: el mercado como eje de la sociedad, la prioridad de los intereses individuales frente a los colectivos, el Estado como brazo promotor de la libre empresa y la reducción del ciudadano a consumidor.
Libertad
Supongo que, siguiendo una línea de reproducción natural, las primeras libertades fueron el derecho a existir, a pensar, a expresarse oral o por escrito.
El derecho a pensar por sí mismo hoy está restringido por el peso de los medios de comunicación y de las redes digitales en la formación de matrices de opinión y realidades virtuales que sustituyen a la realidad real. Cada vez es más difícil pensar por uno mismo.
Algo parecido ocurre con el derecho de expresión, cuyo ejercicio está distribuido desigualmente en la imponente masificación de la comunicación, la globalización de su cobertura y el imperio de la post verdad.
Las vulneraciones a la libertad pasan sin mayor protesta y soló las transgresiones que afectan a las élites se convierten en una noticia que se apaga ante el fulgor de un nuevo atropello que también se olvida en pocos días.
El poder, incluso el democrático, siente la tentación de reprimir la libertad si se trata de protegerse a sí mismo. Un creciente número de regímenes autoritarios ejercen esta represión sin límites porque ellos son quienes se atribuyen la potestad de fijar esos límites y el derecho a establecer quienes son los transgresores.
Por eso la desconfianza del líder autoritario hacia los suyos también convierte a éstos en sospechosos de traición y de actuar como agentes del enemigo externo de turno.
La aversión a la libertad conduce a los regímenes totalitarios a alterar y re significar el contenido del término. Aunque cueste creerlo, el Breve diccionario político de Onókov y Shishlin, publicado en Moscú en 1980, indicaba en la entrada correspondiente a libertad: «radioemisora financiada por el Congreso de los EEUU, centro de propaganda calumniadora y actividad subversiva.»
Pierden libertad aquellos que como el Conde Medroso, aceptan indefinidamente que es preferible ser el sirviente del poder a resistir sus arbitrariedades.
Literatura
Es una palabra abierta a varios significados. Aunque su raíz latina, letra, la refiere a escritura y gramática, principalmente se aplica a obras escritas con arte.
La literatura contiene conocimientos y suscita estados emocionales, imaginativos y de conciencia extraordinarios. Parece estar regida, según como se distingan sus géneros, por dos criterios: el de la belleza y el del disfrute como enriquecimiento personal y cultural.
Lucha
Luchar es contender por un triunfo, concepto que se trasladó de la gimnasia a lo militar y luego a la política, pero ya entendido como pelea frontal con propósito de doblegar e incluso destruir a un enemigo.
En las teorías de cambio político la selección de las luchas está alineada con la naturaleza del poder dominante, la caracterización del adversario, las relaciones de fuerza concretas y los fines estratégicos de cada actor participante en esa lucha. No hay que olvidar que las formas de lucha también determinan y modifican el fin.
*Lea también: 10. Glosario del interregno, letra J, por Simón García
En situaciones de debilidad y dispersión las fuerzas de cambio, estás pueden y deben dar un paso atrás para preparar las condiciones que les permitan recuperar la iniciativa, influir en la agenda real, reforzar la relación directa con su base social de apoyo y aumentar la capacidad de negociación para sacar al país de la crisis.
Las formas de lucha que llevan al aislamiento y a la exposición sin precauciones de las vanguardias, pierden eficacia mientras más acentúan sus posiciones extremas, paradójicamente menos radicales. Eso está comprobado en 25 años de repetición de una prédica extremista estéril que convierte triunfos en derrotas.
Simón García es analista político. Cofundador del MAS.
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