A Maduro le acusan de delitos que pueden acarrear cuatro cadenas perpetuas
Cada uno de los delitos que se le imputan son penalizados hasta con cadena perpetua, por lo que puede acumular hasta cuatro sentencias
No es solo la recompensa de 15 millones de dólares por su captura lo que puede inquietar hoy a Nicolás Maduro. En una jugada que sorprendió a muchos, el Departamento de Justicia de EEUU acusó al mandatario venezolano de cuatro delitos relacionados con el narcotráfico que, de ser comprobados, acarrearían al acusado una sentencia conjunta de hasta cuatro cadenas perpetuas.
Maduro, el vicepresidente de economía Tarel El Aissami, el ministro de Defensa general Vladimir Padrino López, y el presidente del Tribunal Supremo de Justicia, Maikel Moreno, entre otros, fueron acusados por las fiscalías de Nueva York, Washington DC y Miami por acciones de narcoterrorismo, según declaró este 26 de marzo el fiscal general de EEUU, William P. Barr.
Junto a los tres jerarcas del régimen, EEUU también acusó a varios colaboradores y excolaboradores del Gobierno, así como a miembros de la cúpula de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
«El régimen dirigido por Nicolás Maduro Moros sigue plagado de criminalidad y corrupción», dijo Barr durante la rueda de prensa de presentación de cargos. “Durante más de 20 años, Maduro y varios colegas de alto rango supuestamente conspiraron con las FARC, causando la entrada de toneladas de cocaína y devastando las comunidades estadounidenses».
«Maduro y los otros acusados tenían la intención expresa de inundar los Estados Unidos con cocaína para socavar la salud y el bienestar de nuestra nación. Maduro desplegó muy deliberadamente cocaína como arma”, señaló el fiscal federal Geoffrey S. Berman.
Peces gordos y cadenas perpetuas
El Distrito Sur de Nueva York acusa a Nicolás Maduro Moros de cuatro cargos, acusación que comparte con Diosdado Cabello Rondón; el general retirado Hugo “Pollo” Carvajal, ex director de inteligencia militar; Clíver Alcalá Cordones, 58, general retirado de la FAN; Luciano Marín Arango, alias «Iván Márquez»; y Seuxis Hernández Solarte, alias «Jesús Santrich», ambos miembros del alto mando de las FARC. Todos ellos pueden enfrentar penas que conlleven cadenas perpetuas.
El Departamento de Estado de Estados Unidos ofrece recompensas de hasta $15 millones por información que conduzca al arresto y/o condena de Maduro, hasta $10 millones por Cabello Rondón, Carvajal y Alcalá Cordones, y hasta $5 millones por Marín Arango.
Maduro, Cabello, Carvajal, Alcalá Cordones, Marín Arango y Hernández Solarte han sido acusados de:
- Participar en una conspiración narcoterrorista que conlleva una sentencia mínima de 20 años y un máximo de cadena perpetua;
- Conspirar para importar cocaína a EEUU (de 10 años a cadena perpetua)
- Usar y transportar armamento en apoyo del narcotráfico para importación de cocaína (de 30 años a cadena perpetua)
- Conspirar para usar y portar dicho armamento para tales fines (hasta cadena perpetua).
En conjunto, de ser encontrado culpable de todos los cargos y de proceder un pedido de pena máxima, el juez de la causa pudiera ordenar hasta cuatro cadenas perpetuas con el actual jefe de Estado venezolano.
La acusación señala que desde 1999, Maduro, Cabello, Carvajal y Alcalá actuaron como líderes del «Cartel de los Soles», cuyo nombre se refiere a las insignias del sol pegadas a los uniformes de los oficiales militares venezolanos de alto rango.
El grupo buscó no solo enriquecer a sus miembros y mejorar su poder, sino también «inundar» a los Estados Unidos con cocaína e infligir los efectos nocivos y adictivos de la droga en los usuarios de los Estados Unidos.
Señala que en su papel de líder, Maduro Moros negoció envíos de toneladas de cocaína producida por las FARC, ordenó la entrega de armas a las FARC, y coordinó asuntos exteriores con Honduras y otros países para facilitar el tráfico de drogas a gran escala, entre otros delitos.
Por otra parte, una acusación del Distrito de Columbia (Washington DC) acusa a Vladimir Padrino López, ministro de Defensa, de conspirar con otros para distribuir cocaína a bordo de un avión registrado en los Estados Unidos; así como de permitir el tráfico de aeronaves cuyos coordinadores de narcotráfico pagaban sobornos para que se les permitiera transitar con seguridad el espacio aéreo venezolano.
Y el Moreno también
Maikel Moreno Pérez, actual presidente del TSJ, fue acusado mediante una denuncia penal en el Distrito Sur de Florida de conspiración para cometer lavado de dinero, así como de recibir sobornos para arreglar ilegalmente docenas de casos civiles y penales en Venezuela.
Entre esos casos estaría autorizar la incautación y venta de una planta automotriz de General Motors con un valor estimado de 100 millones dólares a cambio de un porcentaje personal de los ingresos. Del mismo modo, la denuncia alega que el acusado recibió sobornos para autorizar la desestimación de cargos o la liberación contra venezolanos, incluido uno acusado en un esquema de fraude multimillonario contra Pdvsa.
De acuerdo con la denuncia penal, en octubre de 2014, Moreno Pérez dijo a las autoridades estadounidenses en una solicitud de visa que ganaba el equivalente a 12.000 dólares por año, pero los registros bancarios en EEUU muestran unos 3 millones de dólares en entradas a las cuentas, principalmente transferencias de dólares en efectivo de corporaciones fantasmas con cuentas bancarias extranjeras.
Otros acusados
Luis Motta Domínguez, general retirado y ex ministro de Energía, fue acusado en el Distrito Sur de Florida por recibir sobornos para adjudicar negocios de Corpoelec a empresas con sede en los Estados Unidos.
Néstor Reverol, general y actual ministro de Interior y Justicia y ex comandante de la Guardia Nacional; y Edylberto José Molina Molina, actual agregado militar de Venezuela en Alemania, fueron acusados en el Distrito Este de Nueva York por participación en una conspiración internacional para importar cocaína a los Estados Unidos.
Vassyly Villarroel Ramírez, alias «Mauro» y «Ángel»; y Rafael Villasana Fernández, ambos exoficiales de la Guardia Nacional, fueron acusados en una tercera acusación en el Distrito Este de Nueva York de participar en una conspiración internacional de distribución de cocaína. Según el tribunal, Villarroel y Villasana utilizaron vehículos oficiales del Gobierno para transportar más de siete toneladas de cocaína desde la frontera colombiana a varios aeropuertos y puertos en Venezuela para su importación final a los EEUU.
Nervis Villalobos, exviceministro de Energía, fue acusado de 20 cargos en el Distrito Sur de Texas de conspiración para cometer lavado de dinero, por su presunto papel en un esquema internacional por pago de sobornos para asegurar contratos de energía.
Oscar Colmenarez Villalobos, exoficial de la Fuerza Aérea Venezolana, fue acusado en el Distrito de Arizona de violaciones de la Ley de Control de Exportación de Armas. Supuestamente conspiró para pasar de contrabando desde EEUU motores de aviones militares.