A un mes del caótico concierto en Parque del Este no hay ningún responsable
Empresas privadas como Pepsi-Cola Venezuela fueron vinculadas al patrocinio de este evento, que fue promocionado por no menos de un mes a través de las redes sociales del cantante, sin embargo, esta por medio de un comunicado desmintió esta participación y su vínculo con este evento.
El pasado 9 de noviembre era una fecha muy esperada por muchos adolescentes caraqueños: ese día tenían un encuentro con uno de los ídolos del momento. El rapero venezolano Neutro Shorty, había ofrecido un concierto gratuito al que denominó «Banderas blancas» y que se realizaría en el Parque del Este, en pleno este de la ciudad capital.
Pasada las 10 de la mañana de ese día, todo parecía marchar bien. Grandes multitudes de jóvenes comenzaban a concentrarse en el lugar. Apenas el cantante alcanzó a corear unas canciones y ya todo había terminado. La seguridad no era suficiente para un evento de tal magnitud. Los chamos hicieron de todo para llegar cerca de la tarima, se guindaron por las rejas para ingresar al parque, corrieron en estampida y se originó una gran avalancha.
Durante los hechos murió Andrea Alejandra Calderón Rodríguez, de 14 años, según confirmó el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc); mientras que varias personas resultaron heridas. La joven murió cerca de las 12:30 pm, cuando en su afán por ingresar a las instalaciones del parque, decenas de personas pisotearon a Calderón.
Ese mismo día, en horas de la tarde, el fiscal designado por la impuesta Asamblea Constituyente, Tarek William Saab, informó que para investigar estos hechos habían sido comisionadas las fiscalías 101 del Área Metropolitana de Caracas y 79 Nacional, adscrita a la Dirección de Protección Integral a la Familia.
El @MinpublicoVE informa que debido a los lamentables hechos ocurridos este 9/11/2019, en el Parque Generalísimo Francisco de Miranda, sector Parque Bolívar, se comisionó a las Fiscalías 101 de AMC y 79 Nacional, adscritas a la Dirección de Protección Integral a la Familia #9Nov
— Tarek William Saab (@TarekWiliamSaab) November 10, 2019
«Yo vine a cantarles y gratis, no vine a joderlos ni a prometer una vaina política ni nada. Lo que está pasando es chimbo, los menores se están desmayando, yo me siento mal cuando les veo las caras. Yo no quiero que esto siga sucediendo”, dijo el cantante Neutro Shorty minutos antes de culminar con aquel concierto, al que se estiman asistieron más de 8.000 personas.
Palabras de Neutro Shorty en el concierto en el Parque del Este, en Caracas, luego de lo ocurrido más tamprano, en la estampida que dejó una persona fallecida y más de 50 heridos. Vía @AncesDiaz pic.twitter.com/BmMCtBJ8zP
— Sergio Novelli (@SergioNovelli) November 9, 2019
Nadie fue
Hasta la fecha no hay ni un solo detenido por este caso en el que una joven falleció y otros tantos resultaron heridos. También sigue siendo un secreto quién contrató al artista para que cantara en este parque público a cargo del Estado.
Pero lo que sí queda claro es que a este concierto le faltó seguridad. La cantidad de jóvenes sobrepasó a los pocos vigilantes del parque, que en gran parte está conformado por integrantes de la milicia, así como por trabajadores del lugar, además los chamos optaron por pasar de manera clandestina bebidas alcohólicas, lo que agravó aún más la situación.
Empresas privadas como Pepsi Venezuela fueron vinculadas al patrocinio de este evento, afirmación que fue desmentida por la emprea a través de un comunicado, donde aclaró que no tuvo ninguna participación en la organización ni convocatoria del evento; por lo que hizo un llamado a la ciudadanía a no dejarse confundir por menciones o comentarios que a su juicio carecían de «fundamentos».
De igual forma se desvinculó de este hecho fue Inparques, organismo encargado de la administración del Parque del Este que a través de un escrito oficial aseguró no haber otorgado permisos para el concierto del rapero Neutro Shorty.
En un comunicado publicado en Twitter, que después fue borrado, el Instituto Nacional de Parques (Inparques) lamentó “los sucesos acontecidos en horas de la mañana en las entradas del Parque Generalísimo Francisco de Miranda, donde una multitud convocada para un concierto musical en el sector Parque Bolívar colapsó las estructuras de accesos en donde sólo se encontraba personal de Guardaparques y la Guardia del Pueblo, sin ninguna presencia de los responsables de la convocatoria».
¿Justos por pecadores?
La noche del 12 de noviembre un tribunal del Área Metropolitana de Caracas dictó medida sustitutiva de libertad contra Lerwis Vicente Manrique Blanco, empleado de seguridad del parque, así como contra Danny Eliécer Mercado y Jefferson Mercado, estos últimos presuntos organizadores del evento. La medida prohíbe a estas personas sus salida del país y orden de presentación frente en los juzgados.
Durante la audiencia de presentación de los «involucrados» se conoció que el Ministerio Público pidió orden de aprehensión contra César Velásquez, alias Cotur, productor del espectáculo, sin embargo, extraoficialmente se conoció que este salió del país.
Por su parte, el cantante Neutro Shorty, declaró ante el Cicpc para ser interrogado sobre quienes lo contrataron y otros detalles de lo ocurrido en el evento en el cual cantó tres canciones.
A través de las redes sociales muchos ciudadanos responsabilizaron de lo ocurrido a los jóvenes asistentes a este evento, quienes solo buscaban un poco de recreación en Venezuela, un país donde se vive una emergencia humanitaria compleja, una hiperinflación y una crisis social nunca antes vista.
Pero esta no es la primera vez en la que la improvisación y la falta de personal de seguridad pone en riesgo la vida de los jóvenes venezolanos en su búsqueda de recreación.
Una tragedia similar ocurrió el sábado 16 de junio de 2018, cuando una fiesta de promoción en el Club Los Cotorros en El Paraíso finalizó con la muerte de 18 personas. Una riña en la que volaron botellas y vidrios derivó en la detonación de un par de bombas lacrimógenas dentro del local, lo que provocó la asfixia y la estampida hacia la única vía de salida de un metro y medio de ancho por la que intentaron escapar unos 500 jóvenes que abarrotaban el sitio con capacidad para poco más de 100 personas.