Abstención del voto opositor fue más por convicción que por la línea del G4
La abstención del voto opositor el 6D obedeció más a convicción propia que por obediencia a la línea del G4. El politólogo Fernando Spiritto indica que la abstención en las parlamentarias no garantiza participación en la consulta popular. Advierte que el pueblo opositor se quedó sin referencia política
La abstención del voto opositor el 6D obedeció más a convicción propia que a la obediencia a la línea del G4. Aunque hay un sector importante que respalda a la oposición mayoritaria, los electores actuaron en rechazo a unas elecciones sin garantías, pero además están más conectados con las necesidades del día a día, las fallas de los servicios públicos, la escasez de combustible y los tiempos de pandemia por el Covid-19.
El politólogo Fernando Spiritto señala que el G4 perdió la capacidad de movilización y solo le queda el apoyo internacional. En ese sentido, enfatiza que «la abstención no puede verse como un triunfo de la oposición, ni juega a su favor».
Indica que la mayoría del país no tiene una referencia política. De allí que para Spiritto, es simplista atribuir la abstención a los llamados de Voluntad Popular, Acción Democrática, Primero Justicia y Un Nuevo Tiempo (UNT) a rechazar el «fraude» del 6D.
Tampoco -advierte- debe pensarse que la abstención de las parlamentarias, según el Consejo Nacional Electoral (CNE) de 69,5%, se va a traducir en la participación en la consulta popular.
El analista cree que quizás un porcentaje de los abstencionistas en las parlamentarias escucharon al G4, pero duda que haya sido la totalidad.
Por otra parte, Fernando Spiritto señala que la nueva etapa política del país, luego de que se instale la nueva Asamblea Nacional (AN) en enero de 2021, es un hito más del «populismo autoritario chavista». Además, representará la consolidación del Estado depredador.
Abstención y polarización
La polarización actual está entre políticos confrontados por un lado que suman 45% de la población y los venezolanos que no están alineados a ningún bloque político. Estos últimos, son más del 50%, asevera Jesús Seguías, director de Datincorp.
«Sin duda alguna, hay una parte importante de los opositores que sigue los lineamientos del G4, liderado por el presidente de la AN, y actúan en torno a las políticas que se trazan y estimularon la abstención. Pero eso no significa que la mayoría de los que se abstuvieron sean opositores que no quieren a Nicolás Maduro y a la nueva Asamblea Nacional», indica Jesús Seguías.
Enfatiza que el 6D no solo se abstuvieron un grupo de opositores o una parte importante de la oposición, también lo hicieron quienes no creen ni en el chavismo ni en la oposición, ni en los partidos políticos.
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Marcos Hernández, director de Hercon, expresa que «la abstención del 6D fue algo de particularidades y no por el llamado del G4. Fue una respuesta contundente a la clase política opositora y muy reflexiva».
El sociólogo destaca que, en este momento, el G4 no tiene el liderazgo necesario para convocar a una alta abstención.
«El G4 perdió varios timing durante todo el año 2019 y está cobrando la indiferencia de la gente que no ve resultados en una transición política ni por supuesto resolución de la crisis económica. Juan Guaidó ha perdido mucha popularidad por la ausencia de resultados», asegura.
Hernández indica que la consulta popular atrae a un sector de la oposición, pero no a una gran mayoría. Refiere que la consulta no resuelve la situación económica y eso podría frenar la participación.
Sin motivación
Para el politólogo Ángel Álvarez, la abstención en la contienda del 6D pudo estar impulsada por varios factores. En ese sentido, cree que algunos no fueron a votar por ser militantes o simpatizantes de la oposición, otros porque rechazan a Nicolás Maduro sin respaldar a la oposición y otros porque las parlamentarias les resultaban irrelevantes: «No ganaban nada votando ni perdían nada dejando de votar».
Añade que desconoce el tamaño de cada sector de los abstencionistas. «Pero mi teoría, digna de refutación con los datos, es la tercera: a la gran mayoría le dio lo mismo votar o no votar. ¿Para qué ir a votar si puedes hacer la cola de la gasolina, tratar de ganarse algún dinero haciendo algo útil o quedarse en su casa para evitar contagio de covid-19?», plantea.