Adrián Velásquez: el edecán de Chávez que puso su dinero a buen resguardo
Velásquez Figueroa, capitán retirado del Ejército y exjefe del Departamento de Seguridad del palacio presidencial de Miraflores durante parte del gobierno del presidente Hugo Chávez, se estableció hace tres años en Punta Cana (República Dominicana) junto a su esposa
Autor: Alfredo Meza | Panamá Papers Venezuela
El lunes 9 de abril capturaron en España a Adrián Velásquez Figueroa, antiguo edecán del fallecido mandatario Hugo Chávez; junto a su esposa Claudia Díaz Guillén, quien fuera su enfermera y extesorera de la Nación, por su vinculación con el caso de los Panamá Papers.
Velásquez Figueroa es capitán retirado del Ejército y exjefe del Departamento de Seguridad del palacio presidencial de Miraflores durante parte del gobierno del presidente Hugo Chávez.
Hace hace tres años se estableció en Punta Cana (República Dominicana) junto a su esposa, también exoficial de la Armada y que sirvió de enfermera al fallecido Chávez durante su convalecencia por el cáncer.
La Dirección General de Migración de ese país concedió al exmilitar la residencia temporal en junio de 2014. Allí, frente a las aguas algo frías del este de la isla, un sector que durante casi todo el año recibe a turistas ansiosos de echarse en una tumbona a la orilla de la playa, siguen el pulso a sus inversiones.
Documentos entregados al Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por sus siglas en español) por el diario alemán Süddeutsche Zeitung demuestran que Velásquez Figueroa abrió el 18 de abril de 2013, cuatro días después de la apretada victoria de Nicolás Maduro en las elecciones presidenciales sobrevenidas de aquel año, una compañía en la República de Seychelles llamada Bleckner Associates Limited, por intermedio del bufete panameño Mossack Fonseca (MF), especialista en crear sociedades de maletín, con un capital de 50.000 dólares.
Dicha empresa, como lo reconoce la firma suiza V3 Capital Partners LLC, que administra el patrimonio de Velásquez Figueroa, en un correo electrónico enviado el 2 de diciembre de 2014 a Mossack Fonseca, no tiene actividad comercial alguna. “La empresa administra los activos rentables de Adrián Velásquez Figueroa desde una perspectiva de gestión de la riqueza”.
A las puertas de V3 Capital Partners LLC suelen acudir los propietarios de ciertas fortunas para administrar bienes «que oscilen entre 500.000 y 20 millones de dólares».
Para el momento de la comunicación, el sueldo mensual promedio de un capitán rondaba los 10.000 bolívares, menos de 170 dólares en el mercado negro, de acuerdo con el tipo de cambio en ese momento: 60 bolívares por cada dólar.
Con el tiempo Velásquez Figueroa ha demostrado tener mucho más poder de compra que el de un asalariado.
Se sabe que al menos hasta el 30 de junio de 2015 la pareja Velásquez-Díaz residía en un exclusivo conjunto residencial de Punta Cana, llamado Cap Cana Caribe, muy lejos de la caótica situación de Venezuela, agobiada por una generalizada escasez de bienes de todo tipo.
En aquel lugar el costo de una vivienda oscila entre 400.000 y 1,6 millones de dólares. Por alguna razón hasta ahora desconocida, ellos convirtieron ese exclusivo destino turístico del Caribe dominicano en su centro de operaciones.
Velásquez, nacido en Maturín, Venezuela el 2 de noviembre de 1979, también conocido entre los militares con el sobrenombre de Guarapiche, por el río que atraviesa su ciudad natal, ubicada en el oriente de Venezuela, viajó a La Romana y a Punta Cana en enero de 2012 y en el mismo mes de 2013.
Su esposa se convirtió en una visitante frecuente al menos desde julio de ese año. Llevaba ya tres meses fuera de la tesorería, cargo en el que había sido nombrada en mayo de 2011 por el entonces presidente Hugo Chávez, cuando comenzaron sus constantes viajes.
El cargo público ya no la ataba al país. Había dejado de captar y custodiar los fondos valores e inversiones de la República y de concretar los pagos establecidos en el presupuesto. Todo esto en medio de un largo control cambiario que ha permitido que los allegados al régimen chavista se beneficien con un sistema que les entrega dólares a precios subsidiados por el Estado que luego se revenden en el mercado negro.
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