App Kontigo llega a Venezuela para digitalizar los juegos «San» como método de ahorro
Los participantes de los San a través de Kontigo deberán hacer sus depósitos utilizando la criptomoneda USDC a través de Binance. La aplicación permite configurar la frecuencia de los depósitos y el tiempo de duración del esquema de ahorro
«Mosca con quien se meta, en mi edificio, más de uno salió jodido (sic) por una conserje que armó un SAN y se robó la plata de todo el mundo», denunciaba una usuaria de Facebook al criticar el «San» —también conocido como «Bolso» o «Susú»—, el tradicional método de ahorro colectivo que empieza a cobrar un nuevo auge en una economía que limita las posibilidades de ahorrar dinero.
El robo del dinero es solo uno de los problemas a los que se somete este sistema informal de ahorro, pues también hay riesgos relativos con los pagos a destiempo, el extravío de los fondos, la ausencia de métodos de pago ajenos a dólares en efectivo y una larga lista que genera dudas en los posibles participantes.
En respuesta a estas inquietudes y debido a la popularidad que están recobrando los San, dos jóvenes emprendedores lanzaron una aplicación para teléfonos inteligentes llamada Kontigo, que propone la digitalización y automatización de todos estos procesos, en aras de constituir un mecanismo de ahorro más confiable, seguro y orgánico.
La app plantea un sistema en el que cualquier usuario puede iniciar un San y agregar a las personas de su preferencia para participar, con herramientas que permiten configurar la frecuencia en la que se harán los depósitos y los retiros del dinero.
Jesús Castillo, cofundador de Kontigo, detalló que los administradores del San pueden configurar la duración entre un mínimo de un mes y un máximo de 12 meses, y frecuencias de pago diarias, semanales o mensuales.
Por ejemplo, un grupo de seis personas podría jugar el San por seis meses con un objetivo de $600 y una frecuencia de pago mensual. Esta configuración implicaría que cada participante debe pagar $100 cada mes, mientras que un sorteo determinará el orden en que se pagarán los $600 ahorrados cada mes a cada uno de los integrantes.
Esta idea surgió de la experiencia familiar de Castillo y su principal asociado, Camilo Sánchez, quienes evidenciaron estos sistemas en sus entornos familiares y sintieron la necesidad de perfeccionarlos en un contexto económico más complejo.
«Nos hemos dado cuenta de que el San, como método de ahorro grupal, tiene un componente cultural altísimo y es el sustento de muchísimas familias venezolanas, sobre todo en los peores momentos económicos», relató Castillo.
La carencia de instrumentos financieros bancarios formales no solo induce la necesidad de alternativas de este tipo, sino que también condiciona el sistema confeccionado en esta app, que no se sustenta en la banca tradicional, sino en el uso de criptomonedas.
La única forma de hacer depósitos en las alcancías digitales del San es mediante el exchange de criptomonedas Binance, a través de una alianza conseguida por el equipo de Kontigo.
Se utiliza una moneda llamada USDC, que está anclada al dólar, por lo que es un equivalente a ahorrar en dólares digitales, una necesidad los venezolanos ante una de las inflaciones más altas del mundo.
«Crecimos sin ver los productos financieros que tuvo el país, que nuestros papás nos cuentan. Para nosotros, la exclusión y la falta de oportunidades ha sido constante», acotó Castillo.
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La app contará con un chatbot (chats de respuesta automática con Inteligencia Artificial) en WhatsApp, entrenado específicamente para dar información del San tomando en cuenta la realidad del sistema financiero venezolano.
En este sentido, los usuarios podrán hacer cualquier consulta sobre sus pagos pendientes o el dinero ahorrado en la alcancía con un simple mensaje en WhatsApp. Incluso podrán preguntar por consejos de educación financiera.
Al momento de este lanzamiento, la aplicación cuenta con una base de 24.000 usuarios en Venezuela y apunta a comunidades que ya juegan San artesanales de montos como $10.000 y $20.000, una situación recurrente incluso en zonas populares como el barrio José Félix Ribas, según relataron los fundadores.
Por los momentos, Kontigo no establece ningún límite —ni inferior, ni superior— para el objetivo de ahorro de la alcancía. Es decir, el ahorro podría empezar incluso con pagos de $1 por participante.
Por otra parte, Castillo dejó claro que hay un blindaje contra situaciones de impago, ya que todo usuario que decida participar en un San, deberá dejar un depósito en garantía por un monto equivalente al pago mensual del Bolso. De esta manera, en caso de que no pueda pagar una cuota, se utilizarán los fondos de esa garantía y el usuario quedará en una situación de mora hasta que reponga estos fondos.
Como un método adicional de seguridad, se establecen calificaciones para los usuarios y la aplicación recomendará a quienes pagan sus cuotas a tiempo.