Aumento de la gasolina dejó a bomberos sin su principal ingreso: las propinas
Con el aumento del precio de la gasolina no vino mejora salarial de los bomberos. Antes del alza del combustible, ser bombero en las estaciones de gasolina parecía ser un empleo rentable en la Venezuela de la hiperinflación
Carlos Seijas Meneses/Orianny Granado
Antes de que Nicolás Maduro aumentara el precio de la gasolina, Ernesto Lira (nombre ficticio), un bombero de 67 años de edad, ganaba al mes en propinas lo que el Estado le pagaría en 55 meses por concepto de pensión.
El trabajador de una estación de servicio al oeste de Caracas aseguró que antes de todos los problemas con la gasolina sus ingresos variaban entre 5 y 6 millones de bolívares semanales, pero no porque fuese su salario fijo sino por la propina que dejaban los usuarios.
Sin embargo, con la implementación de las nuevas modalidades para adquirir gasolina, sea en estaciones con venta subsidiada o a precios internacionales, todos los bomberos, incluyendo a Ernesto, vieron sus ingresos disminuidos al punto de pasar a percibir solo 800.000 bolívares mensuales, lo equivalente a un salario básico integral (sueldo base y bono de alimentación).
A Ernesto, que trabaja desde las 6:00 am hasta las 3:00 pm, le gustaba redoblar turno porque esto significaba más ingresos. Sin embargo, ahora solo representan más horas de trabajo. «Nosotros ya no vemos el dinero que pagan los clientes, todo se hace por la oficina, donde están los dueños» , señaló.
Para Ernest,o esta situación hace que este trabajo deje de ser un empleo rentable: 800.000 bolívares mensuales solo alcanza para comprar un kilo de queso y dos kilos de harina de maíz al mes.
De hecho, un salario mínimo integral, que equivale a cuatro dólares mensuales, no alcanza ni para adquirir 1% de la canasta alimentaria medida por la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional (AN), que llegó a 42,51 millones de bolívares en mayo.
«Yo voy a esperar un mes a ver como funciona la cosa y ver si los dueños de la bomba deciden darnos algo, porque de lo contrario no me es rentable seguir aquí».
Para Ernesto, es mejor vender cigarros o café que ganar salario mínimo.»Por ahora mantengo unos ahorritos guardados, listos para cuando me toque invertir», dijo, como quien tiene la esperanza de no tener que usar estos recursos para comenzar nuevamente de cero.
Dólares solo de vista
En las estaciones de servicio dolarizadas tampoco ha mejorado el sueldo ni las condiciones laborales de los bomberos.
«No tenemos un buen salario, seguro ni prestaciones sociales. No tenemos nada», asegura un bombero de una estación de servicio al este de Caracas. «Tres años tengo sin sueldo, y ahora que dolarizan no nos ponen un sueldo justo. Todos los políticos hablan de ‘respaldo social al combustible para el país’ y todavía no ha salido uno diciendo cuánto va a cobrar un empleado que surte gasolina. ¿Acaso la gasolina se surte sola?», cometa.
Con un billete de cinco dólares un motorizado le pagó justo los 10 litros de gasolina que surtió. No quedó nada para el bombero, cuyos ingresos han mermado desde que Maduro implementó el 1 de junio el nuevo esquema de venta de la gasolina, previo ajuste de los precios (dolarizados) de 27 productos de la canasta básica alimentaria.
Ahora el bombero solo gana salario mínimo de Bs. 400.000 bolívares, que antes compensaba con las propinas que le daban los conductores por el servicio o por limpiarles los parabrisas. Podía llevarse a casa entre 150.000 y 200.000 bolívares diarios en promedio, que usaba para, literalmente, poner el pan en la mesa.
«Antes con los bolívares que te daban (los conductores) por el servicio y un poco más por limpiar vidrios llevabas a la casa un kilo de arroz y al día siguiente medio cartón de huevos, ahora la gente dice ‘ponme 10 litros’, paga justo, cinco dólares, y ya, no queda nada para uno. Antes en propinas te llevabas 150.000 o 200.000, limpiando vidrios un poco más, ahorita no. Ni dolarizando mejoraron nuestros salarios y las condiciones de trabajo acá«, cuenta el bombero, de 36 años de edad, con cuatro hijos, tres de ellos menores de edad.
Ahora la gente paga exacto. Es la única manera de echar gasolina en estas bombas dolarizadas donde no hay billetes de baja denominación, sobre todo de un dólar, para dar el vuelto. No todos los conductores tienen tantos bolívares para llenar el tanque.
Indica que tampoco mejoran las condiciones laborales de los trabajadores, quienes ni siquiera cuentan con un seguro médico ni con extintores como prevención ante cualquier accidente que pueda ocurrir en la estación de servicio.
«En cualquier momento llega un carro o una moto, explota, te quema, ¿y a dónde vas? ¿A un hospital donde no hay insumos, donde no hay nada? Ni siquiera tenemos extintores».
En algunas estaciones de servicio, los encargados pasan cada cierto tiempo por cada una de las islas a buscar las divisas con las que los conductores pagaron la gasolina, y en otras son los mismos bomberos quienes tienen que llevar el dinero a las oficinas cuando lleguen a cierto límite establecido para cada entrega.
«No nos quedamos con nada», reiteran los trabajadores, muchos de ellos sentados en barandas, conversando con sus compañeros, usando el teléfono celular o simplemente observando su alrededor debido a la poca afluencia de clientes. «No todo el mundo tiene para llenar el tanque o para surtirlo a cada rato».