Bomberos hacen mil maniobras para poder dar la cara ante las emergencias
Ser bombero en Venezuela es una profesión que va más allá de la vocación, y es que la falta de inversión ha hecho que a la hora de la acción todas las estaciones se activen para completar los equipos necesarios y lograr así llevar a cabo el trabajo. Carlos Arévalo, comandante de la estación de la UCV, señala que, actualmente, este cuerpo bomberil funciona gracias a las donaciones que reciben por parte de otros cuerpos de bomberos tanto nacionales como internacionales
Autor: Zulvyn Díaz / Orianny Granado / Foto portada Twitter @jc_aldrey
Ser bombero se identifica con una profesión diseñada para salvar vidas, para ello la Ley de los Cuerpos de Bomberos y Bomberas y Administración de Emergencias de Carácter Civil establece en su artículo siete que, «los cuerpos de bomberos y bomberas y administración de emergencias de carácter civil deberán contar con las siguientes condiciones para su funcionamiento:
- Infraestructura y ambiente apropiados para el logro de sus fines.
- Materiales, equipos y parque automotor adecuados y que se adapten a las condiciones y características de su área de atención”.
Sin embargo, en Venezuela la práctica está muy lejos de la realidad; así ha quedado demostrado en cada emergencia o situación a la que acuden los funcionarios de los cuerpos de bomberos.
El 28 de enero del 2020 el bombero Iván Sánchez sufrió quemaduras de primer y segundo grado en el 40% de su cuerpo cuando trabajaba para sofocar un incendio en el parque nacional Henri Pittier.
Luego de sufrir las quemaduras el bombero fue trasladado hasta el Hospital Central de Maracay, donde estuvo internado más de un mes hasta que falleció debido a las graves complicaciones.
Durante este periodo sus compañeros solicitaron ayuda para costear los gastos médicos, lo que incluía medicamentos, insumos y hasta sus requerimientos de aseo personal.
Y es que a pesar de que se trató de un incidente laboral el Instituto Nacional de Parque (Inparques), solo le dio lo que para entonces equivalía a 240mil bolívares.
Días más tardes las autoridades de Inparques del estado Aragua amenazaron con despedir a los bomberos que estaban recaudando fondos para su compañero.
Finalmente el 2 de marzo Iván Sánchez falleció. Su muerte se produjo tras las graves quemaduras que sufrió durante el incendio y las malas condiciones de su atención en el centro de salud donde permanecía internado, cuando en un momento se dijo que no contaban ni siquiera con área para quemados.
Los venezolanos han visto a los bomberos usar tobo de agua para apagar incendios, empujar las unidades para surtir ambulancias, llegar a una emergencia caminando o en vehículo particular, morir tras sofocar un incendio o incluso formar parte de la larga lista de migrantes.
Pero la precaria situación que viven los bomberos en el país no ha sido mitigada con soluciones reales, que le permitan dar cumplimiento al artículo cinco de su ordenamiento: «Salvaguardar la vida y los bienes de la ciudadanía frente a situaciones que representen amenaza, vulnerabilidad o riesgo, promoviendo la aplicación de medidas tanto preventiva como de mitigación, atendiendo y administrando directa y permanentemente las emergencias, cuando las personas o comunidades sean afectadas por cualquier evento generador de daños, conjuntamente con otros organismos competentes».
Internacionalmente se han homologado las características y exigencias de la dotación de equipos bomberiles. Es así como los trajes deben ser resistentes al desgarro, a las altas temperaturas y a sustancias químicas, al mismo tiempo que impermeables. Para ellos se diseñan con varias capas y múltiples costuras, que intercalan telas orgánicas y otros materiales, pero que al mismo tiempo garantizan ajuste y movilidad. La caducidad varía, con un promedio de cinco años.
La precariedad se ve en la acción
Orianny Granado periodista de TalCual, cuenta cómo vivió de cerca el miedo de perder el hogar en el que vive junto a su familia.
El viernes 7 de enero los vecinos del Bloque Experimental en Caricuao vivieron horas de angustia y zozobra. 80 familias compartían la angustia de poder quedar sin su patrimonio más preciado, su vivienda.
Un apartamento en el piso cuatro, perteneciente a un vecino acumulador, de la tercera edad y quién además padece de una patología psiquiátrica, comenzó a arder y en cuestión de minutos el fuego se expandió hasta alcanza los tres pisos superiores.
«Salgan vecinos, salgan rápido», empezaron a escuchar quienes estaba en su casa. En medio del humo algunos se organizaban para ayudar con los de la tercera edad, otros a su ritmo bajaban las escaleras.
Muchos desesperados optaban por llamar al 911, pero nadie contestaba, sonaba como si estaba ocupado. Más de 40 minutos pasaron para que llegaran funcionarios del cuerpo de bomberos.
Al menos siete unidades entre cisternas, ambulancias y camiones de bomberos llegaron al estacionamiento del edificio. El primero en llegar no tenía agua, otros no tenían mangueras y entre todos debían compartir los pocos insumos para poder sofocar el incendio.
Un bombero aseguraba que estaban funcionarios de todas las estaciones de Caracas, pero aun así no llegaban a 30. Algunos tenían el traje necesario incompleto, otros llegaban vestidos de civil en vehículos particulares y cuál película de ficción sacaban de sus vehículos el uniforme y se lo ponían mientras iban caminando.
Los bomberos no lograban apagar el fuego y los camiones rápidamente se quedaban sin agua, mientras que las llamas se apagaban por un lado de la vivienda inmediatamente se extendía para otra, la cantidad de desechos que acumulaba el sujeto era «incontable».
«Nosotros estábamos viendo televisión, cuando de repente escuchamos a unos vecinos gritar bajen que se está quemando el edificio. No tardamos ni cinco minutos en salir, solo buscamos nuestros documentos de identidad y paños mojados, porque se veía que el humo no dejaba ver», así pensé.
En cuestión de segundos ya no se podía ver los pisos superiores y decenas de vecinos no pudieron salir de sus hogares, estaban atrapados. Los bomberos salían vomitando del incendio y decían que había demasiado material inflamable dentro de la vivienda.
El vecino se ha dedicado por años a recoger todo lo que se consigue en los basureros cercanos a la residencia, tanto así que desde un par de meses antes del siniestro, dormía junto a la puerta de su casa. La cantidad de objetos acumulados no le permitían entrar.
El fuego comenzó cerca de las 7:00 p.m y se extendió hasta pasada la medianoche. Los camiones de bomberos entraban y salían cada tanto tiempo para llenar de agua.
Una unidad de primeros auxilios de los bomberos se instaló en la cancha de la comunidad, ahí nebulizaban y brindaban atención a quienes estaban ahogados, tenían crisis de nervios o a quienes la situación les había generado una subida de tensión.
Al sofocar el incendio el olor del humo invadía todo el lugar, los vecinos comenzaban a regresar a sus hogares y ver los daños causados. Muchos debieron salir de sus casas y quedarse donde algún familiar o amigo, el fuerte humo no permitía permanecer en casa.
Uno de los efectivos del cuerpo de bomberos aseguraba para que, para ese momento, el servicio 911 no funciona hace meses, «ellos se quisieron parecer con eso a Estados Unidos, pero la verdad es que no funciona, nosotros nos enteramos por redes sociales y porque alguien llegó a la sede de Macarao contando lo ocurrido».
El Ministerio de Relaciones Interiores ha informado reste mes de marzo que está realizando mejoras tecnológicas en el servicio nacional de emergencia 911 así como, en mensajes propagandísticos, informa de dotación de equipos «uniformes, vehículos, motos, ambulancias» a los cuerpos de seguridad ciudadana.
Sedes sin bomberos
En el área capital existen 18 estaciones de bomberos distribuidas de la siguiente manera:
- Bomberos de El Junquito.
- Bomberos USB.
- Bomberos de Macarao.
- Subestación de bomberos forestales Caricuao.
- Estación de Bomberos Capitán Francisco Evencio Pulgar.
- Bomberos de Antímano
- Bomberos de Caracas estación La Trinidad.
- Bomberos de Caracas estación El Valle.
- Bomberos de Caracas estación El Bosque.
- Bomberos de Caracas estación Plaza Venezuela.
- Bomberos UCV
- Bomberos estación Valle Abajo.
- Bomberos de Caracas estación El Cafetal.
- Bomberos USM.
- Bomberos de Caracas estación San José.
- Bomberos de Caracas estación El Paraíso.
- Bomberos de Caracas estación La Quebradita.
- Cuerpo de Bomberos del Distrito Capital.
TalCual conoció de manera extraoficial que la situación actual de los cuerpos de bomberos en la ciudad es decadente, tanto que existen sedes sin unidades móviles en funcionamiento, el personal no recibe dotación de uniforme desde hace más de cinco años y la paga es tan deteriorada como la de todos los empleados públicos del país.
Según los estándares internacionales, por cada 1.000 habitantes debe haber un bombero; esto no es una realidad en el país, donde los bajos salarios han impulsado a que más de 30% de los bomberos hayan migrado a otros países y su preparación les ha permitido ejercer sus funciones en otras latitudes. Incluso, hay profesionales ejerciendo como bomberos en plantas nucleares de España.
El comandante del cuerpo de Bomberos Voluntarios de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Carlos Arévalo, pone palabras a la crisis que dibuja ese momento al puntualizar que estos grupos de primera línea en atención de emergencias no cuentan con una política pública para «garantizar» los «requerimientos necesarios» que les permitan hacer de manera correcta su trabajo sin exponerse a riesgo mayores de los que acarrea ejercer esta profesión.
Según declaró a EFE, actualmente este cuerpo bomberil, que además está constituido por voluntarios, funciona gracias a las donaciones que reciben por parte de otros cuerpos de bomberos tanto nacionales como internacionales.
Esto es lo que les ha permitido mantenerse en un «rango operativo mínimo», y no dejar de lado su loable labor.
Recientemente, la Unión Europea hizo entrega de donaciones de material sanitario y de primeros auxilios a los diferentes cuerpos de bomberos.
El donativo consistió en: tensiómetros, inmovilizadores de cuello, cajas de adhesivo, toldos para exterior, vendas, suero y equipos de primeros auxilios.
Estos equipos médicos fueron entregados a los bomberos de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y de la Universidad Simón Bolívar (USB), los primeros son considerados patrimonio de la humanidad. Con esta iniciativa la UE apuesta al fortalecimiento de la atención sanitaria en situaciones de emergencia y primeros auxilios.
«Vamos, aunque sea en bicicleta»
«Al momento de asistir a una emergencia los obstáculos siempre se solucionan. Si en el momento no hay cómo llegar, vamos, aunque sea en bicicleta», así lo refiere Isaura Muñoz, quien se desempeña en la oficina de Relaciones Públicas de los Bomberos del Distrito Capital.
Esta representante del cuerpo de bomberos aseguró que, a pesar de que existe la ley nacional por la que se rigen los bomberos, también existe una ley según sean las condiciones de cada entidad.
Por ejemplo, en Caracas tiene una normativa que varía según las condiciones del entorno, «en el caso nuestro los incendios más comunes son estructurales (bloque, cemento)».
Por su parte, Jonathan Sanz teniente coronel de los bomberos y jefe de la sala situacional, destaca que, «para ser bombero se nace con esa vocación, y uno nace con ese don y por eso portamos nuestro uniforme con la frente en alto. El ayudar a otras personas es lo que nos hace bien a nosotros, porque nosotros ayudamos a las personas sean venezolanas o extranjeras. Lo único que importa es ser de utilidad, que la presencia bomberil trate de llegar lo más pronto posible, que es la esperanza de la persona que tiene la emergencia para el momento».
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