CAP III y Lusinchi II, por Simón Boccanegra

La inflación de enero fue de 2,2% . Esto anuncia la malísima noticia de que la de este año será mayor que el 17% del 2006, que fue la más alta del continente, el doble de la del país que nos sigue, Argentina. ¿Qué respuesta tiene los gurús de la política económica? La misma que la de los gobiernos de antes: todo es culpa de la especulación. Por ahí anuncia el jefe del Indecu que tiene miles de fiscales para reforzar el control de precios. Los mismos anuncios a que nos tenían acostumbrados los de antes. Lo que llaman especulación no es sino una consecuencia de la inflación, no su causa. La fiebre no está en el termómetro.
Pregúntese Rodrigo Cabezas por la irresponsable política fiscal de su gobierno y sus efectos sobre la inflación, pregúntese por los efectos del control de cambios y los de la sobrevaluación del bolívar, y podrá diseñar políticas anti-inflacionarias efectivas. Sin embargo, no deja de ser irónico y, al mismo tiempo, patético, oír a Chávez justificando el aumento de la gasolina con los mismos argumentos del Fondo Monetario Internacional y a sus ministros amenazando con cárcel a los “especuladores”, con los mismos argumentos de los ministros del pasado prechavista.