¿Quién es Carlos Rotondaro?: el «montillero» al que EEUU levantó sanciones por corrupción
La organización Transparencia Venezuela ubica al exgeneral Carlos Rotondaro como actor principal en tres tramas de corrupción durante su paso por el IVSS y el Ministerio de Salud, entre ellos los contratos a dedo que asignó a una red de empresas controlada por una familia zuliana, quienes recibieron más de 455 millones de dólares preferenciales. Está sancionado por los gobiernos de Panamá y Canadá desde 2018
Carlos Alberto Rotondaro Cova fue una de las principales figuras del chavismo dentro del sistema público de salud entre 2007 y 2017, cuando salió del cargo de presidente del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS), donde no solo acumuló protestas de la sociedad civil por los retrasos en la entrega de medicamentos de alto costo que debía proveer el Estado, sino denuncias por corrupción en contratos.
El exgeneral egresó del Ejército en el año 1987 en la famosa promoción de «Los Montilleros», a la que también pertenecen otras figuras prominentes del chavismo –algunas caídas en desgracia al igual que Rotondaro– como Diosdado Cabello, actual vicepresidente del PSUV, el exministro Jesse Chacón, Alejandro «el Tuerto» Andrade o Jesús Mantilla.
*Lea también: Extesorero Alejandro Andrade dijo que acuerdo con Gorrín quedó activo con Claudia Díaz
La carrera de Rotondaro dentro del IVSS inició en 2003, cuando fue incorporado como parte de la junta directiva del organismo. Cuatro años más tarde pasó a la presidencia, en sustitución de su excompañero Jesús Mantilla. En 2009, el entonces presidente Hugo Chávez lo nombró al frente de la cartera de Salud, de la que se retiró en un año «por estrictas razones de salud».
Esas razones de salud no le impidieron retornar a la cabeza del Seguro Social apenas abandonó su cargo ministerial. En ese puesto se mantuvo hasta noviembre de 2017, cuando se retiró del Instituto. Unos meses más tarde (marzo de 2018) fue sancionado por Estados Unidos junto a otros tres funcionarios por su cuota en la «mala gestión económica y la corrupción».
Las sanciones también vinieron en seguidilla del gobierno de Panamá, tras ser considerado de alto riesgo por blanqueo de capitales, financiamiento del terrorismo y financiamiento de la proliferación de armas de destrucción masiva. En mayo de ese año entró en la lista de sanciones del gobierno de Canadá, en respuesta a las elecciones de 20 de mayo calificadas como «ilegítimas y antidemocráticas».
Justo un año más tarde, Carlos Rotondaro apareció en la televisión colombiana, con su traje militar, donde manifestó que «había una política del Gobierno venezolano de dejar sin medicinas a las personas con cuadros clínicos crónicos para entregarlas a cambio de votos en períodos de elecciones, como el de la Constituyente».
Según el expresidente del IVSS, «la política del gobierno de Nicolás Maduro consistía en controlar las compras de medicinas e insumos importados para quedarse con comisiones, lo que provocó una profunda escasez». También manifestó su disposición de poner ante la justicia toda su gestión dentro del Instituto. «Yo estoy tranquilo, estoy satisfecho de lo que hicimos en el IVSS durante estos 10 años».
La organización Transparencia Venezuela lo ubica como actor principal en tres tramas de corrupción durante su paso por el IVSS y el Ministerio de Salud, entre ellos los contratos a dedo que asignó a una red de empresas controlada por una familia zuliana, quienes recibieron más de 455 millones de dólares preferenciales.
Los exdiputados Winston Flores y José Manuel Olivares lo señalaron por un desfalco de al menos 100 millones de dólares a través de las compras irregulares de materiales para tratar la diálisis, medicinas de alto costo para combatir el cáncer, inmunosupresores y para el VIH.
El otro caso responde a las obras pagadas pero inconclusas como director de la Fundación de Edificaciones y Equipamiento Hospitalario (Fundeeh). Por ejemplo, de los 100 contratos de obras firmados, 36 no reposaban en los archivos de la fundación. Los 64 restantes, correspondientes a ocho hospitales, carecían de documentos sobre la selección y contratación de las empresas, la ejecución de las obras y de sus pagos.