Carta al plátano, por Reuben Morales

Querido plátano, necesito que por favor me expliques algo. ¿Por qué hay gente pagando fortunas para comer caviar, setas, trufas y carne de wagyu mientras a ti te regatean el precio del kilo? Si ellos supieran cómo te preparaba mi mamá, que te compraba bien negro, te picaba en tajadas y te sumergía en aceite hirviendo para achicharrarte y que así supieras mejor que las piscinas de chocolate de Willy Wonka. Porque contigo aplica ese artículo de la Ley Orgánica de los Sugar: “Mientras más viejo, más espléndido”.
Estoy seguro de que esas personas no saben que, si hubiese un torneo entre la papa, el maíz y tú para ver cuál resuelve más, tú ganarías por nocaut, pues tu sabor es más rico que una herencia. Además de que contigo se hacen tajadas, plátano horneado, tortas, empanadas, yoyos, mandocas, pastel de chucho, bocadillos, conservas, patacones y platanitos de bolsa (¡y a todos se les puede echar queso!). Es más, eres tan necesario, que conozco a una persona que viajó de Colombia a Alemania para visitar a su hermana y ella solo le pidió de encargo tres plátanos verdes.
Porque yo me pregunto: ¿acaso alguien ha visto a una persona saltar de emoción por una ensalada de quinua?… ¡No! En cambio, si dicen que hay plátano frito, uno casi llora de la emoción. Incluso, esa última tajada que siempre queda al final del almuerzo hasta puede ser causante de un divorcio. De hecho, me atrevo a pensar que Simón Bolívar escribió su Decreto de Guerra a Muerte luego de un almuerzo en donde un español le quitó la última tajada.
Esque no entiendo cómo en la historia de la gastronomía mundial, solo haya tres galardones Michelin a platillos que tienen plátano. Estuve revisando y uno fue en Barcelona, otro en Italia y otro en México. Seguro ninguno de esos jueces ha visitado “Platanolandia” (lugar mejor conocido como Maracaibo).
¡Hasta podría existir una mitología “plataniana” para explicar la creación del mundo! Un relato en donde todo se originó gracias a una fecundación mágica entre un plátano y su respectiva concha. Luego llegaron Adán y Eva quienes, para realmente asegurarse de no caer en ninguna tentación, taparon sus partes con hojas de plátano. Y después hubiésemos tenido a un Jesús que habría convertido los panes en plátanos y en la última cena hubiese repartido patacón.
La literatura y el cine también pudiesen ser más interesantes si incluyeran al plátano. En La Bella y la Bestia, el protagonista hubiese podido ser un plátano negro, casi podrido, que Bella luego fritó y probó para así enamorarse. En la película Ratatouille, el crítico culinario pudo haber sido un venezolano que emigró a París hacía quince años y de repente le dieron una torta de plátano que lo retrotrajo a ese momento de la infancia cuando su abuela se la daba de merienda.
Por eso creo que ha llegado la hora de la emancipación del plátano. Una gesta que comenzó al ponerle plátano al sushi, la hamburguesa y la pizza, pero que ahora busca conquistar Europa, Rusia y Norteamérica.
Porque sueño con un planeta en donde haya caviar con plátano, fondue con plátano, filet miñón rodeado de plátano, paella de plátano, plátano a la huancaína, bacalao con plátano, choripán vegano con plátano, güisqui de plátano, gaseosa de plátano, helado de plátano, cines que vendan plátano y aerolíneas que sirvan plátano. En donde las hostias sean de plátano y el Latin Grammy se lo gane un grupo llamado Los Plátanos.
Un mundo en donde las pedidas de mano no solo sean con anillos, sino también con la entrega de amor más grande de cualquier ser humano: ceder esa última tajada de plátano frito. Así la gente no solo conseguiría su media naranja, sino también su medio plátano.
Por eso, desde ya voy a hacer mis cartas a San Nicolás y al Niño Jesús. Para que en la próxima Navidad no me traigan ropa, tecnología o zapatos. Pues solo pediré algo muchísimo mejor. Que solo me traigan tres plátanos verdes.
Reuben Morales es comediante, profesor de stand up comedy y escritor de humor.