Chacumbele en Europa, por Simón Boccanegra

Firmado por su secretario general, Francois Hollande, el Partido Socialista de Francia declaró el 6 de febrero pasado su estupefacción ante la conmemoración “incongruente en democracia, organizada en Venezuela (…) para celebrar una tentativa de golpe de Estado militar”. El PS recordó que en 1992 había condenado con firmeza la “tentativa subversiva” de Hugo Chávez porque “sólo la democracia puede asegurar la estabilidad, la paz y el desarrollo”. El PS, dice Hollande, había condenado también, con la misma firmeza y por las mismas razones, el golpe de abril de 2002 contra el presidente Chávez. Considera el PS esta conmemoración como “una mala señal enviada a América Latina”. Esta declaración pone de bulto hasta qué punto se ha desvanecido la anterior indulgencia que la izquierda europea había mostrado frente al gobierno venezolano.Ya ninguno de los grandes partidos socialistas y socialdemócratas de Europa se hace hoy la más mínima ilusión respecto del chavismo. Chacumbele se fue matando solito y hoy, más allá de un ramonet, a quien nadie toma en serio en Francia, y algunos grupúsculos de la ultraizquierda, poca gente cree en la Europa progresista que Chávez sea el relevo del élanrevolucionario que alguna vez impulsó Fidel Castro.