Encuentro de EEUU con Maduro reconoce que es él quien tiene el poder real y gobierna

La visita, este sábado 5 de marzo, de una delegación de la Casa Blanca y del Departamento del Estado de los Estados Unidos a Caracas para reunirse con Nicolás Maduro, implica el reconocimiento de que es él quien ostenta el poder real en Venezuela. Así lo perciben los politólogos Alexis Alzuru y Fernando Spiritto. En el interés geopolítico en juego, como es el petróleo, el gobierno interino de Guaidó no juega ningún papel.
Este sábado 5 de marzo, una delegación de los Estados Unidos se reunió con Nicolás Maduro y la vicepresidenta Delcy Rodríguez en Caracas. Según varias agencias internacionales, la delegación estuvo integrada por Juan González, principal asesor de la Casa Blanca para América Latina; James Story, embajador de Estados Unidos en Venezuela con sede en Colombia, y Roger Carstens, enviado presidencial especial de Estados Unidos para asuntos de rehenes.
Esta visita, que fue revelada en exclusiva por una información de The New York Times implica el reconocimiento de que es Maduro quien ostenta el poder real en Venezuela. Así lo perciben los politólogos Alexis Alzuru y Fernando Spiritto.
Los también investigadores creen que aunque la representación del presidente Joe Biden también se reunió con el gobierno interino, que encabeza Juan Guaidó, no hay garantías de que el respaldo a su lucha se prolongue de manera indefinida.
Desde enero de 2019, cuando el gobierno de Donald Trump reconoció a Guaidó como presidente interino, no existen relaciones bilaterales entre Venezuela y Estados Unidos, país que cerró su embajada en Caracas en 2019.
«El interinato, la oposición y la elite que lo constituyó, es la misma que le ha dicho al país durante años que con Maduro no era factible negociar bajo ningún escenario. Pero, Estados Unidos está demostrando que con Maduro es factible negociar y que no era necesario ir por el camino de tres golpes de Estado fracasados», indica Alexis Alzuru, profesor jubilado del doctorado de Ciencias Políticas de la Universidad Central de Venezuela (UCV).
En ese sentido, Alzuru se refiere a «La Salida», la Operación Libertad y la Operación Gedeón (de la que Guaidó se deslindó, pero que generó una serie de denuncias y detenciones desde el gobierno de Maduro).
«El dato más importante es que la visita de estos funcionarios del Alto Gobierno a Venezuela echa por tierra esa tesis de la negociación con Maduro», insiste Alzuru.
Las negociaciones entre el gobierno de Maduro y la oposición en México, bajo la Plataforma Unitaria, quedaron en vilo luego de la extradición del empresario Alex Saab de Cabo Verde a los Estados Unidos, en octubre de 2021.
El jefe de la delegación opositora, Gerardo Blyde, han insistido en volver a sentarse con la delegación de Maduro, que encabeza Jorge Rodríguez (presidente de la Asamblea Nacional de 2020), pero hasta ahora, el gobierno no ha aceptado la invitación.
Por otra parte, Alexis Alzuru puntualiza que, independientemente de que se avance o no en los motivos del viaje, lo relevante de la reciente cita es que el gobierno de Estados Unidos, principal padrino y aliado del interinato, vino a reunirse con Maduro.
«No viajó exclusivamente a sentarse con Guaidó. Es decir, hay un reconocimiento de hecho de que Maduro es quien administra el poder en Venezuela, la legitimidad de quien administra el poder real, nos guste o no», subraya Alexis Alzuru.
En ese sentido, recuerda que Estados Unidos había dicho que el único presidente en Venezuela era Juan Guaidó. Entonces, bajo esa premisa —argumenta— la reunión debió darse exclusivamente con Juan Guaidó, pero eso no fue lo que hicieron.
Este lunes 7 de marzo, el gobierno interino, a cargo de Juan Guaidó presidente de la Asamblea Nacional (AN) de 2015, anunció que también se reunión con la delegación estadounidense.
«El presidente Guaidó y el gobierno encargado brindarán mayor información sobre la reunión sostenida con la delegación tras culminar labores de coordinación con el Gobierno de los Estados Unidos, atendiendo razones de interés y seguridad nacional de nuestro aliado», indicó el interinato en una nota de prensa.
Asimismo, el politólogo Alexis Alzuru enfatiza que Estados Unidos siempre va a operar en función de sus intereses, no en función de los intereses de los venezolanos, por cuanto le importan muy poco los objetivos de la población venezolana.
«Cuando se ven forzados a negociar con Maduro, a los Estados Unidos no les importa si los venezolanos queremos o no, si la oposición puede resultar o no apaleada, si Maduro debe ser o no reconocido. Ellos avanzan en sus intereses», destaca.
Interés geopolítico
El politólogo Fernando Spiritto coincide con Alexis Alzuru en que la reunión de los funcionarios de Estados Unidos con Maduro significa su reconocimiento. Añade que el encuentro se enmarca dentro de un cambio geopolítico de mucha importancia.
De esta manera, Spiritto asevera que la guerra de Ucrania es una manifestación de la Guerra Fría que se va a dar entre dos ejes, por una parte, Europa-Estados Unidos y, por la otra, China-Rusia.
«Venezuela viene a ser una especie de un peón en ese juego. El hecho de que tengamos petróleo nos pone en ese tablero. El interés de Trump en Venezuela, en política interna, era electoral por los votantes de Florida. En el caso de Biden, el interés geopolítico es el petróleo, y el poder real lo tiene el gobierno de Maduro; por lo tanto, el interinato no pasa a tener aquí ninguna opción«, subraya.
No descarta Spiritto que Estados Unidos, tras la visita de la delegación de Biden al país, realice otros requerimientos a la oposición.
Sobre esto, el politólogo Alexis Alzuru indica que ni Guaidó, ni el interinato, ni el G4, ni la elite venezolana que ha respaldado al interinato puede garantizar un respaldo indefinido de Estados Unidos.
«A partir del sábado 5 de marzo, cuando llegaron los gringos a Venezuela, el interinato no puede seguir diciendo al país que cuenta con apoyo incondicional e indefinido de Estados Unidos, eso es un mito que se cayó. De aquí para adelante los venezolanos nos tenemos que entender con los venezolanos y en función de lo que decidamos, podemos ir a buscar apoyo o respaldos afuera», resalta.
Agrega Alzuru que la agenda de la lucha democrática debe ser de los venezolanos, no la de Estados Unidos, porque ellos operan según sus intereses, «los cuales, no necesariamente, coinciden con los de Venezuela».
Añade que el contexto en que se da la visita de los representantes del gobierno de Biden indica que Estados Unidos no acompaña a Venezuela por el bien del país o por sus intereses.
«Lo que están es, exclusivamente, cuidando sus intereses, mientras que se ha tenido a una oposición que no sabe ni siquiera cuáles son los intereses de Venezuela, por eso se ha plegado a Estados Unidos, se endosaron a los intereses de Estados Unidos y obviaron los del país», aseguró Alzuru.
La agenda de EE. UU.
Informaciones internacionales que han seguido la exclusiva de NYT, han referido que el objetivo del encuentro que se dio con Maduro y la vicepresidenta de la república, Delcy Rodríguez, «sería tratar de romper la estrecha alianza de Maduro con Rusia tras la invasión a Ucrania, y la posibilidad de reformas amplias de la industria petrolera para facilitar la producción y la exportación de empresas extranjeras en medio de la actual crisis mundial causada por el ataque armado ruso», indicó ANSA.
Según esta versión, otro aspecto clave de la cita se habría referido al reclamo de los Estados Unidos para que Venezuela libere al exmarine Matthew Heath, acusado de espionaje y quien está detenido desde septiembre de 2020.
Hace seis semanas, el embajador James Story formuló un nuevo llamado, en un mensaje en redes sociales, al gobierno de Maduro para que liberara a Heath, que cumplía 500 días preso.
Además, en el encuentro, los funcionarios estadounidenses habrían señalado la necesidad de celebrar elecciones libres en Venezuela, que es objetivo de la oposición en sus intentos de dialogar con el gobierno de Maduro.
Por su parte, dentro de las exigencias de Maduro, estaría el levantamiento de sanciones y retomar el control de la petrolera Citgo, en manos de Guaidó.
El pasado 3 de marzo, Joe Biden prorrogó la Orden Ejecutiva vigente desde marzo de 2015, que califica al Gobierno de Venezuela como una «amenaza» para la seguridad de Estados Unidos y que es la base para las sanciones económicas vigentes.
El día 4 de marzo, la Cancillería de Maduro respondió en un comunicado que tal calificación carece de «sustento real» y propone «el restablecimiento y regularización de las relaciones diplomáticas entre nuestros países, a partir del mutuo reconocimiento como Estados soberanos y gobiernos legítimos, y mediante un diálogo franco y constructivo».