Comerciantes piden voluntad política para aprobar el uso de facturas electrónicas
De acuerdo con el representante del comercio electrónico en el país, ya la tecnología para emitir facturas electrónicas existe, pero resta la aprobación de las autoridades para empezar a aplicarlas
La necesidad de aplicar la facturación electrónica crece con premura en la economía venezolana, según el sector comercial que advierte una migración importante a la informalidad a raíz de que no existen mecanismos para facturar las compras por internet.
Gracias a la pandemia, el comercio electrónico creció sustancialmente en los últimos dos años y una porción importante de la actividad comercial se registra a través de internet, muchas veces al margen de cualquier regulación estatal y sin compromiso tributario alguno.
El presidente de la Cámara Venezolana de Comercio Electrónico (Cavecom-E), Richard Ujueta, hizo énfasis en la masiva cantidad de tributos que no se están pagando debido a que la facturación electrónica no es una realidad en Venezuela.
Según las estimaciones de la cámara, hasta un 80% del comercio electrónico podría estar operando «aguas abajo», sin cumplir con regulaciones ni aportar al fisco nacional, lo que resulta contraproducente para el desarrollo del país e ilógico para la administración de Nicolás Maduro, que se ha enfocado en buscar capital ante la destrucción de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y la caída de ingresos petroleros.
«El Gobierno no ha terminado de dar el paso y de percibir la gran fuga de divisas y tributos que se les escapan de las manos porque se han enfocado en los grandes facturadores. Si lo llevamos a la masa operativa, no representan ni siquiera un 20% de lo que pudieran estar facturando aguas abajos en esa gran cantidad de comercios donde el Gobierno no percibe absolutamente nada porque tenemos represada la aprobación de facturas electrónicas», sostuvo Ujueta en una entrevista para Unión Radio.
De acuerdo con el representante del comercio electrónico en el país, ya el sistema está preparado para procesar transacciones de esta manera. Resta únicamente la aprobación para empezar a aplicar este tipo de facturación, pero materializarlo depende de la voluntad política de las autoridades.
«Ya está lista. Tenemos empresas habilitadas para implementar la facturas electrónicas, pero lo siguen apuntando solo a grandes facturadores. Cualquiera monta un negocio en internet y, sin factura electrónica, sigue habiendo un nicho muy grande de evasión de impuestos y de comercio ilegal», destacó.
Aunque la informalidad pueda parecer atractiva, para el sector comercial y especialmente para la economía nacional acaba siendo negativa y atenta contra el desarrollo y crecimiento del país. Incluso para los clientes de este tipo de comercios, puede ser perjudicial.
«Es negativo para el comprador, que no tiene garantía porque está comprando un bien o servicio sin factura o a expensas de que luego le manden la factura física; para el vendedor, que no cumple con los deberes formales; y para el Estado, que no recibe impuestos», insistió.
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Menos dólares en efectivo por el IGTF
Con respecto al impacto del Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras (IGTF), que ahora grava los pagos en divisas y criptomonedas, Ujueta afirma que han tenido un impacto importante en el comercio en general, pero insignificante en el electrónico.
Los pagos digitales suelen efectuarse con tarjetas bancarias que, incluso si operan con dólares, hacen la conversión a bolívares con la tasa indicada por el Banco Central de Venezuela (BCV), por lo que no generan el cobro del IGTF.
«Las transacciones electrónicas se hacen a través de medios de pago. Si tienes una tarjeta en dólares, al hacer una operación te cobran a tasa del BCV y no se aplica el impuesto. Es más que todo para los operadores y grandes cadenas que reciben pagos en efectivo», razonó.
Sin embargo, la tendencia del comercio en las últimas semanas ha sido disminuir el uso de dólares en efectivo. Pese a que las divisas se mantienen como un activo refugio para evitar la devaluación del bolívar, lo que hacen los consumidores es cambiar sus dólares por bolívares y así evitar pagar por un precio más elevado los bienes y servicios que consumen.
«Creo que ha tenido un efecto importante desde el punto de vista de la circulación del dólar. La gente está yendo a mercados paralelos para cambiar y obtener bolívares para hacer operaciones. Están dejando de hacer operaciones en dólares. La gente lo que ha hecho es guardar sus ahorros en dólares y cambiarlos cuando va a comprar», subrayó.