Con la «revolución» la vida es mas cara, por Simón Boccanegra
De acuerdo con la FAO (siglas en inglés de la Organización Mundial para la Alimentación) la inflación en los alimentos en Venezuela alcanzó de febrero 2013 a febrero 2014 el astronómico porcentaje de 74,5%. El país que le sigue, Uruguay, tuvo una inflación en el mismo lapso de 10,4%. No es pues concha de ajo lo que nos está costando vivir en Venezuela. Argentina, auque no proporciona datos sobre el tema, tuvo una inflación general de 9,3%, lo cual sugiere que la inflación en alimentos debe andar cerca de la uruguaya; pero ambos números están a distancia sideral de los nuestros.
¿Esto es una casualidad o mala suerte? De ninguna manera. Es el resultado de la política económica del gobierno. Por cierto, Maduro heredó de Chávez el problema, porque todavía en vida de este, en los últimos meses en que estuvo al frente del país, la inflación se le escapó de las manos y le llegó a su sucesor ya desbocada. Pero, el señor Maduro, a su vez, ha puesto lo suyo para empeorar lo que ya era insufrible.
No deja de tener interés comparar la inflación en alimentos en nuestro país con su similar en nuestra vecina Colombia: 1,8%.
Es aterradora la diferencia entre las dos cifras, la nuestra y la colombiana. La inflación general en Colombia en el año transcurrido fue de 2,3%. Peor nos vemos si nos comparamos con Costa Rica, donde la inflación anualizada en alimentos fue de 0,1% y todavía en febrero de este año la inflación general tica ¡bajó a 0,7%!, lo cual sugiere una inflación en alimentos aún menor. La «revolución», pues, nos ha resultado un embarque. Nos ha puesto a vivir peor que a todos los demás latinoamericanos.