Conindustria asevera que aumento salarial se volverá sal y agua en algunas semanas
El presidente de Conindustria, Juan Pablo Olalquiaga, aseveró que el Gobierno no tiene cómo para pagar los nuevos salarios. Detalló que el país tiene menos ingresos porque el Ejecutivo destruyó la producción
El nuevo incremento salarial anunciado por el gobernante Nicolás Maduro, «es más de una receta muy probada que no funciona». Así lo afirmó el presidente de la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria), Juan Pablo Olalquiaga, quien también consideró que en algunas semanas la medidas se convertirá en sal y agua.
El representante gremial consideró que el ajuste salarial se traducirá en más empobrecimiento para los consumidores. Tal y como a su juicio, sucedió en el pasado mes de agosto.
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El máximo representante de Conindustria explicó que así como el aumento de agosto pasó de 30 dólares a ser solo 3 dólares en tres meses, el incremento del jueves 29 de noviembre equivalente a 10 dólares, también se reducirá a 3 dólares en unas 4 semanas.
«Los ajustes de sueldo que no guardan relaciones con incrementos en la producción se diluyen», dijo a TalCual. Explicó que la situación se agudiza más cuando estos incrementos impactan significativamente en las erogaciones que debe hacer el Estado.
Olalquiaga aseveró que el Gobierno no tiene cómo para pagar los nuevos salarios. Detalló que el país tiene menos ingresos porque el Ejecutivo destruyó la producción petrolera y la recaudación de impuestos producto de los demás agentes tampoco alcanza.
Con respecto a la incidencia que la medida económica ejercerá en el sector que representa el vocero del sector industrial dijo que esta «es una vuelta más del ciclo destructivo que se va afianzado cada vez con menos aliento». Consideró que el ajuste es menos abrupto que el del pasado mes de agosto y «seguramente no generará mayor impacto en el sector. Sin embargo, no descartó que debido al empobrecimiento de los consumidores y la reducción de las ventas algunas industrias no podrán satisfacer los costos para mantener sus puertas abiertas.
Opinó que si el Gobierno sigue aplicando las mismas políticas van a cerrar las empresas. En este sentido, precisó que para el cierre del año 2018 se contabilizan 10.000 industrias inoperativas y solo 2.500 trabajando. Precisó que el 45% de las empresas operativas dice que trabaja por debajo del 20% de su capacidad histórica y estas podrían ser posibles cierres ante la repetición de las mismas políticas gubernamentales.