Son cuatro las construcciones que violan ordenamiento legal en El Ávila
Aún se desconoce quién es el propietario de esa costosa construcción que se hizo famosa en redes sociales. Marlene Sifontes, dirigente sindical de Inparques, afirma que se están levantando otras construcciones de ese estilo en diferentes zonas de El Ávila
El pasado lunes 31 de agosto, el Sindicato Unitario Nacional de Empleados Públicos del Instituto Nacional de Parques (Sunep-Inparques), denunció a través de su cuenta en Twitter que en el parque nacional El Ávila, específicamente en la loma Manzanares en San Antonio de Galipán, demolieron una colina completa para la construcción de una mansión, lo que no solo es un ecocidio sino que viola toda la ordenanza vigente para los parques nacionales.
La denuncia fue hecha cuando se produjeron los primeros trabajos, pero nunca fue atendida. «Debo decirte que desde que comenzaron los primeros movimientos de tierra, como en septiembre del año pasado, hicimos las denuncias en forma verbal a los directores y jefes de Inparques», comenta Marlene Sifontes, secretaria de este sindicato de ese organismo, quien afirma que no es la primera vez que denuncian estas construcciones ilegales.
Sobre quienes se preguntan por los permisos ambientales para esa y otras construcciones similares en distintas zonas de El Ávila, Sifontes recuerda que no deben existir tales permisos ni estudios de impacto ambiental «porque esa obra no debió hacerse porque está expresamente prohibido».
Explica que los únicos que tienen permitido hacer reparaciones en sus propiedades son los pobladores autóctonos de Galipán, pero no están permitidas nuevas construcciones. Al respecto, en 2009 el Tribunal Supremo de Justicia emitió la sentencia 1738, y ratificada en los años 2012 y 2014 que indica que: «la intensidad de las actividades recreacionales estará limitada al excursionismo y a la visita del escenario natural en quietud y silencio por parte de un público reducido, única y exclusivamente a través de senderos o trochas, no permitiéndose construcciones ni uso de vehículos a motor».
Asimismo, la dirigente sindical detalla que El Ávila tiene un Plan de Ordenamiento y Reglamento de Uso, mejor conocido como PORU, que norma las actividades que se pueden hacer dentro del parque y que establece que se pueden construir o remodelar hasta 150 metros cuadrados. «Esa casa para finales del año pasado ya sobrepasaba los 800 metros cuadrados. Se volaron una loma completa», afirma Marlene Sifontes.
La dirigente sindical dice que desconoce quién es el propietario de esa costosa construcción, pero reafirma que es «una obra ilegal que contraviene el ordenamiento legal y ambiental»; lo que lleva a Sifontes a interrogarse: «¿Qué hicieron las autoridades de Inparques luego que esto se denunció?».
El 1 de noviembre de 2019, el Sunep-Inparques acudió ante el Ministerio de Ecosocialismo, específicamente ante el ministro Oswaldo Rafael Barbera, para solicitar la destitución de las autoridades de Inparques por haber permitido actividades prohibidas en la zona, como lo son la construcción de viviendas dentro del parque nacional.
«No solamente es la construcción de esa casa, hay tres más», revela Marlene Sifontes, quien se atreve a calificar como «irresponsables y corruptos» a los jefes de Inparques y al ministro Barbera por haber permitido esas construcciones y no haber hecho nada para evitarlo.
Los habitantes de Galipán aseguran que, incluso en medio de la cuarentena por la pandemia del coronavirus, los trabajos en esa construcción no han cesado. «Todos los días sube un camión con unos 15 empleados, sin tapabocas, sin guantes y a ellos (galipaneros) no los dejan salir del lugar, ni menos recibir visitas», expone Sifontes.
En referencia a la mansión construida en la loma Manzanares en San Antonio de Galipán, Sifontes afirma que la zona siempre está custodiada por personal de seguridad, pero no han podido determinar a qué organismo pertenecen.
Del mismo modo, Sifontes dice que no puede dar fe de que las imágenes del interior de la casa sean efectivamente de esa construcción, pero sí dijo reconocer las de la terraza.
Marlene Siforntes, en representación del sindicato de Inparques, lamenta no solo las construcciones dentro del parque nacional El Ávila, sino que se estén realizando casas en Los Roques y que las autoridades no se pronuncien. «Las autoridades de Inparques han sido irresponsables, así como lo fueron ocultando la realidad del parque nacional Morrocoy, han sido irresponsables y cómplices del desastre que está ocurriendo en Galipán con la construcción de estas cuatro mansiones en diferentes zonas de El Ávila».
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Por otra parte, la dirigente sindical cuenta que en septiembre del año pasado presentaron una denuncia ante la Fiscalía porque en El Ávila se realizó una carrera de bicicletas. No obstante, un año más tarde, ninguna autoridad se ha pronunciado al respecto.
Marlene Sifontes detalla que en ese entonces, también metieron a la montaña camionetas 4×4 por las caminerías, vendieron licor y hasta abrieron una trocha, todo bajo la mirada complaciente de las autoridades.