De ciudades dormitorio a urbes de los 15 minutos, el futuro de nuestras metrópolis
Según ONU Hábitat, para 2020 había en el país 13 ciudades con 300 mil a un millón de pobladores y cinco urbes con uno a cinco millones de habitantes. Eso hizo que Venezuela estuviese ese año entre los seis países del continente con más metrópolis, con 17 en total
Con la llegada de la pandemia —declarada como tal por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en marzo de 2020— se empezó a cuestionar aún más la funcionalidad del diseño urbano de nuestras ciudades. Las zonas urbanas se convirtieron en regiones con grandes focos de contagios, concentrando el 90% de los casos reportados, según afirma la OMS. Como consecuencia, en las áreas más pobladas, por ejemplo, se saturaron los sistemas sanitarios, especialmente en las naciones más pobres en donde los habitantes tienen menos acceso a servicios públicos.
Así se hizo más evidente la necesidad de replantear las dinámicas de nuestros centros urbanos y de redistribuir y descentralizar los servicios ya existentes, de manera que todos los ciudadanos puedan suplir sus necesidades esenciales, como ir a lugares de trabajo, supermercados, colegios, etc, sin tener que viajar por horas a otro lado para lograrlo, como ocurre con las personas que van de ciudades satélites como Guatire o Charallave hacia Caracas.
Todo ello ha quedado resumido en el concepto de las ciudades de los 15 minutos, desarrollado por primera vez en París, Francia, y acuñado por el matemático y computista colombiano Carlos Moreno, especialista en sistemas complejos de la Universidad de La Sorbona, que fundamentó ese modelo en seis funciones urbanas que son «habitar, trabajar, abastecerse, salud física y mental, educación y cultura, —que abarca el descanso y el ocio— que tenemos que encontrar en una proximidad de un cuarto de hora, bajo carbón, a pie o en bicicleta, en las zonas compactas o en una territorialidad de 30 minutos en lugares de mediana y baja densidad».
Esta idea que plantea Moreno, que aplica sus conocimientos al concepto de las ciudades inteligentes, no se refiera a un proyecto de arquitectura. Implica, más bien, una política urbana de escala metropolitana o regional, de microurbes descentralizadas y más accesibles para todos, que es el objetivo número 11 que plantea la Organización de Naciones Unidas en la agenda para el Desarrollo Sostenible 2030: «Lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles».
Entonces, introducir las ciudades de los 15 minutos en medio de la pandemia es fundamental, porque constan de tres pilares que nos obligan a cambiar el uso que le damos a las urbes.
El primero es el cronourbanismo, con el que se crea un nuevo ritmo y se desatura el espacio público y medios de transporte; la cronotopía, que significa optimizar los miles de metros cuadrados que ya existen en lugar de construir más; y la topofilia, que supone una cercanía con nuestras comunidades y un reforzamiento de los lazos que nos unen a ellas..
Ecología de vecindarios interconectados
Mayra Madriz, planificadora urbana con más de 10 años de experiencia en redesarrollo de metrópolis de Estados Unidos y América Latina, dijo a TalCual que introducir este concepto en ciudades venezolanas sería algo factible y más que necesario.
«El desarrollo de esta política no significa crear ciudades nuevas sino redistribuir las amenidades en la ciudades existentes. Se trata de que vayamos zona por zona analizando si la ciudad fue creada con una concentración de todos los focos de empleo y trabajar gradualmente para garantizar el acceso a todos los ciudadanos. Esto en respuesta a lo que existe en algunas zonas en Venezuela en donde la política habitacional ha sido crear ciudades dormitorio, generando que las personas tengan que viajar a otras regiones para acceder a trabajos de calidad o servicios de salud», comentó.
Según Madriz, en Caracas ha habido experiencias con éxito de redistribución de equipamientos de salud, con pequeñas clínicas, a escala de vecindarios o pequeñas urbanizaciones. Sin embargo, cree que para lograr mejoras generales no solo se deben atribuir las responsabilidades al sector público sino también coordinar con el sector privado, para que ofrezca sus servicios, «facilitando la creación de pequeños abastos y las oportunidades de emprendimiento, eliminando zonas monofuncionales».
En ese sentido, comentó que hacer la transición a ciudades sostenibles no pasará de la noche a la mañana. Sin embargo, cree que es importante identificar los sectores que ya tienen acceso a transporte público y en los que hay una densidad poblacional que justifique la inversión de las redes de equipamiento que deben redistribuirse. Además, señaló que debe tenerse en cuenta que la creación de villas autosuficientes como, por ejemplo, Ciudad Caribia deben evitarse porque con esos planes terminan aislando las urbes, que es justo lo contrario que se quiere lograr con las ciudades de los 15 minutos.
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Sobre Ciudad Caribia, un complejo habitacional inaugurado por Hugo Chávez en agosto de 2011, Celia Herrera, arquitecto y docente de la Universidad Central de Venezuela (UCV) , indicó que, por no contemplar la interconectividad y estar «en medio de la nada» (autopista Caracas-La Guaira), le es poco factible la integración con otros territorios. No obstante, agregó que en la medida en que se le dé conectividad con el resto de los espacios será «más eficiente», pues la idea es «crear comunidad y desarrollar interacción», con ecología de vecindarios interconectados, sin barrios que sean células independientes.
Según ONU Hábitat, para 2020 había en el país 13 ciudades con 300 mil a un millón de pobladores y cinco con uno a cinco millones de habitantes. Eso hizo que Venezuela estuviese ese año entre los seis países del continente con más metrópolis, con 17 en total. Esto no necesariamente implicaría el nacimiento de aglomeraciones urbanas y expansiones de ciudades que han crecido territorial y poblacionalmente más allá de los límites centrales y de su capacidad, pero en nuestro caso sí
«Es básico disponer de los llamados planes de desarrollo urbano local, que bajo el nuevo esquema del Consejo Federal de Gobierno serían los planes municipales, a través de consejos comunales y estructuras comunitarias, para tener ese acercamiento y desarrollar las ciudades con poblaciones mayores de 100 mil habitantes, que es lo que se habla desde la Academia Nacional de la Ingeniería y el Hábitat, exactamente desde la Comisión de Infraestructura. Más que esperar un plan, esto se puede hacer a través de programas, con acupuntura urbana, para avanzar en la estructuración de estas ciudades, con incorporación de los barrios a las ciudades y lograr más equidad».
Herrera comentó que este año esa organización integró al plan de gestión el concepto de las ciudades de los 15 minutos. Explicó que no en los mismos términos, pero aseguró que comprende las mismas acciones tácticas que necesitan ejecutarse junto a alcaldes para hacer intervenciones y sacar a flote una ciudad más accesible para todos.
¿Cómo avanzan en la región?
En otros países de la región la incorporación de este concepto de ecología de vecindarios interconectados ya está mucho más desarrollado. En Buenos Aires, por ejemplo, han tratado de crear una ciudad policéntrica en donde hay un modelo urbano en el que confluye lo económico, ambiental y social para satisfacer las necesidades de los argentinos, aumentando el bienestar urbano y reduciendo las emisiones de gases contaminantes a la atmosfera y los niveles de ruido.
También en Colombia, la Alcaldía de Bogotá está creando una ciudad de 30 minutos a través del trazado de distritos, que serán 30, y se delimitarán según los servicios públicos y equipamientos —entiéndase colegios, hospitales, parques— que una persona pueda alcanzar en 20 minutos en bicicleta. Además, han puesto en marcha otros macroproyectos, de la mano del Sistema Distrital de Cuidado, para reducir la pobreza del tiempo y también la desigualdad de género.
«Tanto Colombia como Argentina han implementado la descentralización de servicios antes de que surgiera este concepto. Una de las mejores aplicaciones ha sido en Bogotá, donde las Manzanas del Cuidado, que tienen que ver con la colocación de múltiples servicios, con una perspectiva de género, en zonas de más carencias. A las madres que se dedican al cuidado de niños les facilitan el acceso a todo, y donde lleva al niño al médico puede ver clases, tiene oportunidades de recreación también», explicó la urbanista Madriz.
América Latina es uno de los continentes más urbanizados del mundo, lo que implica que gran parte del 70% del CO2 que produce el mundo urbano es generado en sus territorios. La pandemia ha dado a la humanidad la oportunidad para reflexionar y reajustar la forma en que vive y se relaciona. Depende de todos cómo se reconstruyen las ciudades.
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