De Veracruz a La Guaira, un viaje que une a Piedad Córdoba con Nicolás Maduro
Desde el puerto de Veracruz han salido hasta Venezuela al menos 7 millones de cajas con comida despachadas por una fantasmal sociedad sin oficina permanente, y gracias a un millonario contrato con el gobierno venezolano. Group Grand Limited se llama la empresa mexicana involucrada en esta denuncia que expone vínculos entre el colombiano Alex Nain Saab Morán -ligado a la ex senadora Piedad Córdoba- y el presidente Maduro en el contexto del programa de asistencia alimentario conocido como Clap. Este reportaje fue publicado por el portal de periodismo de investigación armando.info y tanto su autor, Roberto Deniz, como otros miembros del equipo -Alfredo Meza, Joseph Poliszuk y Ewald Scharfenberg- han recibido amenazas desde una cuenta anónima de Twitter
Autor: Roberto Deniz
El principal centro de distribución de alimentos de Venezuela está en el puerto de Veracruz, México. Desde allí, a miles de kilómetros de distancia, en lo que va de año han zarpado buques cargados con las cajas de alimentos para los Comité Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), un programa diseñado por Nicolás Maduro. La travesía de unos cinco días implica bajar desde el golfo mexicano, atravesar el mar Caribe y tocar costas venezolanas, y ha conducido a un negocio millonario a Group Grand Limited, la fantasmal empresa que según la Fiscal General de la República destituida por el Gobierno venezolano, Luisa Ortega Díaz, tiene relación directa con el presidente de Venezuela.
Aunque desconocida por la opinión pública, Group Grand Limited ha entrado silenciosamente en los hogares venezolanos, especialmente los más pobres, a través de las cajas de alimentos. La compañía es la gran beneficiaria del negocio de los CLAP. Se ha impuesto, incluso, a Postar Intertrade Limited, del empresario venezolano Samark López Bello, a quien el Departamento del Tesoro estadounidense señaló en febrero pasado de ser el “testaferro” del Vicepresidente de la República, Tareck El Aissami. Las sanciones asociadas a esa acusación, precisamente, lo apartaron rápidamente del negocio tras firmar un contrato por unos 120 millones de dólares con las autoridades venezolanas para la venta de 3 millones de despensas CLAP, según ha manifestado López Bello.
Los números de Group Grand Limited hacen palidecer a los de Samark López Bello, quien con su empresa sólo despachó desde México alrededor de 1 millón de cajas en dos embarques, uno en febrero y otro en abril. Pero entre febrero y agosto de este año, la compañía que Ortega Díaz vincula a Maduro, ha despachado, al menos, 7 millones de cajas para los CLAP, según se desprende de documentos obtenidos para este reportaje. La cifra puede ser mayor, advierten fuentes empresariales venezolanas y mexicanas conocedoras de la operación de Group Grand Limited, al ser el único grupo que continúa recibiendo fondos del Gobierno venezolano.
Los buques CNP Paita y Viking Merlin, de la naviera Hapag Lloyd, han llegado casi semanalmente al puerto de La Guaira, al norte de Caracas. En cada traslado transportan entre 400 y 600 contenedores, cada uno con 1.300 cajas CLAP, según detallan papeles de embarque en los que el consignatario de la mercancía ha sido la Comercializadora de Bienes y Servicios del estado Táchira (Cobiserta), adscrita a la Gobernación de esa entidad, en la frontera colombo-venezolana, y dirigida por José Gregorio Vielma Mora, un militar ligado a Hugo Chávez desde que comandó el golpe de Estado aquel 4 de febrero de 1992.
Maduro aprobó en octubre del año pasado a Vielma Mora 340 millones de dólares del Fondo de Desarrollo Nacional (Fonden) a la tasa preferencial de 10 bolívares por dólar para la compra de 10 millones de combos de alimentos. Era el comienzo de un negocio que no se ha detenido, en el que Group Grand Limited ha sido, precisamente, el trader o intemerdiario que ahora Ortega Díaz pretende desnudar.
La caja de Pandora
El pasado 23 de agosto la Fiscal rebelde viajó a Brasil para reunirse con homólogos de las naciones del Mercado Común del Sur (Mercosur). Había escapado desde Caracas hasta Bogotá pocos días antes tras ser destituida a inicios de agosto por la cuestionada Asamblea Nacional Constituyente (ANC) con la que el chavismo ha terminado de suplantar al parlamento bajo control de la oposición desde enero de 2016. En la capital brasileña, rodeada de micrófonos y frente a las cámaras de los medios de comunicación, Ortega Díaz soltó que el presidente Maduro es beneficiario de Group Grand Limited y de la venta de alimentos para los CLAP, un plan que el Gobierno esgrime como la solución al desabastecimiento generalizado y a la “guerra económica” de los empresarios locales.
“Tenemos investigación de las bolsas de alimentos que se entregan en Venezuela, los CLAP, una empresa mexicana, registrada en México a nombre de dos personas. La empresa tiene nombre Group Grand Limited, empresa que se presume es del presidente de la República, Nicolás Maduro”, disparó la ahora perseguida del chavismo. Seguidamente detalló que los propietarios en papeles serían el venezolano Rodolfo Reyes y los colombianos Álvaro Pulido Vargas y Alex Saab. “Esas pruebas también las tenemos nosotros, voy a entregarlas a las autoridades de distintos países”, dijo para desatar un estruendo en Venezuela y Colombia.
Las afirmaciones de Ortega Díaz apuntaban a mostrar que Álvaro Pulido Vargas y Alex Nain Saab Morán, hasta ahora relacionados a la ex senadora colombiana Piedad Córdoba, son también cercanos al presidente venezolano. En otras palabras, que Maduro sería otro valedor de los negocios que desde hace años Pulido y Saab ganaron con el chavismo. Aunque con algunas imprecisiones, las denuncias de Ortega Díaz no están descaminadas.
El 23 de abril Armando.info publicó un primer reportaje sobre las operaciones de Group Grand Limited, sociedad registrada en Hong Kong el 8 de marzo de 2013 con un capital de 10 mil dólares. Desde el 7 de mayo de 2015 hasta el 24 de febrero de este año el director fue Shadi Nain Saab Certain, hijo de Alex Nain Saab Morán. Además del vínculo familiar, padre e hijo están unidos junto a otros parientes en dos fundaciones creadas en Panamá llamadas Seafire Foundation y Fundación Hesace, e hicieron sociedad en una compañía inscrita y posteriormente liquidada en Barranquilla, ciudad natal de Alex Saab, de nombre Saab Certain & Compañía.
La documentación permite estimar que cada una de las cajas fue vendida aproximadamente en 34 dólares, apenas 340 bolívares al tipo de cambio preferencial, pero comercializadas en Venezuela por encima de 10 mil bolívares, casi 30 veces su valor
Tanto el propio Alex Saab como sus abogados desmintieron rápidamente su vinculación con Group Grand Limited. “No hago parte de la empresa vinculada a los alimentos”, respondió el empresario al diario El Tiempo de Bogotá en una escueta entrevista vía correo electrónico que se publicó el 25 de agosto. Allí, en cambio, admitió su amistad desde hace “muchos años” con la ex senadora colombiana Piedad Córdoba, a quien calificó como “gran persona y líder natural” y a quien dijo admirar por “su lucha a favor de los derechos humanos”. Meses antes cuando ya el nombre de Piedad Córdoba sonaba en los negocios de Alex Saab, la ex senadora fue homenajeada por la Gobernación del Táchira, que ya negociaba con Group Grand Limited.
En la misma línea se pronunció uno de sus abogados. Abelardo De La Espriella, conocido por duras opiniones contra el presidente venezolano, declaró al diario El Heraldo de Barranquilla que su defendido “no tiene nada que ver con esa empresa de alimentos” y que “no hace parte del Gobierno venezolano”. Aseguró, incluso, que si Saab “fuera socio de Nicolás Maduro, no estaría defendiéndolo”.
Pero documentos de embarque y facturas confirman que cuando el hijo de Alex Saab todavía era responsable de Group Grand Limited, la empresa vendió cientos de kilos de alimentos para los CLAP a la Gobernación del Táchira. Entre el 8 de enero y el 30 de enero de este año emitió, al menos, 149 facturas a la Gobernación del estado Táchira por unos 212 millones de dólares, más de la mitad de los 340 millones de dólares aprobados inicialmente por Maduro. De acuerdo a esos papeles la función de la empresa es hacer el “trading” y cobró por adelantado. La documentación permite estimar que cada una de las cajas fue vendida aproximadamente en 34 dólares, apenas 340 bolívares al tipo de cambio preferencial, pero comercializadas en Venezuela por encima de 10 mil bolívares, casi 30 veces su valor.
Si la conexión padre-hijo resulta insuficiente, otros indicios también revelan que Alex Saab es el hombre detrás de las cajas CLAP que comercializa Group Grand Limited. Tanto la dirección que colocó Shadi Nain Saab Certain en el registro de Hong Kong, como la que aparece en las facturas remite a las oficinas en Caracas de Fondo Global de Construcción, compañía con la que Alex Saab obtuvo un contrato con el mismísimo Hugo Chávez en 2011 para vender casas prefabricadas al plan “Misión Vivienda”. Esa misma dirección estuvo en la web de Group Grand Limited hasta abril pasado, pero fue modificada al consultarles por la relación entre las dos empresas y el empresario colombiano. Luego de las acusaciones de Ortega Díaz desapareció del portal esa segunda dirección, reafirmando el carácter fantasmal de la compañía.
El actual director de la empresa, el abogado colombiano ex cónsul de ese país en New York y ex presidente de la Asociación Nacional de Hidrocarburos, también negó la participación de Alex Saab. En un comunicado firmado por él y difundido a medios colombianos el 28 de agosto, Betancourt dijo que “es totalmente falso que alguna de las personas mencionadas por la señora Ortega (Díaz) hace parte de la composición accionaria de Group Grand Limited”. Manifestó, además, son una de las “por lo menos 12 empresas que en este momento prestan el servicio de cajas CLAP” al Gobierno venezolano. “Las relaciones contractuales que hemos celebrado con la República Bolivariana de Venezuela se rigen por las reglas de derecho de ese país”, sentencia el texto firmado por Betancourt, quien además encomendó la defensa de Group Grand Limited al ex fiscal colombiano Mario Iguarán.
Aunque en el comunicado se sostiene que la compañía trabaja con “total transparencia”, no descubre quiénes son los verdaderos dueños. De los movimientos del registro en Hong Kong se desprende que el 24 de febrero, cuando Shadi Nain Saab Certain renunció al directorio y Betancourt asumió como único director, las acciones de Group Grand Limited pasaron a manos de dos compañías panameñas. Se trata de Eolo Energies INC y Viladrake International INC, esta última creada en noviembre de 2016 y manejada desde el 27 de enero de este año por el apoderado Jorge Wuerms, un panameño especializado en finanzas y ligado a Penates AG, firma financiera radicada en Suiza.
Lea el reportaje completo en Armando Info
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