Del BCV se han esfumado 203,6 toneladas de oro durante el gobierno de Maduro
El gobierno impulsa el desarrollo del Arco Minero del Orinoco para reforzar las reservas internacionales del país, pero al mismo tiempo acelera la liquidación del oro monetario
Autor: Ahiana Figueroa
Contra viento y marea el presidente Nicolás Maduro llevó adelante su plan de producción del arco minero, con el objetivo de eliminar la extracción ilegal y dinamizar la economía. Este ambicioso proyecto, sin embargo, contrasta con el contrabando de oro que aún persiste en el país y con la acelerada y semiclandestina venta del oro monetario de las reservas del Banco Central de Venezuela (BCV) que ha ejecutado el gobierno madurista en los últimos años.
Declaraciones recientes del ministro para el Desarrollo Minero Ecológico, Víctor Cano, señalan que el Arco Minero del Orinoco aportó al ente emisor 13 toneladas (Tn) de oro entre 2017 y el primer trimestre de 2018, lo que equivale a 550 millones de dólares, aproximadamente. La meta para este año es alcanzar una producción de 24 Tn, casualmente la misma que se propuso China (la mayor productora de oro del mundo) pero en un plazo de cinco años.
Este monto que el arco minero ha entregado resulta aún insignificante si se comparan con las cifras de extracción de oro que señalan algunos analistas, y con lo que ha liquidado el gobierno de sus reservas del Banco Central.
De acuerdo a las más recientes estadísticas publicadas por el World Gold Council, las reservas de oro del BCV pasaron de 186,9 Tn al cierre de 2016 a 162,2 Tn a finales de 2017. Esto quiere decir que el gobierno vendió durante el pasado año aproximadamente unas 24,7 Tn.
En las cifras suministradas por el organismo internacional que recibe la información oficial de los bancos centrales de todo el mundo, el oro monetario de Venezuela ahora representa 69,4% de las reservas internacionales con un valor de $7.737 millones.
Desde que Maduro llegó a la presidencia del país en 2013 y hasta 2017, se liquidaron unas 203,6 Tn en lingotes de oro, es decir, el equivalente a $11.057 millones, los cuales debieron alimentar las reservas liquidas (efectivo) del BCV.
Estas cifras contrastan con las de su antecesor, el presidente Hugo Chávez, quien durante su gestión de 13 años aumentó la tenencia de oro monetario de 311 Tn a 367,6 Tn. De hecho, al cierre de septiembre 2012 Venezuela llegó a tener en sus reservas un monto de $20.779 millones en lingotes.
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En un reciente informe, el analista financiero Russ Dallen, director de la consultora Caracas Capital, señala a sus clientes lo que Venezuela ha estado haciendo durante los últimos años en relación con la repatriación y, que ahora está disminuyendo rápidamente las reservas de oro.
“Después de vender oro en Suiza para pagar vencimientos e intereses de bonos a principios de 2016, las reservas de oro de Venezuela habían caído a $7.700 millones, donde se mantuvieron estables hasta noviembre de 2017. En los últimos dos meses de 2017, Venezuela perdió $1.100 millones al informar que tenía $6.600 millones en oro al 31 de diciembre”, acotó.
En enero pasado, las reservas de oro cayeron otros $500 millones, según las cifras reportadas por el BCV en su balance financiero de ese mes.
“Al 31 de enero, Venezuela tenía solo $6.100 millones en reservas de oro, medio millardo menos que en diciembre. En resumen, consumió $1.600 millones de sus reservas de oro en tres meses. Es importante acotar que esta caída ocurre sin que el país pague su deuda en bonos de deuda externa”, apuntó Dallen.
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Al respecto, el portal financiero norteamericano ZeroHedge -ideológicamente cercano a la administración de Trump- destaca que Venezuela acelera su liquidación de oro y afirma que si continúa con esta estrategia, se quedará sin oro monetario en un año.
“Y pronto el paraíso socialista más pobre del mundo tampoco tendrá oro para desencadenar la etapa final del colapso social de Venezuela. Aún así, uno se pregunta quién está en el otro lado de la negociación y está tan ansiosamente comprando todo el oro que Venezuela tiene que vender”, indicó ZeroHedge.
Hacia Aruba o desde Maiquetía
La salida de oro en Venezuela es un tema que se avivó a principios de este año con las acusaciones del gobierno venezolano contra Aruba, Curazao y Bonaire de permitir la entrada ilegal de barras de este mineral.
Tras esta denuncia, Maduro cerró las comunicaciones por aire y mar con estas islas “en defensa de los intereses económicos de Venezuela”.
Varios medios reportaron que el investigador ambiental y criminalista holandés Bram Ebus, realizó un estudio en el cual se revela –por ejemplo- que Curazao exportó oro por $537,6 millones en 2015, lo que representa 33% del total de bienes y servicios, cantidad que convierte a ese mineral en el segundo mayor producto de venta al extranjero de la pequeña isla caribeña, cuyo principal producto de exportación fue hasta ahora el petróleo refinado. Esto llamó la atención en todo el mundo puesto que la isla no cuenta con minas de oro, como tampoco las tienen Aruba o Bonaire.
Según el diputado de la Asamblea Nacional, Elías Matta, Venezuela ha perdido en los últimos seis años alrededor de $20.000 millones por contrabando de oro, asegurando que 80% de la producción sale por vía ilegal.
Matta recuerda que en una investigación realizada por parlamentarios del partido de gobierno (Psuv), alrededor de 200 Tn de oro son contrabandeadas no solo a las islas sino también a Brasil, Colombia, Bolivia y Guyana.
Volando lejos
Pero el oro monetario también alza vuelo. De acuerdo a informaciones publicadas por el integrante de la ONG “Observatorio Venezolano del Crimen Organizado”, Javier Ignacio Mayorca, a finales de marzo de este año salieron del país 2,1 Tn de oro del BCV hacia Emiratos Árabes Unidos. Afirmó que el metal fue trasladado por funcionarios de la Fuerzas Armadas Nacionales (FAN) en 57 cajas que posteriormente fueron enviadas en un Airbus A6-RRJ desde el aeropuerto internacional Simón Bolívar en Maiquetía.
Esta sería otra medida que el presidente Maduro hace distinto a su antecesor. Chávez en 2012 repatrió el oro venezolano depositado en bancos suizos para evitar -según decía- las “turbulencias” de los mercados internacionales.
En definitiva, de aquellas 367,6 toneladas de oro depositadas en el Banco Central, se ha perdido más de la mitad (56%). El rey Midas criollo ha hecho todo lo contrario del mitológico gobernante griego.
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