Del juez Villarte a los jueces de Chávez, por Simón Boccanegra
Autor: Simón Boccanegra
A lo dicho en el editorial añadiría yo otro elemento. Por lo general los detenidos en disturbios son rápidamente puestos en libertad, a menos que se les pueda imputar un delito concreto.
Hace pocos días una jueza, aplicando ese criterio, ordenó la libertad de varios detenidos. En menos de veinticuatro horas fue destituida. El mensaje está clarísimo. Juez que no se ajuste a los mandatos del régimen sale del cargo.
De los jueces no se espera que apliquen justicia sino que ejerzan la venganza del régimen. Se quiere borrar todo vestigio de independencia del Poder Judicial, que no es que en Venezuela haya sido realmente independiente, pero esta revolución se nos vendió como la reparadora de los entuertos del pasado. Aquí hubo un juez, un tal Villarte, que se hizo tristemente famoso en los años sesenta, porque firmaba en blanco las órdenes de allanamiento de moradas. Seguramente Rangel pensaba que cosas así nunca más ocurrirían si él alguna vez era gobierno.
Bueno, ahora lo es y, por lo visto, aspira a que todo el Poder Judicial sea un inmenso juez Villarte.