Diáspora de personal de la salud agrava la crisis humanitaria venezolana
No solo es la fuga del personal médico lo que aqueja a los hospitales, también la falta de personal obrero y administrativo que se niega a trabajar bajo condiciones deplorables que ponen en riesgo su salud y su vida
La crisis política, social, económica y humanitaria que vive Venezuela ha llevado a cientos de ciudadanos a tomar la decisión de cruzar las fronteras en busca de oportunidades. De acuerdo a los últimos datos de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y la Organización Internacional paras las Migraciones (OIM), la migración venezolana habría sobrepasado los 3 millones de personas.
De este número de migrantes al menos 24 mil serían médicos especialistas en diferentes áreas. Así lo señala el más reciente informe de la Alianza Venezolana por la Salud (AVS), el cual explica que los médicos con estándares profesionales universalmente reconocidos han emigrado en búsqueda de condiciones dignas de trabajo, incentivos acorde a su formación profesional, seguridad económica y la subsistencia para sus familias.
Recordemos que en la actualidad Venezuela vive una crisis sin precedente, que ha afectado entre otras cosas los estándares de calidad de los centros de salud públicos del país, donde el desabastecimiento de insumos y medicinas supera el 80%.
Esta escasez ha obligado a los médicos venezolanos a trabajar bajo condiciones inhumanas, sometidos a la necesidad de no poder brindar un servicio de calidad; e incluso ver como sus pacientes mueren por falta de insumos básicos y de carácter universal.
El informe explica que a las renuncias del personal médico se han sumado las de 6.600 bionalistas y de 6.030 enfermeros. Este último dato permite señala que el déficit del personal de enfermería subió de 50% a 74% en todo el país.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) señaló en uno de sus informes que “la migración del personal de salud y la escasez de medicamentos e insumos de salud en Venezuela, en particular en los niveles secundario y terciario… ha afectado el funcionamiento general de la red de salud y su capacidad para expandir rápidamente su respuesta en situaciones de emergencia y brotes de enfermedades”, y reconocido que “La pérdida progresiva de la capacidad operativa del sistema nacional de salud a lo largo de los últimos cinco años se intensificó en el 2017 y 2018 lo que ha afectado la prestación de la atención de salud gratuita y el acceso gratuito a los medicamentos. Muchos hospitales funcionan en condiciones extremadamente difíciles¨.
Suplentes no capacitados
De acuerdo a la AVS, el gobierno de Nicolás Maduro ha pretendido ocultar la diáspora del personal de salud en los centros públicos con los médicos integrales comunitarios o por especialista de otras naciones como Cuba o Palestina.
Estas personas ocupan espacios como la red de Centros de Diagnóstico Integral (CDI), Barrio Adentro, e incluso en hospitales de alta demanda como el hospital Vargas de Caracas. Ha este último fue asignado un grupo de médicos palestinos encargado de bajar la lista de espera de intervenciones quirúrgicas, lo que causó gran controversia porque ni siquiera manejaban el idioma castellano, lo que dificulta el trabajo con los especialistas y, más grave aún, con los pacientes.
Desde la organización reiteraron que este personal no está calificado para tener en sus manos la vida de los ciudadanos, argumentando que su educación no maneja estándares de calidad y de formación confiables.
De acuerdo con la Alianza de Médicos de Venezuela, estas personas son “víctimas de una educación médica fraudulenta y con limitadas capacidades y competencias en su formación profesional”, por lo que lo consideran un personal no apto para “suplir a los médicos cirujanos y especialistas calificados, formados en las universidades autónomas” del país, que han tomado la difícil decisión de emigrar.
La pérdida de recurso humano calificado (médicos, enfermeras, bioanalistas, nutricionistas y otras profesiones de la salud), priva a la red de establecimientos de salud de personas capacitadas para realizar actuaciones profesionales ajustadas a los estándares de calidad universalmente aceptados y compromete seriamente los servicios asistenciales y a la vez, aumenta los riesgos de errores, complicaciones y mortalidad de los pacientes.
No solo es la fuga del personal médico los que aqueja gravemente a los hospitales, es también la falta de personal obrero y administrativo, que se niega a trabajar bajo condiciones deplorables que ponen en riesgo no solo su salud sino también su vida.
Mientras esto ocurre, Nicolás Maduro y su gabinete niegan la existencia de una crisis humanitaria en el país, cerrando el paso a la llegada de la ayuda humanitaria solicitada por la Asamblea Nacional, para brindar atención a los pacientes en riesgo, en especial a aquellos con enfermedades crónicas.