DIM chimba, por Teodoro Petkoff
Los lectores habituales de otros periódicos, así como la mayor parte de los televidentes, deben estar sorprendidos por el desarrollo de un debate esotérico que ha tenido lugar en estos días. Varias veces han visto u oído al ministro de la Defensa y al general de tres soles negar la existencia de un informe de la DIM, al cual, además, el primero ha calificado de «chimbo», y el segundo ha anunciado que la PTJ está verificando la firma del general Martínez Morales porque, según Lucas, el documento es un «montaje». Imaginamos lo intrigados que deben sentirse esos ciudadanos: ¿de qué diablos hablan José Vicente y Lucas Rincón? En fin, gajes de la información veraz.
Pero, de otro lado, será chimbo, pero aquí a TalCual han venido hasta uniformados a buscar ejemplares del diario con el informe. Un sargento, enviado por un comandante de brigada, nos comentaba que «mi general quiere ver en qué lista lo tienen». Ahora, lo que sí es verdad es que las listas son chimbas. Uno, que conoce tanta gente, ve generales o almirantes clasificados como «revolucionarios» que son antichavistas a muerte o ve «disidentes» que son muy amigos del «proceso». Un general de dos soles le comentaba a nuestra compañera que cubre la fuente castrense que eso se explica porque los «muchachos» de la DIM, merodeando, digamos, por el Círculo Militar, oyen de pronto a algún oficial quejándose del tráfico, por ejemplo, e inmediatamente lo clasifican como «enemigo». Y así. Esto nos recuerda un informe de la Disip, de hace unos cuantos años, sobre los periodistas de izquierda, en el cual aparecían hasta colegas ya fallecidos. Bueno, no somos suizos, como dijera el filósofo. Afortunadamente. El «informe» de la DIM debe ser parecido. De manera que el alto gobierno de lo que debiera preocuparse es de la idoneidad de sus organismos de inteligencia. Porque si son igual de «eficientes» en la búsqueda de información sobre la seguridad del país, estamos fritos.
Por cierto que José Vicente anunció, para la semana pasada, que el general jefe de la DIM, Martínez Morales, daría unas declaraciones sobre la materia. Pero ya vamos por la mitad de la segunda semana de este críptico asunto y nada que Martínez Morales habla. Aunque es lógico suponer que, de hablar, lo haría para «desmentir» también el informe. Lo que sí llama la atención es por qué ha tardado tanto. Como también sorprende la reacción del circunspecto general Rincón ante nuestra periodista: lo que le faltó fue ordenar su arresto. La procesión va por dentro. Aunque es obvio que, por ahora, están jugando a no hacer olas, contando para ello con la desaprensión de la mayor parte de los medios y de los partidos parlamentarios de «oposición»