Disco rayado, por Simón Boccanegra
Autor: Simón Boccanegra
Chávez se equivocó de día y creyó que era domingo. En lugar del mensaje presidencial, con la cuenta del año, nos lanzó el mismo «Aló, Presidente» de los últimos domingos. Quien no lo haya oído ayer y tenga interés en hacerlo, puede sintonizarlo pasado mañana. Será el mismo disco rayado. Como siempre, si no gana empata pero no pierde nunca. La crisis de Pdvsa fue provocada a propósito, no fue un error, como implícitamente reconoció cuando cambió la directiva y reenganchó a los que había botado.
Anunció el enésimo plan de empleo, sin la más mínima referencia al fracaso de los anteriores, y al cual le puso la meta de reducir el desempleo al 5% para diciembre. Ojalá, pero amanecerá y veremos, como dijo el ciego. Curiosamente, le cambió el nombre a esa misión y de «Negro Primero» la rebautizó «Vuelvan caras». Tal vez cuando recuerde que la frase es del «traidor» Páez le restituya el nombre anterior.
Para el 2021 anunció que el país estará libre de pobreza. Dios lo oiga, pero si el ritmo para alcanzar tal meta es el mantenido en estos cinco años, durante los cuales el problema empeoró en comparación con 1998, habrá que ligar que no ocurra con esa promesa lo que pasó con la de los niños de la calle. El millardito no podía faltar, pero es difícil saber si fue un lapsus o de verdad reculó, al admitir que sin tocar las reservas el BCV le puede dar plata al agro. Como quien no quiere la cosa recordó que Diego Luis Castellanos es hijo de un coronel gomecista que, para colmo, peleó contra Maisanta. ¿Deberá José Vicente, hijo también de un coronel gomecista, poner sus barbas en remojo? Sin mucha originalidad anunció que el 2004 será un año de «revolución dentro de la revolución». Así denominaba Fidel aquel periodo de su política en América Latina que culminó con la muerte del Che. Que no sea, pues, un mal augurio.
Le sacó punta, por supuesto, al autogol opositor del paro y se enorgulleció, a justo título, de las misiones educacionales. Unos cincuenta domingos diciendo las mismas cosas. Recibido y en cuenta.