El ajuste que faltaba al plan de Maduro: bajar los salarios aunque suba el petróleo
¿La administración de Maduro tiene dinero para pagar los salarios y beneficios a los trabajadores de la administración pública? Todo depende de sus erogaciones. Estimaciones de consultoras señalan que el fisco está recibiendo mayores ingresos que en 2021 debido al alza de los precios del crudo, pero aún es insuficiente para cerrar el gigantesco déficit fiscal que ha acumulado en estos 22 años
La guinda que le faltaba al plan de ajuste económico del mandatario Nicolás Maduro es la reducción de los beneficios a los trabajadores de la administración pública. Los programas de estabilización macroeconómica de organismos multilaterales como el FMI, y que tan criticados fueron por el chavismo, son recomendados para compensar una fuerte caída de los ingresos. Sin embargo, en Venezuela el recorte de los salarios se ejecuta en época de mayores ingresos y de recuperación económica.
La medida de disminuir el bono vacacional de los educadores del sector público, luego de una serie de rebajas a las primas y bonificaciones planteados en el Instructivo Onapre (Oficina Nacional de Presupuesto), ente adscrito al Ministerio de Economía, Finanzas y Comercio Exterior, generó fuertes protestas en todo el país. Con ello, los trabajadores del Estado comenzaron a dudar si efectivamente el país se ha recuperado económicamente como lo afirma la administración de Maduro, pues les resulta difícil de entender el importante ajuste a sus ingresos.
¿El fisco venezolano tiene dinero para pagar los salarios y beneficios a los trabajadores de la administración pública? Todo depende del monto de sus erogaciones. Estimaciones de consultoras señalan que el fisco está recibiendo mayores ingresos que en 2021, pero aún es insuficiente para el gasto que está acostumbrado a ejecutar y para cerrar el gigantesco déficit fiscal que ha acumulado en estos 22 años.
José Guerra, economista y diputado de la Asamblea Nacional de 2015, calcula que los recursos que recibirá el gobierno en 2022 son $20.000 millones por exportaciones de petróleo, $3.000 millones por Impuesto al Valor Agregado (IVA), $1.500 millones por la venta de gasolina en el mercado interno y $1.200 millones en ingresos por concepto de aduanas y otras contribuciones.
«Esta es la demostración de que Maduro sí tiene recursos para pagar el bono vacacional a los educadores, pero no quiere», afirmó Guerra.
Contar con cifras oficiales sobre la actividad económica del país, es imposible desde que el gobierno de Hugo Chávez dejó de publicar toda la información del Estado. Sin embargo, las consultoras privadas ofrecen sus estimaciones basados en datos de otras fuentes internas y externas.
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El economista y profesor del IESA, José Manuel Puente, recalcó que aunque se ha hecho cuesta arriba estimar cuál es el resultado de la actividad económica y cómo va la ejecución presupuestaria en los últimos años, hay indicios que permiten afirmar que Venezuela recibirá este año el doble en ingreso fiscal tanto petrolero como no petrolero de lo que percibió en 2021.
«Es muy difícil hablar con rigurosidad de presupuestos en Venezuela, debido al nivel de opacidad y falta de transparencia fiscal de la revolución. De hecho, de los 120 países que mide el índice de transparencia mundial de presupuestos, Venezuela quedó en último lugar, es decir, tiene cero en grado de transparencia presupuestaria en todos sus niveles», destacó el economista.
Recordó, sin embargo, que las variables que permiten estimar un alza de los recursos son «sin lugar a dudas» los altos precios del petróleo, así como que la mejoría económica generará mayor recaudación tributaria, lo que le da un mayor margen de maniobra al gobierno. Igualmente tuvieron un efecto positivo las modificaciones de la política económica con la flexibilización de los controles de precios y la dolarización de facto.
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Según las proyecciones de crecimiento para Venezuela en 2022 de 11 instituciones internacionales, el promedio se ubica en 9,4%; con cálculos que van desde un rango de 1,5% por parte del Fondo Monetario Internacional (FMI) y hasta JP Morgan que prevé un alza de 20%.
La consultora Ecoanalítica estima que los ingresos petroleros del país aumentaron 150% en el primer semestre de 2022 en comparación con el pasado año. Mientras que cálculos basados en los precios del petróleo entre enero y junio, dan cuenta de recursos adicionales de la industria petrolera por $3.000 millones y un total de $7.560 millones en el período, según el portal Petroguía.
«Los recursos percibidos por Pdvsa entre enero y junio de 2022 superan en casi 70% a la cantidad que entró en el mismo período del año pasado, básicamente por el repunte del petróleo. Los recursos no son mayores debido a los descuentos en la venta y que el volumen de exportación está estancado ligeramente por encima de los 600.000 barriles por día», destacó la información.
Fue justamente en marzo de 2022 cuando comenzó a hacerse efectiva la regulación de las primas y bonificaciones a través del Instructivo Onapre, que trajo como consecuencia una desmejora de entre 30% a 50% en el ingreso salarial integral del sector público. Los trabajadores advirtieron que este instrumento es utilizado por la administración de Maduro para desconocer los acuerdos laborales firmados en las contrataciones colectivas. Seguidamente, las críticas surgieron tras el nuevo diseño de los tabuladores salariales y las protestas de calle comenzaron a mostrar cientos de pancartas rechazando las denominadas «Tablas del Hambre».
La respuesta que los funcionarios dan a las manifestaciones de los trabajadores se basa en que las sanciones de Estados Unidos contra funcionarios y entes gubernamentales, impactan sobre los ingresos del país.
«La derecha reaccionaria pretende hacer ver que hay desidia porque no se está en consonancia con los derechos de los trabajadores, cuando el instructivo lo que dice es que no hay recursos, no hay medios, para resolver las necesidades», dijo Pedro Carreño, diputando de la Asamblea Nacional de 2020 en una sesión el jueves 4 de agosto.
Estas afirmaciones fueron refrendadas en su momento por el presidente de la Federación Nacional de Sindicatos Regionales y Conexos de Trabajadores del Sector Salud (Fenasirtrasalud), Octavio Solórzano, quien aludió a la «guerra económica, las sanciones y la pulverización del salario», para explicar los cambios en la contratación colectiva y el por qué no se respetó el acta convenio anterior para cancelar los bonos.
El sueño de un neoliberal
Para disminuir el déficit fiscal que se ha generado en la administración pública, las autoridades monetarias y financieras han ejecutado un plan de ajuste a cuenta gotas y de medidas sin precedentes. Entre ellas resaltan el incremento de los impuestos y la creación de nuevos tributos en el que se pechan incluso las operaciones con divisas, el alza significativa en las tarifas de los servicios públicos y el aumento en el precio de la gasolina en el mercado interno, que aunque era necesario un ajuste, nunca se hizo en las magnitudes establecidas por el gobierno de Maduro ni mucho menos cobrarse a precio internacional o en dólares.
Analistas señalan que al programa de ajuste le faltaba la reducción en el gasto de la nómina estatal, lo que lo convierte en un plan mucho más agresivo que los planteados por organismos como el FMI o por políticos neoliberales. Por otra parte, consideran que las decisiones para reducir el gasto, aun en este semestre de mejora en los ingresos, podría ser una estrategia de ahorro para destinar los recursos a otros objetivos, o en previsión de una nueva caída de la producción petrolera venezolana y del precio del barril de crudo.
La consultora Síntesis Financiera indicó en un reciente reporte que la información sobre una baja en la producción y exportación petrolera de julio, continúa indicando una importante fragilidad operativa, así como dificultades para la comercialización del crudo por parte de Pdvsa.
«No sólo va en declive la producción, también la exportación es muy volátil y va a la baja. El promedio de exportación de los primeros siete meses del año es 11% inferior al de igual lapso que en 2021. Si bien los precios son mayores a los del 2021, los descuentos que debe hacer Venezuela siguen siendo importantes», destacó en el informe.
Resaltó que la única área en la que se observan noticias favorables es en «la discreta mejora» en la producción de combustible, pero sin llegar a satisfacer la demanda nacional de un país tan disminuido como el actual.
A juicio de José Manuel Puente, aunque se desconoce cuánto podría estar gastando el gobierno, porque ya que no se cuenta con información oficial, se «sospecha» que debe estar gastando un poco más dado el margen de maniobra que tiene con los ingresos.
Sin embargo, explicó que a pesar del shock petrolero que está recibiendo Venezuela, no hay un incremento importante en el monto de las reservas internacionales del Banco Central de Venezuela (BCV), por lo que muchos se preguntan dónde está yendo ese dinero que en ingresos brutos tienen que ser reflejados en dólares en las reservas.
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Por otra parte, el gasto de la nómina estatal ha tenido cambios en los últimos años. De acuerdo a un análisis realizado por la ONG Transparencia Venezuela al presupuesto de la nación de 2022, se indicaba que el sector público cuenta con 5.509.563 empleados. No obstante, 80,61% corresponde a funcionarios militares en los que se cree están contabilizados los integrantes de la milicia, mientras que solo 1.068.305 de los trabajadores son civiles profesionales, personal administrativo y obrero. Por lo tanto, el gobierno estaría destinando más recursos a la nómina militar.
«No queda la menor duda de que todo lo que hace el gobierno tiene un objetivo político, eso es parte del drama de la economía venezolana, por eso es que el país tiene el peor desempeño macroeconómico del mundo en los últimos ocho años. Siempre se toman decisiones con base a criterios políticos y no económico. Pero el problema de fondo es que el gobierno generó en los últimos 22 años un déficit fiscal estructural gigantesco acumulado, que comenzó a financiar a través de emisión monetaria del BCV y del cual tenemos evidencia a través de sus estadísticas y en la hiperinflación que vivió el país», dijo Puente.
El FMI implementó diferentes programas de ajustes, por lo que no ha tenido una sola receta para todas las economías con problemas. Aunque en el pasado hizo recomendaciones como las de disminuir las nóminas del sector público o de rebaja de salarios, al final estos planes fracasaron como programas de estabilización, destacó el profesor del IESA.
Considera que más que es un programa fondomonetarista, el plan de ajuste de Maduro es ortodoxo y neoliberal, al mostrar medidas que son sorprendentes en un gobierno que dice ser socialista. «La dolarización de la economía, por ejemplo, es el sueño de los liberales y la evolución socialista les hizo el favor de verlo».
Agregó Puente que «un profesor del IESA como yo, no aplicaría un plan de ajuste tan rudo ni neoliberal. Tienen que equilibrar las cuentas fiscales, cerrar la brecha y por ello intentan aumentar ingresos a través de impuestos y rebajar gastos».
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