El Año de la Rata*, por Teodoro Petkoff
El próximo año luce también «interesante», en el sentido que tiene la palabra en la maldición china: «Ojalá te toque vivir tiempos interesantes». Tal vez, después de nueve años «interesantes», no sería malo un poco de aburrimiento, pero la verdad es que el décimo año de Ego Chávez (Año de la Rata, en el calendario chino) no nos lo deparará.
Entraremos en el 2008 dejando atrás un 2007 con 22 o 23% de inflación y preocupantes índices de escasez. La perspectiva no es alentadora. Ni siquiera si la bella Iroshima Bravo prohíbe las menciones a los indicadores del costo de la vida –tal como hizo con el precio del dólar paralelo–, la gente dejará de sentir en el bolsillo el peso creciente de la inflación y de la escasez. Predecible malestar social.
Para colmo, ingresos y precios entrarán en la vorágine de la reconversión monetaria, sobre cuyos efectos preferimos no decir nada, para no conjurar el fantasma de graves turbulencias. Ojalá que de la (previsible) galleta que se armará con bolívares «débiles» y «fuertes» no salgamos demasiado lastimados. Pero del efecto inflacionario de la reconversión no nos salvan ni los babalaos cubanos que tienen vuelto loco a Chacumbele.
El 2008 comenzará con un faltante de 160 mil viviendas de las 200 mil que prometió el gobierno para 2007. No llegaron a 40 mil las edificadas este año, sumándoles, incluso, las 100 casitas construidas en Camagüey. Oscuridad en la casa, candil pa’ la calle. Continúa siendo el de la vivienda el buque insignia de la patológica incapacidad de la administración oficialista para cumplir con su deber. Predecible malestar social.
Por el lado político, Ego continuará armando ese engendro de ornitorrinco con puercoespín que llaman PSUV. Algo saldrá de eso, pero no será ni único ni unido, sino quizás escenario propicio para que se desarrolle a plenitud ese pleito que a dentelladas «ideológicas» adelantan los «aspirantes» a militar en ese partido, que, aún sin existir, más partido no puede estar, en verdad.
¿Intentará Ego materializar su bravuconada de meter la reforma por los caminos verdes? Si le echa pichón, aun contra la decisión ya tomada por el pueblo y de modo totalmente ilegal, podría generar un conflicto de marca mayor. Sería un desafio inadmisible, por lo brutal, a la opinión ya expresada en el país.
Finalmente, como deseo de Año Nuevo, confiemos en que los partidos y demás sectores opositores sabrán escoger candidatos para gobernaciones y alcaldías reduciendo al mínimo los daños colaterales y aplicando la normativa del sentido común. Si lo hacen, Dios y la Patria se los agradecerán; de lo contrario, los mismos entes metafísicos les pedirán cuentas inexorablemente.
*Según el calendario chino.