El contrabando a Colombia como una de las Bellas Artes
Diosdado Cabello, cada día que pasa asume más y más conductas y atribuciones de verdadero conductor del país. Eso sí, sin desaprovechar cada oportunidad para emitir elocuentes demostraciones de lealtad a Nicolás Maduro, supuestamente presidente en ejercicio. Ahora Diosdado se fue al Zulia y «descubrió» que el 30% o 40% de los alimentos que importa el país pasan de contrabando para el lado de allá.
Uno oye estas cosas y se pregunta si es que estos señores tienen apenas seis meses en el gobierno y se están dando de cuenta de todas las marramucias que se cometieron durante las administraciones anteriores al chavismo. Pero, resulta que no, que tienen casi quince años gobernando y durante ese largo periodo no habían percibido, por ejemplo, las 30 o 40 gandolas que pasan todos los días la frontera zuliana con Colombia con mercancía de contrabando, esa de cuya fuga es ahora que Diosdado viene a darse cuenta. Otro que habla como si el asunto no le concerniera es el gobernador del Zulia, Pancho Arias Cárdenas. Él también denuncia el fenómeno, pero como si fuera un observador y no precisamente, en tanto que gobernador del estado, la persona dotada de la autoridad para poner coto a tamaña sangría. El gobierno, pues, en sus distintas instancias, es un mirón. Detecta los ilícitos, los describe en detalle y luego se sienta a esperar que venga María a tomar cartas en el asunto. Por eso estamos como estamos. Porque, por otro lado, en La Guaira están almacenadas 12.300 toneladas de papel de periódico, en bobinas, sin que nadie las haya reclamado. Dice Sanguino, el denunciante, que el papel ya está «mohoso». Podrido, será, después de tantos meses. Dice Sanguino que «alguien» las importó y luego «no las nacionalizó». La administración pública no nota, pues, quién importa ni qué destino tiene la importación realizada. Se podría apostar, por cierto, a que seguramente esa importación la realizó el propio gobierno, porque un importador privado no va a dejar que se le pudra en el puerto cualquier bien que traiga al país. Por eso, hay que repetirlo, estamos como estamos.