Miraflores tiene la última palabra en organización de debates televisados para el 6D
Entre las características que tiene el evento del 6D en Venezuela, una de las más destacadas es el halo de «normalidad democrática» que se le ha querido imprimir. Para ello, nada mejor que mostrar que hay debates, libres, televisados, en igualdad de condiciones y demás. Pero es pantomima también.
Los debates televisados por los canales privados Venevisión y Televen han estado coptados por las decisiones de Miraflores. El primero de ellos, ocurrido en el canal de La Colina, comenzó a armarse una vez que Nicolás Maduro dio la orden televisada y que aguas abajo la indicación fuera divulgada. Y no vino sola: el gobierno fue quien aceptó (¿determinó?) quiénes serían los participantes en la cita.
Las decisiones del canal tuvieron que ser presentadas y aprobadas al PSUV, para lo que finamente fue un intercambio televisado y grabado. Se trasmitió en horario estelar, pero terminó de registrarse unas tres horas antes para ser mostrado «como en vivo», sin cortes adicionales a las pausas publicitarias habituales.
Mismo formato habrá ocurrido en Televen, aunque se nota que es en VV donde el PSUV prioriza su participación: envió a Jorge Rodríguez y Jesús Faría, y no a Escarrá con Ilenia Medina. Y para el segundo, que será en Globovisión, las designadas fueron Cilia Flores e Iris Varela, calificadas por el «feminista» Maduro como portadoras de lenguas viperinas («malintencionado, que busca hacer daño», registra la Real Academia de la Lengua).
Ellas se mostrarán este jueves con Bernabé Gutiérrez y Javier Bertucci, a quien se le salió que «tuve un atajaperros con Iris» en horas de la mañana del jueves, muchas horas antes de la transmisión del debate de la noche. La grabación quedó lista el miércoles.
Por cierto, “la cadena” de las televisivas privadas es una indicación también “desde arriba”.