El hablapaja, por Simón Boccanegra
Por la boca muere el pez y en boca cerrada no entran moscas, son dos refranes que no aplican al Caporal. El pasado domingo habló más de 6 horas, cuando con 20 minutos de declaración bastaba y sobraba. Lo demás fue pura paja.
Sin embargo, no fue capaz de «reflexionar» sobre su anterior «reflexión» que se originó al conocer que la presidenta de Argentina, Cristina Kirchner, padecía de cáncer. Dicha información le dio base para lanzar al mundo su «teoría» de que esa enfermedad pudiera estar siendo «inducida» en algunos dirigentes políticos «progresistas» de América Latina.
No dijo directamente que dicha inducción fuera obra del imperio, pero el contexto en el que hizo la «reflexión» apuntaba directamente al Gobierno de EEUU como responsable de la «epidemia», algo que por cierto los gringos ni se molestaron en comentar. La semana pasada se difundió por los medios de comunicación que el ex presidente colombiano, Álvaro Uribe, también padecía de cáncer, lo que después fue desmentido, para fortuna de la «teoría» de Chacumbele, pues era muy difícil que dicha «tesis» se sostuviera si a quien Esteban ha acusado de ser agente del imperio hubiera sido «infectado» por el Tío Sam El golpe demoledor para la «reflexión» del Caporal se lo dieron los galenos argentinos que operaron a Cristina, quienes al extraer el tumor y someterlo a los análisis correspondientes determinaron que la presidenta sureña no padece de cáncer. ¿Sería que los agentes del imperio encargados de la «misión» fallaron en su cometido? La verdad es que una «teoría» como esa solo se le puede ocurrir a un irresponsable y hablador de paja como el que nos gobierna.