El Ingenioso «Cobayito» Russián, por Simón Boccanegra

El Hombre Invisible apareció. El gran Clodo, inmarcesible contralor de la República habló. Dio tubazo: la corrupción en Venezuela es vieja pero no ha pasado de moda. Por supuesto que no ha pasado de moda: con contralores tan íntegros, tan valientes, tan dedicados a sus responsabilidades, y, sobre todo, tan nada adulantes como Clodosbaldo, jamás pasará de moda.
Después de tan sesuda reflexión y de la jaladita de ley al Supremo ( “aliado en la lucha por el adecentamiento del país” ), Russián se lanza contra Transparencia Internacional, que en estos días clasificó al nuestro como uno de los países más corruptos del mundo. “Cobayito” (que así le dicen al implacable perseguidor de ladrones) no admite que nadie venga a decirnos que este país es una cleptocracia. Quien diga que aquí hay corrupción está pagado por el imperialismo. Porque hacer precisiones en esa materia es de mal gusto. De corrupción hay que hablar como lo hace Chávez, como lo hace Rangel, como lo hace “Cobayito” : por encimita, con frases que quieren ser ingeniosas (y que en Russián no son sino patéticos eructos de un cerebro desertificado –y descertificado también– por desuso) ; hablar pero nada de hacer.