El partido se fortalece depurándose, por Simón Boccanegra
El mandarriazo que le diera Pedro Carreño a Ramón Rodríguez Chacín, acusándolo de los hechos de corrupción ya puestos al desnudo por la oposición (¿por cierto, ¿eso se va a quedar así?), fue el anuncio de lo que ocurriría ayer durante la elección de la Dirección Nacional del MVR. No sólo Rodríguez Chacín quedó fuera sino también el coronel Dávila, dos figuras emblemáticas de lo que ahora llaman la «derecha» en el chavismo. Pero las calificaciones ideológicas son engañosas en este mundo. ¿Perdió la «derecha», ganó la «izquierda»? ¿Ganaron los «honestos», perdieron los «corruptos»? ¡Por favor! En los dos bandos hay de todo.
Esto no es sino un arreglo de cuentas. Stalin decía que el partido se fortalece depurándose. Y sólo dejó a los perros fieles. Chávez se está deshaciendo de algunos incómodos compañeros de ruta que no vienen del núcleo fundador, y que facilitan su purga porque se han puesto demasiado en evidencia con sus negocios personales o han sido particularmente incompetentes (entre los «tumbaítos» están también Nelson Merentes, el ex ministro Rafael Vargas, el teniente Andrade (FUS), Antonio Rodríguez (gobernador de Vargas). Ahora esperemos la elección del Comando Táctico Nacional, que es la verdadera dirección. Eso nos dirá cómo se va a batir el cobre en el partido de gobierno.